El encuentro comenzó con ambos equipos buscando ser protagonistas, Racing golpeó primero con un cabezazo de Gutiérrez que se fue desviado, pero Huracán rápidamente tomó las riendas del encuentro y comenzó a mostrar algunas pequeñas sociedades en el mediocampo y en ofensiva. Maidana recibió de Machín un balón sobre la izquierda y fue a fondo, ingresando al área grande tiró un gran centro tres dedos para que Rodrigo Battaglia ingresará en soledad, sin embargo el juvenil Quemero no definió de la mejor manera y erró un gol increíble.

Con el correr de los minutos el equipo fue ganando terreno y empezó a tener claridad y tranquilidad en el campo, a pesar de no ser lo suficientemente profundo. Javier Cámpora cabeceaba en posición de gol, pero no podía darle efecto al balón que se iba desviado. Racing chocaba contra la buena tarde de la defensa Quemera pero aprovechaba sus individualidades para lastimar, así fue como Iván Pillud corrió muchos metros con la pelota y ejecutó un gran remate desviado a tiempo por Facundo Quiroga, que pasó muy cerca.

Los últimos minutos de partido fueron favorables enteramente a Huracán, ya que el Globo tuvo la posesión de la pelota durante el cuarto de hora final. En ese periodo Huracán marcaría, mediante Javier Cámpora, dos goles. Sin embargo el juez de línea anuló los dos por posición adelantada, demostrando que tiene vista telescópica, sobre todo en la primera conquista.
A pesar de las polémicas con los goles el gran error de Néstor Pittana fue obviar un clarísimo penal que Aveldaño le realizó a Luciano Ospina, tomándolo de la camiseta y tirándolo al piso en un córner.

Huracán pudo haber anotado en los minutos finales, cuando Cámpora cabeceaba mano a mano y se encontraba con la gran reacción de Fernández, acto seguido Cáceres quiso sacar el balón y casi la mete en su propia meta.

Terminaba el primer tiempo y Huracán dejaba una buena imagen, la de un equipo que buscaba lastimar al rival y que a pesar de sus propias limitaciones lo lograba.

En el complemento se mantuvo la constante de los últimos minutos de la primera parte, Huracán tenía la pelota y la iniciativa, pero le costaba superar a la dura defensa visitante. La Academia apostaba a las virtudes de sus jugadores para desequilibrar, así fue como Pillud volvió a pasar al ataque y a cruzar un remate que se fue apenas desviado.

El ingreso de Matute Morales por el lesionado Maidana le quitó a Huracán explosión por la banda, pero le agregó tenencia del balón en el mediocampo. Racing volvía a lastimar con un mano a mano de Gutiérrez que se topó con la gran reacción de Monzón, Huracán respondía con una lanzada de Machín, que no definía bien ante Roberto Fernández.

Con el correr de los minutos Huracán seguía creciendo en el campo y algunos jugadores mostraban su mejor cara, como Facundo Quiroga y Marcos Britez Ojeda, sin embargo el Globo seguía pecando de su falta de cambio de ritmo en los últimos metros, ya que cada vez que llegaba a posición de gol lo hacía de manera desprolija, sin contar la gran cantidad de jugadas que fueron evitadas por alguna intervención salvadora del fondo Académico.

La última posibilidad de la tarde fue para el Globo, cuando Morales le tira un gran centro a Rodrigo Battaglia, cuyo cabezazo es salvado por Fernández y luego Claudio Yacob (se quejó por el campo de juego, sin embargo Huracán no tuvo problemas para dar dos pases seguidos) la sacaba en la línea y su equipo volvía a salvarse.

Terminaba el partido y todo el pueblo Quemero despedía con aplausos a sus jugadores, en clara muestra de reconocimiento para un equipo que dejó todo lo que tiene para intentar doblegar a un duro rival como es Racing. Volvimos a caer en promoción pero el rendimiento de Huracán ilusiona a la hora de soñar con salir de todo. Se viene un partido clave para nuestra lucha, enfrentando a All Boys en Floresta. Si el equipo sigue así, las posibilidades de ganarlo son más que las de perderlo. Hay que ir a apoyar a estos jugadores y velar por volver a sumar de a tres.