La decisión de esta Comisión está tomada: elecciones el 3 de julio y el arranque de lo que -esperemos- será una nueva era para el club. Las protestas contra la dirigencia cobraron sentido (no hablo de los incidentes, simplemente de los cantos) y los pedidos de renuncia se plasmaron indirectamente en el llamado a urnas.
Ahora habrá que dejar ese tema en lista de espera como solución a largo plazo, para ocuparse de lo que nos preocupa en el corto plazo. Esto es, obviamente, la desesperante situación con los promedios. Y acá vamos a coincidir en algo con Babington y compañía; hagamos una tregua para el bien de todo Huracán.
Si uno mira a priori los fixtures del Globo y Gimnasia, pareciera que el Lobo es quien la tiene más fácil: Godoy Cruz en Mendoza, Racing de local, All Boys en Floresta y Boca en el Bosque. Sin embargo, pese a que Huracán tiene dos imposibles (Lanús y Vélez), va a enfrentar en la última a un Independiente posiblemente salvado de todo y a un Tigre que, recemos, también lo esté. Descartamos del análisis a Quilmes, porque es una variable que depende exclusivamente del Cervecero y en el que podemos incidir poco y nada.
Es el momento de tirar todos para el mismo lado y alentar a este equipo, pese a que se nos va a hacer imposible en el Ducó por la prohibición. Una vez llegado julio habrá que depositar el voto y confiar en quienes se postulen. Mientras tanto, tenemos una pelea dura por luchar y hay que apoyar a Tito Pompei, que se la jugó por este club cuando nadie quería, y a todos los jugadores que salgan a la cancha. Es cuestión de estar unidos y creer en que se puede lograr la salvación. Fuerza Huracán.