Marcos Díaz: No reaccionó de la mejor forma en el gol de Unión, si bien la jugada es rápida tuvo un desencuentro con Balbi y eso generó que ambos jugadores vayan a la pelota, pero que ninguno la despeje o controle. El resto del partido mantuvo la calma y tranquilidad, sacó una pelota muy difícil en el primer tiempo y siempre estuvo rápido para capturar los balones en su área.

Martín Nervo: Pasó al lateral derecho pero mostró poco de sus credenciales como marcador de punta, estuvo muy estático y fue casi un central más. Marcó bien en el mano a mano y estuvo veloz en el retroceso, pero prácticamente ni se acercó a la mitad de cancha. Tras verlo noventa minutos en cada puesto, lo prefiero central. En el complemento pasó a jugar en línea de tres y no tuvo grandes complicaciones para adaptarse sobre la marcha.

Santiago Echeverría: Buen partido de Echeverría, en su vuelta a la titularidad. Jugó a no complicarse y casi no cometió errores, marcó bien de arriba y sacó muchos de los balones que Unión metió al área. Se entendió bien con Nervo y logró otra actuación auspiciosa.

Eduardo Domínguez: Fue de lo mejor de Huracán en la tarde, Domínguez mantuvo la seguridad en el juego aéreo pero también estuvo impecable con el hombre a hombre. Retrocedió bien en las embestidas rivales y recuperó varias pelotas con limpieza dentro del área. Eduardo volvió a la primera división aportando calma en la salida, seguridad en el fondo y con otra buena actuación desde lo táctico. Para reclamarle algunos servicios desviados, que no alcanzaron para opacar su actuación.

Luciano Balbi: El mejor del Globo, no es el pulgar para arriba ya que lamentablemente la desconexión en el gol de Unión terminó siendo una mancha notoria su actuación global. Si quitamos esa jugada su performance fue muy buena, marcó con convicción y clase, siempre buscó ser una salida clara para Huracán y volvió a mostrarse en buen ritmo pese a su inactividad en el último semestre. Sigue consolidándose en el puesto, pese a cometer un error que fue decantación de uno mucho más grosero.

Lucas Villarruel: Flojo partido de Lucas, lejos de sus posibilidades. En su actuación número cien con nuestra camiseta buscó ser prolijo pero no lo logró, marcó bien más no estuvo fino con la pelota. Hizo los relevos de forma correcta y siempre se mantuvo cerca de las jugadas, falló a la hora de hacer circular la pelota y no tuvo alternativas delante de su posición. A levantar rápido Lucas, te necesitamos fino para que todo funcione un poquito mejor.

Federico Vismara: Otro mal partido de Vismara, recuperando un nivel perjudicial para todos. Erró muchos pases, frenó excesivamente el juego y lo retrasó demasiado. Su labor con la marca fue pobre y terminó cometiendo un feo error no forzado en la previa al gol de Unión. Vismara se pareció más a su peor versión, aquella del bache profundo con Kudelka. Lo necesitamos más fino con la pelota, firme en sus decisiones y mejorando el aspecto táctico y de ubicación. Sigue con crédito, pero otra actuación así impone la necesidad de buscar una variante.

Patricio Toranzo: Mal partido de Pato, contrariado con el balón en sus pies. Abusó del pelotazo y salvo la gran habilitación a Torassa en el complemento jamás pesó en las acciones del partido. Ejecutó mal todos los balones parados que cobró y nunca pudo jugar para él, ni para sus compañeros. A su favor destacar que corrió y se movió mucho por la cancha, pero a Pato no lo necesitamos corriendo, sino jugando. Y este equipo depende demasiado de él.

Alejandro Romero Gamarra: Chispazos de calidad para generar las poquitas aproximaciones del Globo en el primer tiempo. Kaku estuvo muy recostado sobre la izquierda y con todo el medio de Unión encima. Cuando Apuzzo lo cambió de banda se liberó y mejoró, pero un par de malas decisiones personales lo terminaron por sacar del partido. El pibe necesita un descanso mental, algún relevo que pueda hacerlo sentir contenido y quitarle responsabilidad. Pero no lo tiene, no estaba en el banco y todavía no sabemos si está en el plantel.

Agustín Torassa: Tuvo momentos interesantes, donde encaró y ganó. En el complemento se encontró mano a mano con el gol, pero entre sus dudas y la buena reacción de Fernández no prosperó. Torassa volvió a hacer un gran desgaste físico pero aunque no terminó de pesar pudo aportar poquitos momentos vertiginosos. No era él el cambio, por lo menos no el primero.

Ramón Ábila: Jugó un partido de básquet, peleando con los lungos de Unión como si fuera dentro del área pintada. Ábila tuvo en sus hombros toda la presión del ataque Quemero, siendo la única variante ofensiva que mostró Huracán en el partido. Corrió y lucho, le cobraron pocas faltas y lo condicionaron con una amarilla en la primera que pegó. Entre toda la carga tuvo su momento, limpió a Guerreño y sacó un buen remate que le taparon justo. Ábila levantó mucho de espaldas al arco, pero si juega así de aislado está obligado a mantener un nivel y ritmo físico superlativo.

Iván Borghello: Nada, otra vez. Apatía para meterse en el partido y toques displicentes para rebotar la pelota lejos de sus compañeros. Con todo respeto, la sensación que tengo como espectador es que Borghello no se esfuerza para intentar ganarse un lugar. Deberá cambiar su imagen rotundamente para mostrase como una alternativa válida, mientras sigue sin convertir goles.

Iván Moreno y Fabianesi: Actitud y poco más, no logró cambiar el rumbo del juego. Destaco que intentó, mostró ganas, pero no pudo generar fútbol ni desnivelar con su pegada.