Marcos Díaz: Fue el principal soporte en la embestida rival, donde Marcos sacó tres pelotas de gol muy complicadas, y también una más frente a Noir. ¿Pudo hacer algo más en el gol? Sabiendo la clase de arquero que es, mi respuesta es sí. Sin embargo si es que le cabe alguna responsabilidad, será la menor. Fue el valor más importante del equipo, por mantenerlo de pie en los peores momentos.

Leonardo Zaragoza: Tuvo una noche muy difícil, ante un rival que propuso mucho fútbol por su sector. A diferencia de aquella tarde lluviosa de Paternal, Bertolo le ganó en casi todos los tiros e incluso lo madrugó con claridad en la jugada del gol. Allí Leo quedó muy mal parado y no tuvo reacción ante un rival que le ganó con pocas complicaciones. Falló defendiendo, así como también las pocas veces que pudo salir del fondo. Pudo haber sido para varios, pero se lleva el pulgar para abajo por quedar muy mal en la foto final del gol.

Martín Nervo: Discreto partido de Nervo, quien sin cometer grandes errores hizo poco para contrarrestar los constantes ataques de Banfield. Martín acompañó a Domínguez en la jugada del gol, y quedó lejos de la acción tras ser arrastrado por Cuero. No aporto garantías en el juego aéreo y con el correr de los minutos levantó sus intervenciones mano a mano.

Eduardo Domínguez: Tuvo las mismas complicaciones que todos sus compañeros de línea, ante un Banfield que fue una topadora en los primeros veinte minutos del partido. En la jugada del gol sale al cruce de Yeri pero es superado en velocidad. Comprometió a Díaz con un despeje corto en la salida que casi termina en gol en contra.

Luciano Balbi: Su inclusión fue un error, sabiendo que corría peligro de empeorar y también con un conocimiento global del culto que hace Banfield sobre jugar a abrir las bandas. Con Gamarra acompañándolo como podía, podía preverse que Balbi jugaría casi mano a mano con Noir, Bertolo, Cuero o Yeri. Jugó notoriamente quedado desde el plano físico y terminó siendo reemplazado.

Nicolás Bruna: No se terminó de definir su posición durante todo el primer tiempo, siempre lejos de Vismara, por momentos jugó muy pegado a la banda y nunca logró colaborar para mejorar la circulación de la pelota. Quedó mal parado en el gol, acompaña a Cazares hasta la puerta del área pero cuando este se frena él también lo hace, cuando desde afuera se ve que pudo molestar a Bertolo. Poco, bastante menos que contra Gimnasia.

Federico Vismara: Tardó mucho en acomodarse, arrancó lento e impreciso con la pelota en sus dominios. Regaló posesión y comprometió al equipo con algunas cesiones malas. Luego logró pisar mejor la cancha y se acomodó junto al resto de sus compañeros en el último cuarto de hora del primer tiempo. En el complemento quedó como aislado, con Huracán tirando mucho pelotazo, y no logró pesar en las acciones del juego.

Edson Puch: Repitió titularidad por segunda vez pero en esta oportunidad se lo vio disminuido desde el arranque, sin frescura ni lucidez a la hora de las ejecuciones. Luego de moverse como pudo durante media hora, fue reemplazado para evitar una lesión peor

Patricio Toranzo: El Pato que no queremos, impreciso con la pelota y lento en sus decisiones. Corrió mucho y tuvo algunas situaciones que pudieron terminar mejor, sin embargo luego de dos muy buenas producciones la sensación es que retrocedió un casillero. Buscó el arco con un buen remate que se fue desviado, y abrió el juego para Montenegro en la previa al errado de Ábila

Alejandro Romero Gamarra: Muy contenido, nuevamente más cerca de la defensa que del ataque. Cumplió una función similar a la del partido con Argentinos, sin embargo una vez que salió Puch se mantuvo entre Vismara y la izquierda pero sin demasiadas variantes delante de él. Sufrió las embestidas del rival y pese a que tuvo algunos arranques buenos no logró concretarlos.

Ramón Ábila: Tuvo poco espacio durante todo el partido, siempre debió luchar con los centrales rivales y rara vez recibió algún balón para intentar sacarle provecho. Ábila estuvo contrariado y lo demostró con algunas de sus habituales quejas, en el complemento tuvo dos opciones. Una que fue toda de él, sacando un remate que Bologna contuvo con ciertos inconvenientes y la más clara un centro de Montenegro donde le erró al arco en el punto penal. Poco después de una actuación deluxe, a levantar con Boca.

Daniel Montenegro: Participó en las dos jugadas de ataque más importantes de Huracán en el partido, en el primer tiempo sacó una buena volea donde la pelota terminó estrellándose en el palo y cruzando la línea de gol. En el complemento asistió a Ábila para que este defina desviado en el punto penal. Fuera de estas incidencias Montenegro participó poco, estuvo asilado entre los volantes rivales y sin contacto positivo con la pelota.

Guillermo Sotelo: Mal ingreso de Sotelo, quien de arranque fue superado por los extremos de Banfield e incluso sufrió en carne propia la gesta del gol rival. No terminó de acomodarse, y pese a que recuperó algunos balones no estuvo fino ni tomó buenas decisiones cuando debió ceder la pelota a un compañero.

Lucas Campana: Su ingreso se valora desde el punto de vista táctico, ya que liberó las ataduras de Ábila y obligó a que le línea media rival se volvería un poco más sobre su arco, otorgándole más movilidad a los volantes Quemeros. En lo individual no tuvo demasiada participación, ni tiempo para encontrarse espacios.