Huracán volvió a gritar campeón. Con gol de Edson puch en el primer tiempo, el globo le gano 1 a 0 a river en San Juan y se quedo con la Supercopa argentina. Cambió totalmente la cara mostrada en Venezuela y sumo su estrella número 13. De yapa, clasificación a la Copa Sudamericana. Segundo título en pocos meses, y una esperanza de que éste sea el punto de partida para la resurrección de este equipo.
LO BUENO
Marcos Díaz: Otra vez apareció el héroe de la quema. Tuvo 3 atajadas fundamentales para sostener la victoria. Un tiro libre de mora; un cabezazo a quemarropa del mismo delantero que saco de forma espectacular al córner y una doble atajada luego de un tiro esquina. Ante un river que llego a puro centro, fue muy seguro a la hora de salir a interceptar todos los balones que llovieron sobre el área.
Cristian Espinoza: El juvenil volvió con todo a la titularidad luego de su lesión. Difícil de parar por los defensores de river, tuvo mucha explosión y desequilibrio. Como en sus grandes partidos, de su velocidad saco provecho. Gran participe en la jugada del gol, le pico a Toranzo y tras el gran pase del pato, encaro hacia el área y quiso asistir a «Wanchope», pero con la fortuna de que un rebote favoreció la llegada de puch para convertir el gol de la victoria.
Edson Puch: El chileno merecía convertir su primer gol en el globo. Y su debut en la red valió nada menos que una copa. Definió muy bien cruzado y de primera, entrando en soledad en el área y encontrando el rebote. Tuvo muy buenos arranques, y en varias jugadas retrocedió para dar una mano a la defensa.
Patricio Toranzo: El “Pato” es capaz de hacer este tipo de partidos, por eso se le exige más y es apuntado cuando desaparece del partido, como en Venezuela. Como el equipo, tuvo otra actitud y jugó muy bien, en especial a la hora de dar pases certeros. Excelente pase entre líneas para Espinoza en la jugada del primer gol.
Federico Vismara: Clave en la primera parte, para recuperar y jugar rápido para salir de contra. En el complemento, se acrecentó su figura con un Huracán muy replegado, ya que tuvo que batallar mucho en la mitad de cancha, y termino defendiendo casi al borde del área.
Eduardo Domínguez: El primer señalado cuando las cosas no salen. Lesionado en Venezuela, prácticamente estaba descartado para este partido. Debió hacer un gran esfuerzo para ser parte del equipo titular, y hasta tuvo que ser infiltrado. Asumió ese riesgo, pero no se borro en la adversidad, y es para destacar. Sobre todo al hacer un gran partido como toda la defensa, no permitiendo que river llegue con peligro al área Quemera, y despejando todo, cuando river se dedico a llenar de centros el área.
El primer tiempo: Los primeros minutos bastaron para demostrar que los jugadores salieron a la cancha con una actitud totalmente distinta a la brindada en Venezuela. Un equipo totalmente combativo a la hora de defender y recuperar el balón, y muy rápido de mitad de cancha en adelante, con puch y Espinoza muy movedizos en las bandas. No se noto el trajín de tantas horas de viaje y el partido jugado el martes. River prácticamente no le creó una situación de gol en ese lapso, más que meritorio teniendo en cuenta la envergadura del rival y la riqueza técnica de sus jugadores. Se le jugó de igual a igual a un equipo que descanso toda la semana y puso el mejor equipo en cancha posible.
Se logró una nueva estrella: Este equipo es susceptible de reproches por actuaciones como la del martes pasado. Pero también hay que reconocer que este grupo, en cuestión de meses, ganó la Copa Argentina, ascendió a Primera División, y ahora venció nada menos que a River Plate y se quedó con la Supercopa Argentina. Título número 13 sumando torneos y copas nacionales. Este plantel dio una enorme muestra de carácter luego de la apática presentación en Venezuela, y jugó una final con dientes apretados. Pareciera que ante situaciones límites este grupo de jugadores saca a relucir su amor propio. Todavía es difícil de digerir la eliminación de la Copa Libertadores, pero estos jugadores y cuerpo técnico siguen haciendo historia y sumando copas a la vitrina del club. En un club el que pasaron 41 años para obtener un título, ganar dos en pocos meses no es poco. Gratitud antes que todo.
LO MALO
El segundo tiempo: otra vez Huracán volvió a refugiarse cerca de Marcos Díaz y renunció a cualquier tipo de ataque. Obviamente el físico iba a hacer mella en los jugadores del globo, y River iba a arrinconar al equipo en busca del empate. Pero ni siquiera se intentó la variante del contraataque para intentar liquidar el pleito. Los cambios fueron para aguantar el resultado, y Ábila quedo en soledad a la espera de un pelotazo. Esta vez salió, como en Belo Horizonte y en Sucre, pero es muy peligroso esperar tan cerca del área propia con el único fin de que corra el reloj.
Ramón Ábila: No es por caerle al pobre “Wanchope”. Quizás sea injusto calificar de mala su actuación. Pero lamentablemente las pocas jugadas claras de gol que tuvo no fueron bien resueltas. Sobre todo en el primer tiempo, cuando tras un pelotazo largo superó en la corrida a los centrales de River y encaró sólo hacia Barovero, definiendo débil y al cuerpo. Todos los cambios lo perjudicaron y quedó demasiado sólo tratando de aguantar algún pelotazo.
LO FEO
Equipo bipolar: Pasan los meses y todavía es difícil establecer cuál es la realidad de Huracán. No se sabe si es la del equipo que comenzó la temporada goleando a Alianza Lima en Perú, o la del equipo que no le pudo ganar a Mineros de local. Si es el equipo que le hizo cuatro goles al “Bicho” o el que mereció recibir la misma cantidad de goles frente a Banfield siete días después. Mucho más contrastante, un equipo que le gana con autoridad al Cruzeiro, pero una semana después pierde de manera vergonzosa en Venezuela y pierde la posibilidad de pasar a octavos de final de la Copa Libertadores. Cuatro días pasaron nomas de la caída 3 a 0 ante Mineros, y con una sola variante (Espinoza por Romero Gamarra) pareció otro equipo. Todavía le falta una identidad a este equipo, no pueden ser tan bruscos los cambios de rendimientos colectivos e individuales. Sin Copa Libertadores, se podrá apuntar todo al torneo local, y se podrá trabajar con tranquilidad y el descanso necesario. Será vital la búsqueda de un equilibrio, para por ejemplo, empezar a sumar de visitante, deuda pendiente en el ámbito local. Con Espinoza, Arano y Mandarino recuperados, el técnico contará con más variantes. Será su responsabilidad que rendimientos como los de anoche se sostengan y marquen el camino en busca de los puntos perdidos en el torneo.
LOS NÚMEROS
Historial ante River Plate: Partido número 168 del historial general, con 36 victorias, 48 empates y 84 derrotas.
Última victoria ante River Plate: Había sido en el Clausura 09, con dos goles de Pastore, Medina y Toranzo.
Última victoria por copas nacionales: Fue en la final de la Copa Argentina 2014, tras vencer por penales a Rosario Central.
LAS PERLITAS
La figura Quemera: Marcos Díaz
La desilusión Quemera: Ramón Ábila.
La mejor jugada: Gran pase largo Toranzo para Espinoza, éste encara y elude con facilidad a Funes Mori e intenta asistir a Ábila, pero un rebote desvía el balón, quedándole a Puch quien define de primera al palo izquierdo de Barovero.
La peor jugada: Lo más peligroso de River fueron sus centros al área. El cabezazo a quemarropa de Mora que Díaz sacó al córner de una manera impresionante fue de lo más riesgoso del partido.