Preocupante derrota del Globo en el Ducó. Cayó 3 a 1 ante Olimpo, y profundizó su pésima campaña. Volvió a jugar muy mal, y dejó agrandar a un rival que llegaba sin ganar en el torneo y sin convertir hace muchos partidos. Huracán se hunde en los promedios, y llegó a una situación límite en la que debe haber un cambio radical para no sufrir un quinto descenso.
LO BUENO
Agustín Torassa: El jugador más picante del Globo, por no decir el único. Fabricó la jugada del penal tras encarar hacia el área y hacer un cambio de piernas con el balón. Convirtió el gol, y a lo largo del partido fue de los pocos que rompió el molde. A pesar de la derrota, es justo destacar su vergüenza deportiva y sus ganas, en contraste con la apatía general de sus compañeros.
Marcos Díaz: Pobre Marcos. Todos los partidos debe calzarse el traje de héroe. Por culpa de sus compañeros y del planteo táctico, otra vez se estaba convirtiendo en figura, descolgando todos los centros que llovían en el área y tapando algunos remates. Nada que hacer en los tres goles de Olimpo. Junto a Torassa, el único que “salvó la ropa”.
LO MALO
No se jugó a nada: La mayor responsabilidad de la derrota de hoy recae en Néstor Apuzzo. Así como se señalan las virtudes de planteos tácticos como el ejecutado ante River en aquel primer tiempo, no se puede dejar de mencionar la ausencia de respuesta desde el banco ante un equipo que jugó mal todo el partido. Un partido muy similar al jugado ante Arsenal. En aquella ocasión, el partido se abrió con un error del arquero rival. En éste, con un penal que no existió. En ambos partidos, Huracán jugó prácticamente en su campo los noventa minutos, y no creó situaciones de gol. La diferencia obvia radica en que Arsenal no pudo vencer a Marcos Díaz. Es inexplicable la demora en los cambios, algo a los que nos tiene acostumbrados Apuzzo. En el segundo tiempo, Huracán dejó venir a un rival limitado como Olimpo, y recién a los 27 minutos realizó la primera variante. Inexplicable también por el ingreso de Moreno Fabianesi, en lugar de poner a Montenegro o a Romero Gamarra. O incluso a Gallegos. No se pueden regalar tantos minutos y agrandar a un rival que pocos argumentos tenía para llegar al empate. En lugar de buscar liquidar el partido, la decisión parece que pasa por confiar en las manos de Marcos Díaz. Pero no es la primera vez que se advierte que no siempre va a ser imbatible. Con el empate de Olimpo y mucho peor con el segundo gol, cualquier variante iba a ser inútil. Por demorada, y por obligada. Con un equipo plantado en cancha sin ninguna propuesta, hoy más que nunca se perdió el partido desde el banco.
Apatía generalizada: Más allá de las falencias del técnico, los jugadores pueden romper el molde e intentar hacer otra cosa en cancha. En el segundo tiempo no se salió a jugar, solamente a aguantar el resultado de manera deliberada. No se cruzó la mitad de cancha y Olimpo, equipo que no había ganado en el torneo, casi sin querer, y con la obligación de llegar el empate, logró arrinconar al equipo. Huracán tiene jugadores de buen pie, como Toranzo y Espinoza, y es inexplicable cuando desaparecen en esta clase de partidos, donde teniendo la pelota y con espacios, se puede hacer mucho daño al rival. El equipo prácticamente se entregó y le regaló la victoria al rival. Éste grupo de jugadores debe realizar una gran autocrítica. Se agradecen los logros, pero derrotas como la de hoy y como ante Mineros no se pueden volver a repetir.
Iván Borghello: En enero, ante la falta de incorporación de un nueve de jerarquía, rogamos que “Wanchope” no sufriera ni siquiera un resfrío. Pero Ramón lleva dos partidos ausente por lesión, y el “Memo” fue el nueve que saltó a la cancha. Su aporte al juego fue prácticamente nulo, sólo tuvo un cabezazo desviado en el primer tiempo. Nunca rindió en Huracán, sólo la falta de incorporaciones de peso explican que siga jugando.
Patricio Toranzo: El jugador que tiene que hacerse cargo de tener el balón y crear juego, inexplicablemente desaparece en partidos como estos. Con el resultado a favor y todo un tiempo con delante, era el partido ideal para que pueda conducir los contraataques. Sin embargo, nada de esto paso, y con un Huracán muy retrasado y sin la pelota, su presencia en el campo de juego terminó por desvanecerse y fue el primer jugador reemplazado.
Cristian Espinoza: Mal partido del 7, al que le costó entrar en juego. No pudo explotar su velocidad ni desbordar. Le pegó muy mal a un tiro libre y remató débil en la única jugada elaborada que creó Huracán en el segundo tiempo.
Otra racha negativa que se corta frente a Huracán: Olimpo llego al Ducó sin ganar en el torneo, y con 702 minutos de juego sin convertir goles. Por más que Huracán nos tiene acostumbrados a cortar este tipo de rachas, ni el más pesimista se imaginaba una cosa así. A 778 minutos sin convertir llegó Olimpo, hasta que logró empatar el partido Royón. Un equipo que sólo había convertido dos goles en 11 fechas, a Huracán le convirtió tres goles en los últimos 15 minutos del partido. Inexplicable e indignante por donde se lo mire, el “Globo” volvió a ser el rival ideal para un equipo que se extiende en malos resultados. Encima se trata de un competidor directo en la lucha por permanecer en Primera División.
LO FEO
Campaña paupérrima: Con el capítulo de la Copa Libertadores cerrado tras la eliminación en Venezuela, ya no quedaban excusas para empezar a sumar en el torneo, con la necesidad de engrosar el promedio. El empate en Rosario había sido un buen punto de partida, pero que sólo cobraría valor con una victoria obligada ante Olimpo. No se admitía otro resultado ante un rival que no había ganado en el torneo y sólo había convertido dos goles. Era el equipo ideal para comenzar a hilvanar una serie de victorias que deje a Huracán en una posición más auspiciosa en el torneo antes del parate por Copa América. Pero Olimpo le dio vuelta el partido a Huracán sobre el final, y la realidad volvió a ponerse dura. Huracán venía retrocediendo varios casilleros luego de lo construido tras la asunción de Apuzzo, que trajo Copa Argentina y ascenso. Pero en este partido, parecería que se volvió al punto de partida, que fue la derrota ante Sportivo Belgrano por 3 a 0. Otra vez estamos ante una situación límite. Ocho puntos en doce fechas disputadas. Tan sólo dos victorias y ocho derrotas. Cinco partidos perdido de los últimos seis. Y un promedio bajísimo, en el que sólo superamos a Nueva Chicago y a Crucero del Norte. Huracán, en un torneo de 30 equipos, deberá pelear el descenso en lo que resta del año. Es momento de dar un volantazo. Gratitud eterna a este equipo y cuerpo técnico que conquistó dos torneos en tan pocos meses. Pero es momento de ponerse los pantalones largos, dejar de conformarse con lo logrado, y encarar el torneo con una actitud distinta. Habría que dejar de pasear las copas por todos lados cual sociedad de fomento, y enfrentar con seriedad un momento crítico. De poco servirán las estrellas obtenidas si se vuelve al Nacional B. La AFA le dio una chance excepcional al club, otorgando 10 ascensos en diciembre del año pasado. Se ascendió por la ventana, tras un desempate ante Atlético Tucumán. En vez de aprovechar esta oportunidad para afianzarse en Primera, y con el plus de jugar la Copa Libertadores recuperar la grandeza dilapidada en los últimos 40 años, se cometieron una serie de errores imperdonables. La comisión directiva es el principal responsable de éste presente. Durmieron una siesta eterna, embriagados por los festejos de Copa Argentina y ascenso, y todavía no se han despertado. Contrataron refuerzos que hoy son titulares en reserva. Actuaron con soberbia y sobrando la situación, cuando fue unánime el pedido de incorporar jugadores de nivel. Con esta realidad, se sigue pagando la desidia de enero. Se está a tiempo de cambiar, pero a este torneo largo, sólo le queda un torneo corto de 18 partidos, en donde el Globo deberá realizar una excelente campaña para permanecer en Primera. No hay que perder de vista que de 30 equipos que conforman el campeonato, el año que viene serán muchos menos.
LOS NÚMEROS
Historial general ante Olimpo: En 15 partidos disputados, tan sólo 2 victorias, 3 empates y 10 derrotas.
Última victoria ante Olimpo de local: Goleada 3 a 0 en el Clausura 2008. Partido disputado en cancha de Argentinos, con dos goles de Franzoia y uno de Eduardo Domínguez.
Última victoria de local en Primera: Goleada 4 a 0 ante el “Bicho” en el corriente torneo, con 4 goles de “Wanchope” Ábila.
LAS PERLITAS
La figura Quemera: Agustín Torassa.
La desilusión Quemera: Iván Borghello.
La mejor jugada: La hilvanó Agustín Torassa, encarando hacia el área, dejando atrás varios jugadores cambiando entre piernas el balón, y simulando una infracción que Luis Álvarez compró sancionando penal.
La peor jugada: Jugada peligrosa de Villarruel en la media luna del área, que da paso a un peligroso tiro libre indirecto, que rebota en la barrera y deja sólo a Royón ante Marcos Díaz para lograr el empate parcial.