¿Se los puede calificar de otra manera muchachos? Ustedes, faltándole el respeto a la historia de Huracán, se autodenominaron “el plantel más ganador de la historia del club y no paran de hacer papelones. ¿Tenemos que enumerarlos o el 0-3 ante Nueva Chicago alcanza? Para muestra basta un botón, decía mi abuela.

Decirles horribles es ser generosos…El poco compromiso de este equipo nos habilita a dudar de su honestidad, de la misma forma en que dudamos cuando estaban penúltimos en la B Nacional y forzaron la renuncia de Fran Darío Kudelka…Claro, me van a decir que lo que vino después fue heroico y maravilloso porque se logró un ascenso y la Copa Argentina…Pero repasemos…la Copa se logró por obra y gracia de Marcos Díaz ya que sólo se ganaron dos partidos…Y el ascenso, se consiguió en un desempate al que se llegó con la lengua afuera, ergo, nos quedamos con la décima plaza sobre diez ascensos posibles…¿Méritos? Dudosos…

VERGÜENZA

Eso es lo que genera ver a este equipo, llamado por Néstor Apuzzo como “leones”…deambulan en la cancha, sin una preparación física adecuada, sin una idea de juego determinada y, por sobre todas las cosas, con una falta de humildad y soberbia tan grande que se los llevó puesto desde el principio…

Este año, Huracán tuvo la oportunidad histórica de hacer las cosas bien, jugando Copa Libertadores después de 41 años, teniendo que defender el título obtenido en la Copa Argentina y participando (sin problemas aparentes) de un torneo de Primera División que roza el mamarracho, con 30 equipos, muchos de los cuales no están en condiciones siquiera de jugar en una Segunda División.

Para eso, había que conformar un plantel competitivo, con un cuerpo técnico serio, bien preparado…Ah no, eso es para otros equipos…En Huracán siempre ganan los refuerzos falopa, el DT más barato y el descanso antes del trabajo, no sea cosa que los referentes se cansen y se enojen.

¿Resultados? Eliminados en primera fase del torneo continental goleados en Venezuela (si, en ¡Venezuela!); afuera de la Copa Argentina a manos de ¡Independiente Rivadavia de Mendoza!; y peleando el descenso palmo a palmo con ¡Crucero del Norte y Chicago! (equipos a los que no se les pudo ganar y nos convirtieron 6 goles). Oportunidad tirada a la basura.

ASCO

¿Es un término fuerte?, no creo…Eso es lo que siento por la situación actual de Huracán. No me entra en la cabeza que haya un presidente que les haya dado “las llaves del club” a los jugadores para que hagan y dispongan a voluntad. El plantel está armado por referentes que, resultados a la vista, no son positivos bajo ninguna circunstancia. Nunca respetaron al entrenador, a quien lo vieron siempre como un interino. Su actitud dentro de

la cancha fue pasiva casi siempre. El “combate” lo dejan para las declaraciones posteriores, donde culpan y desafían al periodismo partidario y a los hinchas que exigen mejores resultados de esta actualidad. ¿Quién se creen que son? ¿Se creyeron el versito de los “leones”? ¿Se comieron esa mentira autoimpuesta del “plantel más ganador de la historia”?. Señores, no ganaron nunca de visitante (y pocas veces de local). Perdieron contra el peor equipo del torneo (¿o ese ya es Huracán?), no ganaron un clásico, ni siquiera un partido de los de “seis puntos”…Empiecen a ser humildes, tengan autocrítica, traten de revertir esto. ¿Tanto cuesta entrenar doble turno? ¿Tan jodido es practicar jugadas con pelota parada?…las preguntas son muchas, y la respuesta depende de los “leones”, claro, si hablaran…

Yo sé que muchos todavía creen en Eduardo Domínguez, Toranzo y Arano, por citar a los referentes, pero…¿realmente hacen cosas para el beneficio de Huracán?. Pienso en “Chiche” desobedeciendo las órdenes del médico y dándose de alta por “portación de apellido”, con el aval del entrenador y los “caudillos” y siento náuseas. Y para peor, Fernando Locasso debió renunciar porque él sí tiene dignidad. Como luego renunció Gabriel Rinaldi por otra lucha de egos.

Párrafo aparte para Néstor Apuzzo, quien a principio de año dijo que si veía que le hacía mal a Huracán él solo daba un paso al costado y, contradiciéndose a sí mismo, se atornilló al cargo cometiendo errores de entrenador amateur y ni siquiera confiando en su trabajo anterior en divisiones inferiores, porque ningún chico tuvo lugar en este plantel plagado de futbolistas falopa.

TRISTEZA

Huracán se hunde y los hinchas y socios somos tristes espectadores de este momento lamentable. Y por más que gritemos, puteemos y pataleemos, los que deciden son los que están adentro. Cuando se intenta graficar la fórmula del éxito, los que se ponen el cassette de las declaraciones siempre hablan de una mesa con cuatro patas…hinchas, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes…Bueno, por lo menos hay tres patas que están defectuosas y no es la de los hinchas, más allá de la disparidad de criterio que tengamos entre nosotros…

Pónganse las pilas, este era una oportunidad histórica, no la transformemos en una humillación única. Si tanto quieren a Huracán como dicen quererlo, renuncien, retírense, o mejor, pónganse a laburar, porque si no, otro descenso nos puede condenar a la oscuridad definitivamente. Y lo peor es que los que sufrimos somos los hinchas, para los jugadores sólo será otra mancha, ya conseguirán otro equipo donde cobrar un buen sueldo mientras nosotros seguimos penando…para ellos la vida continúa, nosotros tratamos de sobrevivir.