Queridos Quemeros, antes que nada les pido disculpas anticipadas por estas líneas que voy a desarrollar. Siempre trato de poner paños fríos a la situación y respetar la ética periodística que nos caracteriza a los integrantes de Soy Quemero. Esta vez no puedo. La bronca de hinca desplaza al periodista que llevo dentro y me obnubila la objetividad. Podés estar de acuerdo o no con esto que voy a plantear, podés insultarme o apoyarme; y ese es un riesgo que prefiero correr.
Decir que Huracán atraviesa un presente preocupante, no es novedad. Nuestro querido Globo está en un camino cuesta abajo y parece que nada lo frena. Las irregularidades se apropiaron del equipo y eso se ve en las actuaciones nefastas, como lo fue el partido ante Nueva Chicago y que me empujaron a esta catarsis literaria que estoy esbozando.
¿Hasta cuándo vamos a seguir soportando los egos y la necedad de quienes representan nuestra camiseta? ¿Es justo que tengamos que bancarnos que jugadores que tendría que estar retirados se crean los dueños del equipo? ¿Por qué debemos soportar la continuidad de un técnico que debió dar un paso al costado hace mucho tiempo? ¿Cuál es el motivo de que Nadur no dé la cara ante esta situación?
Creo que al igual que yo, vos también te planteás estos interrogantes. Ojo, soy un agradecido de los que logramos estos últimos meses. Le doy toda mi gratitud a Néstor Apuzzo por la Copa Argentina, el ascenso y la Supercopa; pero también le agradezco a Kudelka por eso, quien fue parte fundamental de la obtención del título y también del ascenso. Fue el que armó el equipo y dejó al Globo en instancias decisivas para campeonar, pero a pesar de ello se lo echó por la puerta de atrás.
Me cansé de escuchar la mentira del equipo y el entrenador más ganador de la historia. Los invito a repasar nuestra historia y a derribar este mito que instalaron para cubrirse. Huracán ganó consecutivamente la Copa Adrián Escobar en 1942 y 1943, luego en el 44 obtuvo la Copa Competencia Británica; ambos títulos son de las mismas características que las alcanzadas en estos meses.
Hasta acá llegó mi paciencia. Basta de decir que son unos leones, que dejaron todo en la cancha y que salen a ganar todos los partidos. Basta de mentirnos en la cara y reírse de nosotros. Basta de tomarnos por ingenuos. Lamentablemente llegó el fin Néstor, hace mucho que no le encontraste la vuelta y lo más sano para todos es que des un paso al costado. Te voy a estar agradecido por tu trabajo, tu humildad y la clase de tipo que sos, pero cuando las cosas no salen, lo mejor es dejar el camino a otro.
Asimismo, sé que no sos el máximo responsable de esto, y además creo que te están usando. Nadur te hacen dar la cara a vos para ocultar su inoperancia y el hecho de no haberte armado un equipo como la gente. Pero tranquilo, Néstor, que los hinchas lo vemos. Al igual que vemos cómo se nos ríen en la cara con la concesión de TBS, como no dejan laburar a los que se desloman para dejar el Ducó en condiciones, como nos ocultan el destino de los recursos que entraron con la venta del Pity. No dudo de la entereza y honradez de nuestro presidente, pero su ineficacia como dirigente y su falta de humildad, desplaza esas cualidades positivas.
Hay otros responsables más, y son los que salen a la cancha vestidos con nuestros colores. Por supuesto que no todos entran en la misma bolsa, pero hay algunos que con su soberbia y su ego nos están empujando a la B. A esos les avisamos que no son dueños del equipo, que no son dueños de nada. Solamente están para representar nuestra camiseta, se les paga por eso y lo están haciendo de la peor manera.
Los hinchas estamos cansados de que se caguen en nosotros, de que se crean superiores y que no tengan ni siquiera un poco de orgullo por la camiseta que visten. Basta de caciques viejos, basta de camarillas, basta de camas.
No hay lugar para los egos de jugadores, dirigentes y entrenadores. A ustedes, nosotros, los hinchas les decimos: ¡PRIMERO ESTÁ HURACÁN!
Quemero, Lic. en Comunicación, Periodista y Locutor. Futbolero y fierrero. El asado se hace despacio, el fútbol se juega por abajo y la coca es para el fernét.