Camuflado salía Huracán al desparejo terreno de juego del Tomás Adolfo Ducó, para afrontar una batalla emocional en búsqueda del punto negado, ese que nos alejaría matemáticamente de la posibilidad de disputar un partido para evitar el descenso. Enfrente Belgrano de Córdoba y su suerte ya resuelta, solo una goleada en contra podía alejarlo de su inexorable destino.

Pero la visita tuvo la iniciativa en los primeros minutos, con un Globo plantado en pose defensiva. Sin centrodelanteros fijos, Belgrano apelaba a los picantes Rigoni, Velázquez y Zelarayán para llegar bien pisado al jardín de Díaz. El propio Marcos se encargaría de encender alarmas en el público dudando en un par de salidas, en una de ellas la pelota rebotó en el travesaño. Huracán veía alguna luz por el carril derecho, con Espinoza suelto, pero ni Moreno ni Toranzo (Que fue eje en el cierre del PT) agarraban la globa.

Pasaba poco, hasta que al borde de la media hora Emiliano Rigoni marea a Balbi por la izquierda y llega al fondo para ubicar a Lucas Zelarrayán en el punto penal, quien con un tiro poco direccionado vence la débil reacción de Marcos Díaz y pone en ventaja al Pirata. Moreno y Fabianesi suelta al goleador dentro del área grande, y San Román no llega al cierre. Un minuto después que Pitana obviara un penal al Globo por clara mano de Álvarez, Belgrano se ponía en ventaja.

El golpe se sintió en el público, pese a que jamás dejó de alentar, pero no dentro de la cancha. Huracán cambió de marcha y comenzó a atacar con mayor profundidad, sacando jugo al ya mencionado espacio del sector derecho. Allí José San Román encaró el ataque y elaboró en doble pared, junto a Patricio Toranzo, la jugada que culminó con el centro atrás que Claudio Pérez metió en su propia meta al querer despejar. Gol y alivio Quemero, suspiros largos, y la lluvia que comenzaba a regar la ilusión del Globo. Buena de San Román, distinción en los pies del Pato, y al descanso en parda.

El complemento estuvo de más, unos pocos disparos cargados de compromiso que no llevaron más que pequeños sustos en los insólitamente latientes corazones Quemeros. Toquecito por aquí y por allá, dominio repartido, piernas moderadas y todos chochos con el empate.

Sin nada que destacar, menos para analizar, durante toda la segunda parte Huracán culminó este largo torneo ajustado con los promedios. El equipo, de grandes momentos y rendimientos en Copas Internacionales, hizo agua en su retorno a Primera y terminó en sintonía con lo dificultoso que fue el ascenso. Puro nervio.

Sabiendo que el plantel seguramente sufrirá una renovación en diciembre, es importante entender que esta pobre campaña siembra complicaciones para lo que vendrá. Huracán tendrá que pagar la deuda el próximo año y medio, donde estará obligado a sumar entre 55 y 70 puntos para no tener problemas en junio de 2017, donde cerrará la primer temporada con cuatro descensos.

Ahora un par de días para relajar y a meter todas las energías en la definición de las Semifinales Sudamericanas. La valija ya no pesa y solo nos queda ilusión de cara al cierre de este intenso 2015.

No podemos volver a permitirnos un campeonato como este, lúgubre en resultados, triunfos y rendimientos. Sí merecemos respirar profundo y apretar el puño con firmeza en honor a la bandera que debe envolvernos para siempre:

Huracán no puede volver a descender, nunca más.

– Síntesis –

Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Hugo Nervo, Santiago Echevarria, Luciano Balbi; Mauro Bogado, Federico Vismara; Christian Espinoza, Iván Moreno y Fabianesi, Patricio Toranzo; Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez.

Belgrano: Juan Carlos Olave; Esteban Espíndola, Pier Barrios, Claudio Pérez, Federico Alvarez; Emiliano Rigoni, Sebastián Prediger, Mario Bolatti, Lucas Parodi, Jorge Velázquez; Lucas Zelarayán. DT: Ricardo Zielinski.

Goles en el primer tiempo: 29m Zelarayán (B), 41m Pérez (H) en contra.

Cambios en el segundo tiempo: 24m César Mancilla por Prediger (B), 25m Lucas Villarruel por Moreno y Fabianesi (H), 38m Iván Etevenaux por Rigoni (B), 41m Nicolás Bruna por Toranzo (H), 46m Ezequiel Miralles por Ábila (H).