Un Palacio Tomás Adolfo Ducó vestido completamente de gala recibía a pura emoción y color a un equipo obsesionado con seguir haciendo historia, y de la linda. Veintiún días más tarde de aquel uno a cero en Núñez, con gol de Espinoza, debíamos defender la ventaja para quedarse con la llave.

Pero de movida Huracán planteó un escenario ofensivo, con Vismara y Bogado conteniendo las subidas de Montenegro, Toranzo y Espinoza, más Ábila picando entre los defensas rivales para buscar hacer su juego en ataque. El Globo apretaba, mantenía a los centrales lejos de Díaz. La idea de no especular tuvo premio de forma inmediata, ya que los dos minutos nos encontraríamos con el gol.

Huracán retrocede tocando y Mancinelli juega un pase para Martín Nervo, quien larga el pelotazo largo justo antes que lo intercepte Alario. Ramón Ábila acompaña la trayectoria del esférico, gana la posición ante Maidana y banca la salida de Barovero, quien en la puerta de su área mete un puñetazo para despejar. El balón queda boyando y Patricio Toranzo, a pura categoría, la acomoda poniendo el pie derecho con clase e inteligencia para que la globa infle la red y haya explosión en Parque Patricios.

Pato anotándose en un momento clave, y el equipo que siguió con su libreto. Enseguida una excelente jugada de fútbol asociación entre Espinoza, Rolfi y Toranzo termina con el propio Cristian pisando el área pero jugando un centro malo que no logró conectar Wanchope. River respondía a puro centro, pero solo Alario logró conectar uno que no llevó peligro al jardín de Marcos.

El Globo seguía presionando y generando oportunidades, primero Montenegro captura un tiro libre de Toranzo pero de milagro la defensa Millonaria logra despejar. A continuación la pelota le queda a Espinoza entrando al área, Cristian se acomoda de forma espectacular pero tira un mal centro con Ábila y el Rolfi dentro del área.

River no inquietaba y para colmo, en el minuto veinticinco, el Globo aumentaría de forma merecida la ventaja. Saque de arco a posición de Espinoza, quien de cabeza le pasa el fútbol a Mauro Bogado. El volante, pieza única e irremplazable, se acomoda en el ecuador para jugar una excelente habilitación frontal y área para el exacto pique al espacio de Ramón Ábila. Wanchope llega mano a mano con Barovero, conecta la globa para tirar un sombrero por encima del uno y sin nadie que lo moleste cabecea la pelota, como dándole un beso, para meterla en el arco aumentando la siembra. Dos a cero.

Golazo de Ábila, pedazo de delantero, furor en el Palacio. Para colmo, algunos minutos después, Marcelo Barovero le sacó del ángulo inferior derecho el gol a Montenegro. El Rolfi sacó uno de sus clásicos fierrazos tras un excelente taco de Wanchope, y al descanso con un merecidísimo dos a cero, que pudo ser aumentando en por lo menos tres oportunidades distintas.

En el complemento Marcelo Gallardo agregó vértigo a su River, que dejó los centros aéreos para comenzar a intentar lastimar por abajo. Hubo dos puntos de inflexión en el partido, el primero la salida por lesión de Cristian Espinoza, bajado intencionalmente por el amonestado Ponzio. Ezequiel Miralles, su reemplazo, tiene características muy distintas y eso le aportó aire y salida a la banda izquierda del visitante.

El segundo momento fue la salida de Ponzio, que por sus reiteradas faltas debió ser mediante expulsión y no reemplazado por un compañero. Allí River priorizo el fútbol en lugar del roce, y generó complicaciones serias por primera vez en la noche.

Pero nuevamente Huracán tuvo el tercero, Vismara pelea una pelota pegada a la línea que se mete de rebote en el área Millonaria. Wanchope limpia con un solo movimiento a Maidana y deja servido el balón para que Mauro Bogado enganche y defina de zurda forzando una certera respuesta de Barovero.

A veinte del final Alario guapea una pelota de espaldas encima de Mancinelli y Rodrigo Mora saca un derechazo letal que ni Nervo ni Díaz pudieron siquiera intentar contrarrestar. Un gol excelente, de otro partido, para llevar incertidumbre al Palacio. River iba a todo o nada, y aunque Marcos Díaz le tapó un mano a mano a Alario lograría el empate nueve minutos antes del cierre. Lucho González se mueve con libertad ante Balbi y mete la pelota al punto penal. La defensa de Huracán sale en línea enganchando a Alario, pero no a un Mora que en medio tiempo controla y define al gol.

Los últimos minutos fueron tremendos, eternos, pero créanme Quemeros que en lo deportivo se sufrieron muy poco. River pudo dar el gran golpe con un tiro de Alario muy desviado, y un zurdazo a las nubes de Mora. Nada más, incluso el ingresado Villarruel pudo sentenciarlo más su remate fue débil.

Final, locura y pasión. Huracán llega a la final de la Copa Sudamericana en la primera edición que juega, asegurándose un lugar en la instancia decisiva de una competencia internacional por primera vez en la historia.

Lo hace sin haber perdido un solo partido, eliminando al campeón vigente y con la confianza y el nivel necesario como para seguir soñando de verdad. Será una llave muy dura ante el Club Independiente Santa Fe de Bogotá, equipo dirigido por el experimentado uruguayo Gerardo Pelusso que cuenta con varios jugadores de Selección. Definiendo en Colombia.

La historia está en nuestras manos, llegar aquí ha sido duro pero ameno. Huracán es un justo finalista, quizás el mejor equipo del torneo, y deberá ratificarlo en la instancia final. A soñar.

– Síntesis –

Huracán: Marcos Díaz; José San Román, Martín Nervo, Federico Mancinelli y Luciano Balbi; Federico Vismara y Mauro Bogado; Patricio Toranzo (m.83, Lucas Villarruel) y Daniel Montenegro (m.71, David Distéfano); Cristian Espinoza (m.59, Ezequiel Miralles) y Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez.

River Plate: Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana y Eder Alvarez Balanta; Milton Casco (m.46, Gonzalo Martínez), Matías Kranevitter, Leonardo Ponzio (m.66, Luis González) y Lionel Vangioni (m.46, Camilo Mayada); Carlos Sánchez; Rodrigo Mora y Lucas Alario. DT: Marcelo Gallardo.

Goles: 1-0, m.3: Patricio Toranzo. 2-0, m.26: Ramón Ábila. 2-1, m.67: Rodrigo Mora. 2-2, m.81: Rodrigo Mora.

Árbitro: el brasileño Sandro Ricci expulsó a Carlos Sánchez (m.90) y amonestó a Bogado, San Román, Ponzio, Maidana y Gonzalo Martínez.