Feliz estreno en La Feliz. Huracán volvía a los Torneos de Verano, defendiendo el honor ante el rival de siempre. Así lo sintieron ambas parcialidades, quienes coparon el José María Minella, alentaron a sus respetivos equipos y demostraron que una fiesta en paz es posible. Salud por ello.

Así también lo sintieron ambos entrenadores, poniendo lo mejor posible. Pero dentro del terreno el equipo de Pablo Guede tardó pocos minutos en controlar las acciones, con un mediocampo jugando en ritmo altísimo y lateralizando el vértigo para desbordar sin demasiado esfuerzo una línea central Quemera que tardó horrores en reaccionar. Los balones divididos eran para los de Almagro y también los avances más importantes, sus tiros terminaban encima del travesaño o chocaban con la firmeza de Marcos Díaz.

Huracán se defendía con Risso en lugar de Nervo, e intentaba sin éxito controlar la pelota con el novedoso Mariano González haciendo el doble cinco con Bogado. El ataque se reducía al espacio que pudiera ganar con su velocidad Espinoza, Rolfi Montenegro tenía más ganas que contacto con la pelota y Pato Toranzo ausente.

Alcanzando la media hora de juego el equipo que alguna vez tuvo su estadio en el barrio de Boedo perdió precisión entre sus generadores, situación que el Globo aprovechó para respirar con la pelota en su poder y avanzar con mayor cantidad de gente. Un remate de Espinoza que tapó muy bien Torrico y un cabezazo de Mancinelli que no entró de casualidad fue el preludio ofensivo que realizó el Quemero antes de la gran estocada.

A un minuto del cierre de la primera mitad Montenegro busca atacar con Ábila, quien es derribado a metros del área grande por Juan Mercier. El propio Daniel Gastón Montenegro recurrió al baúl de lo que alguna vez fue, para desempolvar su pegada prodigiosa, disparar el balón con una rosca perfecta y hacerlo estallar en la portería de Torrico. Golazo del Rolfi, tiro libre magnífico, y el Pueblo Quemero exuberante de alegría. ¿Merecido? Fútbol en estado puro.

En el complemento la cosa fue bien distinta. Fundamentalmente porqué el Globo logró aumentar la diferencia en apenas siete minutos. Mariano González se propuso, por fín, mostrar atributos. Recuperó la pelota en el mediocampo, apiló a tres rivales en fila y sacó un bochazo habilitación espectacular para el despegue de Cristian Espinoza. La joya llega a zona caliente y juega un pase gol preciso para que Ramón Ábila haga su unipersonal. Wanchope, entrando al área chica, limpia a Torrico con un toque sutil y define al arco vacío sin mirarlo. Dos a cero, golón con el sello de Ábila.

Pero a la fiesta le faltaba una emoción, cuatro minutos más tarde Cristian Espinoza aprovecha un mal retroceso contrario para comerse crudo a Caruzzo, quedar mano a mano con Torrico y definir mal ante el gran cierre del uno. La pelota rebota en el mencionado defensor central y se mente contra su propia valla, seguida por Wanchope asegurando la conquista. Merecía de ser Cristian, en contra vale lo mismo y se disfruta un poco más. Tres a cero indiscutido, arranque demoledor del Globo y poco más de media hora de juego para demostrar que no fue casualidad.

Los situados en el Bajo Flores presionaron y buscaron el gol por distintas vías, el descuento llegó de cabeza cuando Quigñón metió la única que Marcos no logró sacar. Los minutos finales mantuvieron el trámite, Domínguez aprovechó los cuatro cambios permitidos para modificar por completo el ataque del equipo, y aunque se pudo aumentar la siembra en dos oportunidades el recambio se sintió.

Solo quedó tiempo para que Marcos Díaz le saque del ángulo un tiro libre al, nobleza obliga, imparable Buffarini. También para que Sebastián Blanco le haga gestos obscenos a la platea y popular Quemera antes de irse expulsado por un codazo a San Román.

Final y triunfo Quemero. Amistoso pero importante, de contexto pesado y con los laureles de un merecido retorno a las competencias veraniegas. Es importante leer el triunfo como lo que fue, gozarlo pero tomar doble nota de lo que no se hizo tan bien. Y de lo que al plantel le falta.

El doble enganche corre riesgo de quedar obsoleto, y aunque Toranzo y Montenegro se hayan ganado un lugar en el once inicial mantenerlos a todo precio puede ser contraproducente. Claramente Fritzler ocupará un puesto en el medio, liberando a Bogado a su posición natural o quizás dándole la oportunidad a un Mariano González que tras un primer tiempo pálido mostró pinceladas de capacidad.

Todos los cañones apuntan a Caracas pero este triunfo caló hondo en el espíritu de Parque Patricios. Y en el de no sé cuántos barrios más, también.

 – Síntesis –

San Lorenzo: Sebastián Torrico; Julio Buffarini, Juan Mercier, Matías Caruzzo, Emmanuel Mas; Franco Mussis; Pablo Barrientos, Leandro Romagnoli, Sebastián Blanco; Héctor Villalba y Martín Cauteruccio. DT: Pablo Guede.

Huracán: Marcos Díaz, José San Román, Mario Risso, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Mauro Bogado, Mariano González, Patricio Toranzo; Daniel Montenegro; Cristian Espinoza y Ramón Abila. DT: Eduardo Domínguez.

Goles: en el primer tiempo, a los 44 minutos, Montenegro (H). En el segundo tiempo, a los 7 minutos, Abila (H) y, a los 11, Caruzzo (SL), en contra; a los a los 33, Facundo Quignon (SL).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 12 minutos, Facundo Quignon (SL) por Romagnoli; a los 18, Diego Mendoza (H) por Abila; a los 23, Enzo Kalinsiki (SL) por Barrientos y Rodrigo Tapia (SL) por Caruzzo; a los 26, Alejandro Romero Gamarra (H) por Montenegro; a los 31, Ezequiel Miralles (H) por Toranzo; a los 36, Lucas Villarroel (H) por Espinoza y, a los 41, Alejandro Melo (SL) por Cauteruccio.

Incidencia: en el segundo tiempo, a los 39 minutos, fue expulsado Blanco (SL).