La derrota frente a Atlético Rafaela fue un llamado de atención importante, Huracán llegaba a Venezuela con una ventaja mínima y debía buscar la mejor forma de manejar el partido ante un pobrísimo Caracas. Eduardo Domínguez disponía el ingreso de Mariano González por el tocado Espinoza, dejando a Ramón Ábila como única referencias de ataque.

Los primeros minutos se jugaron en terreno local, Huracán intentaba manejar la globa con criterio en tres cuartos de ofensiva y aunque no pisaba el área de Fariñez lograba planchar las acciones. El primer avance fue un tiro libre de Montenegro, tras infracción a Ábila, que se estrelló contra la pared exterior derecha la portería roja.

Alcanzando el minuto veinte Caracas comenzaría a imponer condiciones, generando peligro con un centro venenoso que Marcos salvaba con incertidumbre y un posterior tiro libre que terminó en gol anulado por el árbitro Enrique Cáceres. Si bien uno de los atacantes se encontraba en posición adelantada, su participación en la acción no queda del todo clara. Polémica decisión.

El Globo tuvo un par de avances en los quince minutos finales, pero en ninguna de las dos ocasiones Mariano González logró darle dirección a sus impactos. El local terminó mejor el primer tiempo, llegando con regularidad a posición ofensiva para poner en jaque, con muy poquito, el resultado.

Lo logró en el minuto de adición, cuando tras una jugada preparada en saque de esquina Rubert Quijada sorprende a Nervo en el segundo palo y vence de cabeza a un Marcos Díaz de reacción tardía. 0 – 1 y todo empatado.

El complemento comenzó sin cambios, sorpresivamente por lo poco que realizó Huracán en ofensiva. Ábila seguía inmerso en una soledad abrumadora, y sus participaciones tampoco aportaban eficacia. El jugador más importante del ataque era Mariano González, quien siempre comenzaba en posición defensiva. Toranzo acumulaba pases incorrectos y Montenegro destacaba por su empuje, pero poco por su fútbol.

Caracas estaba mejor, demoraba cada acción en la que tenía posibilidad y se sentía comodísimo con el escenario de los penales. Increíblemente Huracán también parecía cómodo, seguía lejos del arco rival y sin realizar ningún tipo de modificación táctica ni de nombres.

Huracán tuvo media hora incomprensible, como aquel que espera solo por el gusto de esperar. El Globo no atacaba pero tampoco defendía, se encontraba en una nebulosa de imprecisión y falta de decisión que Caracas aprovechó al máximo. Casi sin querer el local quedó al borde del gol un par de veces, pero Marcos respondía.

Al minuto 29 el Globo se quedó con un jugador menos por la expulsión de Mariano González, quien vio la segunda amarilla. González fue imprudente en una infracción evitable, sin embargo el señor Cáceres dio cátedra sobre sancionar cosas distintas ante situaciones exactamente iguales.

A diez del final Eduardo Domínguez decidió realizar el primer cambio, Lucas Villarruel por Daniel Montenegro. Matías Fritzler buscaba el arco con un tiro venenoso que salvaba Fariñez y tres minutos más tarde Caracas convertía su segundo gol. Arango aprovechó el espacio entre los dos centrales Quemeros para sacar una tremenda volea y vencer la resistencia de Díaz. Dos a cero y el castillo de naipes desparramado en el suelo.

Huracán se encontraba sumergido en la eliminación, ante un equipo que sacaba a relucir sus mañas y limitaciones. Pero tendríamos un milagro a nuestro favor, luego que Domínguez dispusiera los desesperados ingresos de Miralles por San Román y Mendoza por Fritzler.

Alcanzando el segundo minuto de los cuatro adicionados por Cáceres Patricio Toranzo se mete al área tras combinación con Miralles. Pato se toma un tiempo más en el vértice del área y habilita la carrera del propio Miralles, quien juega un excelente centro de derecha para ubicar la cabeza del altísimo Diego Mendoza, que sobrevolando los cielos de Venezuela conecta el servicio para clavar la pelota dentro del arco en una imagen para el recuerdo.

Increíble 1 a 2, premio excesivo por lo que poco que se realizó en el partido. Pero nadie nos sacará la alegría de viajar por América otra vez. Huracán se clasificó por la ley del gol como visitante y compartirá el Grupo 4 con Peñarol, Atlético Nacional y Sporting Cristal.

El planteo de Domínguez fue una apuesta, que se mantuvo sin demasiado fundamento a lo largo de ochenta minutos. Los cambios fueron tardíos y desesperados, el despertador sonó a tiempo y Huracán terminó clasificando de casualidad. No tengo ningún tipo de duda que el Globo podría haber resuelto el partido mucho antes, si hubiese acompañado a Wanchope sin la necesidad de llegar a estar en la lona.

Perdimos por segundo partido consecutivo y volvimos a dejar una imagen de inferioridad. Que esta clasificación sirva como envión anímico para barajar y dar de nuevo. Estamos a tiempo de repasar los planteos y los nombres elegidos, Domínguez ha demostrado capacidad en su corta carrera como entrenador y sería una pena tirar todo por la borda.

Estuvimos a segundos de una eliminación dolorosa, papelonera e histórica. Sacamos amor propio y algo de esa energía especial que Huracán logró en su nueva etapa internacional. No demos nada por sentado, trabajemos para volver a ser un equipo competitivo de verdad.

 – Síntesis –

Caracas FC (Venezuela): Wuilker Fariñez; Jefre Vargas, William Díaz, Giácomo Di Giorgi, Rubert Quijada; Ricardo Andreutti, Robert Garcés, Evelio Hernández, Paulo Arango; Robert Hernández y Over Garcia. DT: Antonio Franco.

Huracán: Marcos Díaz, José San Román, Federico Mancinelli, Martín Nervo, Luciano Balbi, Matías Fritzler, Mauro Bogado, Mariano Gonzalez, Daniel Montenegro, Patricio Toranzo, Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez

Árbitro: Enrique Cáceres.

Goles: 45′ Quijada, 82′ Arango (C); 91′ Mendoza (H).

Cambios: Ingresaron Lucas Villarruel, Diego Mendoza y Ezequiel Miralles por Montenegro, Fritzler y San Román.

Expulsados: 74′ M. González (H)