«No tengo palabras para agradecer todo el apoyo de los jugadores locales, los que están afuera del país, dirigentes y todo el pueblo Quemero. Todos pendientes de cómo estábamos. El agradecimiento es esterno para ustedes y sin dudas a mi familia, que realmente estuvieron muy preocupados por mi situación, porque no sabían exactamente lo que había pasado. Ellos me dan la fuerza necesaria para seguir adelante y no dejarlos caminando solos por la vida.

Lo que vivimos en el momento de habernos quedado sin frenos fue algo muy duro para todo el plantel, no sabíamos dónde ibamos a terminar. Hugo gritos de desesperación, mucha angustia y todos desesperados para ponernos los cinturones de seguridad que no había, pero la imagen que me queda cuando el micro queda desplomado en el piso, es la de todos queriendo ayudar.

Yo fui uno de los primeros en salir del micro con el pie en malas condiciones, y lo primero que veo es a Diego Mendoza, y nos miramos y ninguno de los dos podía ayudar por las condiciones en que estábamos. Una verdadera tristeza pero con un final de haberla sacado barata.

Y por último, a ese Huracán de tantos sufrimientos… pasamos muchas cosas en lo deportivo. Alegrías, tristezas, cruzamos muchas barreras para conseguir cosas importantes, pero sin duda esta fue la peor barrera de este grupo, y gracias a Dios una vez más pudimos pasarla.

No me quedan más palabras para decir. Les agradezco una vez más a todos los que estuvieron presentes en este momento tan duro. Que tengan un buan día, y que Dios los bendiga.

Pato Toranzo».