Marcos Díaz: Mantuvo su arco en cero por segundo partido consecutivo, no fue demasiado exigido y respondió bien las pocas veces dispararon dentro de los tres palos. Cometió un error saliendo en falso durante el complemento, en una jugada donde el palo le terminando negando la conquista a Rinaldi.

José San Román: Arrancó firme en defensa y colaborando en ataque, su actuación fue mermando con el correr de los minutos y terminó con complicaciones en el complemento. Lo mejor de la noche fueron sus proyecciones, que no terminaron de pesar por las desconexiones ofensivas que tuvo el equipo.

Mario Risso: Realizó un buen partido, prácticamente impasable en el juego aéreo. No estuvo fino con la pelota en los pies ni se sonrojó por revolearla en cada oportunidad que tuvo. Volvió a cumplir en la zaga central a fuerza de firmeza y voluntad.

Federico Mancinelli: Lo mejor del Globo, garantía total en defensa. El pelado realizó varios cruces y cierres que podrían haber llevado peligro serio al arco de Marcos. Mancinelli prácticamente ya domina el perfil, lo demostró bajando varias pelotas de zurda. Incluso le tiró un sombrero a su marca en una excelente maniobra defensiva, de lo poco destacado en la opaca noche de Paternal.

Luciano Balbi: Tuvo un cotejo con altibajos, marcó bien el hombre a hombre pero aun así todo el peligro que generó Argentinos en la primera mitad vino prácticamente por su sector. Pesó muy poco en ofensiva y no se desenvolvió del todo cómodo.

Alejandro Romero Gamarra: Tuvo una actuación deslucida, como todo el equipo. Kaku generó poco fútbol, algunas jugadas aisladas y apenas pequeñas demostraciones de su talento. Perdió la regularidad que tuvo en partidos anteriores y el equipo lo sintió, nunca bajó los brazos mientras estuvo en cancha pero no le alcanzó para destacarse.

Lucas Villarruel: Mal partido de Lucas, muy por debajo de sus posibilidades. Le costó mucho tener presencia en el mediocampo, y allí se explica buena parte del dominio rival en esa zona. Corrió de atrás en varios pelotazos y apenas logró algunas pocas recuperaciones de balón que quedaron perdidas en la noche. No volcó su buena lectura con la pelota en jugadas ofensivas y terminó realizando un partido muy liviano.

Mauro Bogado: De lo mejorcito, por empuje, voluntad y determinación. Mauro tuvo varias oportunidades para rematar limpiamente pero le faltó precisión en la zona caliente. Cortó varios avances y siempre fue opción para recibir. Por momentos fue enganche de un equipo partido en dos, pero perdió fuerza en los últimos veinte minutos.

Daniel Montenegro: Arrancó para comerse la cancha, pero se fue desinflando conforme pasaba el partido. En el día de su cumpleaños el Rolfi armó buenas jugadas en el primer tiempo, pero ninguna de ellas obtuvo la profundidad deseada. Pocas veces logró ponerse en zona de tiro y largó apenas un par de remates sin potencia. Montenegro estuvo por debajo del nivel que construyó en los últimos partidos, lo cual impactó de forma directa en el rendimiento colectivo de Huracán.

Cristian Espinoza: Volvió a tener uno de esos partidos olvidables, prácticamente sin tomar ninguna buena decisión y más enfocado en el cuerpo a cuerpo que en tratar la pelota. Cristian no logró pesar ante una defensa endeble y terminó siendo reemplazado (Apresuradamente) en el entretiempo. Una mala noche de La Joya.

Ramón Ábila: Allá a lo lejos, perdido entre las profundidades de la defensa local estuvo Wanchope. Muy aislado, solo acarició el gol con un cabezazo que le sacó Lanzelotta. Corrió mucho y buscó bastante afuera del área, pero nunca logró recibir cómodo y pese a sus buenos movimientos no logró desnivelar en su hábitat natural.

Mariano González: No pudo imprimir su juego a favor del equipo, estuvo muy estático y pese a algunas pinceladas terminó cayendo en la mediocridad del partido. Aportó más en defensa que en ataque y no estuvo fino a la hora de atacar.

Lucas Chacana: Entró para aportar frescura en ataque y no lo logró, se recostó demasiado por las bandas y le faltó decisión para hacerse de la pelota. Pudo ganarlo con un remate que pescó, más fue bloqueado por un defensa rival.