«Sentí una emoción muy grande. Mientras entraba en calor, lo miraba a Eduardo a ver si me ponía. Tenía muchas ganas de pisar la cancha nuevamente».

«Pienso en los momentos en que no sabía usar las muletas, me caía, y ahora al pisar la cancha fue algo muy especial».

«Todo lo que me ha pasado en la vida ha sido en este club, tengo una vida acá y mi historia en Huracán está escrita».

«Luego del partido, los jugadores de Unión me felicitaron todos. Les agradezco porque se han portado muy bien, y no han tenido piedad, y eso está bueno. Cuando tenían que chocarme, me chocaron, cuando tuvieron que hacerme faltas lo hicieron, y eso me sirvió para darme cuenta dónde estaba parado».

«Le había dicho a mi familia, que iba a volver antes de que terminara este campeonato. No tenía dudas. Me preparé para esto».

«Diego Mendoza me esperó cerca del túnel para saludarme cuando terminó el partido. Me dijo que me lo merecía y que estaba muy contento. Habíamos hablado que el primer tiempo él iba a mirarlo en la platea junto a mi familia, y el segundo tiempo le pedí que lo viera desde adentro del campo de juego porque si entraba y hacía un gol, se lo iba a dedicar. Diego es una de las personas que está al lado mío siempre. No lo pude esperar, mi idea era esperarlo pero son diferentes lesiones. Seguramente va a volver mejor que nunca».

«A la gente de Huracán, solo palabras de agradecimiento. Me han llenado de mensajes. Yo simplemente trabajo para agradecerles el cariño dentro de la cancha, es la única manera que tengo. Estoy feliz de que me hayan apoyado, y gracias a ellos también estoy acá».