NOMBRE: Matías Daniel Soler
FECHA DE NACIMIENTO: 18-04-1995 (21 años)
LUGAR DE NACIMIENTO: San Pedro, Buenos Aires
ALTURA: 1.76
PESO: 77 kg
POSICIÓN: Arquero
INFERIORES: Racing de San Pedro, Boca, Huracán.
A los 12 años, Matías Soler vino con sus valijas a Buenos Aires, dejando atrás la ciudad de San Pedro y a su familia para probar suerte. Sus primeros pasos los dio en Boca Juniors, y en 2013, a través de Néstor Apuzzo, llegó a Huracán, que le dio la posibilidad de formar parte del club y de la pensión de inferiores.
Los entrenadores que tuvo fueron “Chulo” Tartaglia, Rodolfo Pereira, Daniel Messina y Néstor Apuzzo, pero admite que gracias a Pereira logró continuidad, y que está plenamente agradecido a Néstor Apuzzo, por darle la posibilidad de llegar el Globo y estar en reserva.
Matías viene de ser valla menos vencida en Cuarta División, y alterna titularidad en Reserva con los arqueros de primera, Gonzalo Marinelli y Matías Giordano. Todas las mañanas se toma dos colectivos para llegar a La Quemita y entrenar. Muchas veces, realiza dobles turnos, porque Leo Torrico, entrenador de arqueros, lo incluye en los entrenamientos de Primera División con el objetivo de que gane experiencia.
Al momento de hablar de la actualidad de la reserva, dijo: “Estoy contento de pertenecer a un plantel que está focalizado en lo que quiere. Dependemos de nosotros mismos, es el deseo de todos que después de tantos años una reserva de Huracán esté peleando el campeonato, y también es nuestro deseo viajar a la Copa Libertadores de reserva después”, admite sobre el equipo de Apuzzo.
“De chico miraba a Oscar Ustari, por su forma de atajar y su personalidad. Pero mi ídolo futbolístico es Juan Román Riquelme. Dentro de Huracán, no tengo un solo referente, porque los admiro a todos. Son muy buenas personas, trabajadores, y admiro al plantel en general”, confiesa sobre la primera división del Globo.
Sobre sus metas y sueños, afirma que el primero es debutar en Huracán, y más tarde quizás, consagrarse en algún club del exterior: “Me imagino un debut con muchos nervios. Uno siempre se siente listo, pero la verdad es que todos los días acá seguimos aprendiendo, más en mi puesto que habla de madurez. Aparte tenemos arqueros con muy buena experiencia, y hay que estar a la altura. Los primeros guantes me los voy a quedar yo, para recordar el esfuerzo, la primera camiseta, va a ir para mis papás, que siempre permitieron que yo me pueda dedicar al fútbol”.
Sobre los arqueros de primera división, agregó: “Con Marcos Díaz tengo una relación muy buena, es un tipo bárbaro que se acerca a hablarte, a corregirte, y es muy importante que un arquero que logró tanto en el club te apoye y te corrija siempre. Lo mismo con Matías Giordano y Gonzalo Marinelli, tengo muy buena relación y son muy buenas personas”.
Al hablar de lo que significa Huracán en su vida, lo resumió con “Huracán en mi vida es todo, Gracias a Dios, por Huracán hoy yo vivo”.
Y enumerando el listado de cosas que siente que le dio el club, admitió: “El Globo me dio la posibilidad de tener un lugar en el club cuando no sabía que iba a pasar conmigo, me hizo ser un jugador profesional, me deja entrenar con gente de mucha experiencia, aprender, me dio amistades muy buenas, me dio un lugar donde vivir cuando yo en Buenos Aires no tenía y estaba lejos de mi familia, y el día de mañana se lo quisiera devolver jugando, y defendiendo la camiseta de la mejor manera posible. Me gustaría que el día de mañana me recuerden como a un arquero que haya podido salvar un campeonato, o que haya sido la valla menos vencida, con esos buenos rendimientos”.
Soler conoce de esfuerzos y de paciencia. Desde que dejó San Pedro para probar suerte, se valió por sí mismo con el objetivo de llegar a debutar en un plantel profesional. Hoy, paso a paso, sabe que está en camino. Sabe lo que significa la pertenencia y el agradecimiento al club que según él “le dio todo”. Y aunque admite que “Marcos Díaz hay uno sólo”, sueña con que en el futuro, la gente pueda decir lo mismo de él.
