Marcos Díaz: Participó poco. Respondió bien cuando debió descolgar balones aéreos y desactivó con velocidad sobre el cierre del primer tiempo un remate rival que pudo ponernos en desventaja. No tuvo responsabilidad en el gol, intentó sin éxito achicar tras el error defensivo.

Carlos Araujo: Impecable desde lo físico, impreciso con la pelota. El Pipi se destacó por acompañar siempre los ataques y tener resto para regresar, incluso durante muchos pasajes del segundo tiempo fue un volante más. El problema pasa por no verlo firme a la hora de buscar el arco, jugar algún centro o pases profundos, lo cual le quita brilló y relevancia a su juego. Es una opción súper valida, pero necesita competencia.

Martín Nervo: Jugó un partido con altibajos, bueno en líneas generales pero con algunas complicaciones. Quedó corto en la previa al gol de Central Córdoba, pese a que no fue el primer responsable, y algunos minutos después marcó mal en el hombre a hombre liberando su marca. En el complemento ganó impronta y fue siempre salida, empujó desde el fondo y terminó en buen nivel.

Federico Mancinelli: Lo mejorcito de la defensa, sin grandes luces. Fue faro para todos los balones frontales que tiró el Charrúa, despejándolos en su mayoría y también ganó la ofensiva en algunos pocos saques de esquina. Mantuvo un nivel parejo y pasó pocos sobresaltos.

Leonardo Müller: De mayor a menor, arrancó ligero por la banda izquierda pero fue perdiendo intensidad en la marca. Central Córdoba eligió su zona para buscar ataques y se notó, Leo alternó buenas y malas intentando combatirlos. En ataque aportó poco, tuvo notorias intenciones de destacarse pero no terminó de hacerlo. Se aprecia que Müller tiene virtudes, pero apostar todo a él para ser el marcador de punta izquierdo titular puede ser perjudicial. Primero para un pibe que está haciendo sus primeras armas, después para el equipo.

Alejandro Romero Gamarra: Fue lo más destacado en la noche, pese a sus intermitencias siempre logró aportar algo distinto para terminar siendo el jugador Quemero que buscó proponer siempre. Abrió el marcador con una excelente jugada que él mismo arrancó casi en la línea media, para terminar definiendo de forma perfecta dentro del área rival. Supo ser el gancho entre medio y ataque colaborando también en defensa. Viene de un buen semestre, ojalá siga consolidándose en el que arrancó.

Lucio Compagnucci: Debut auspicioso de Compagnucci, quien sin tener una actuación excelente aprovechó la oportunidad para mostrar algunas credenciales. Es un volante central de recuperación y fricción, pero tuvo algunas situaciones en donde dejó claro que puede ser criteriosos a la hora de ceder la pelota. Su reconocido temperamento le valió una tarjeta amarilla y algunos reclamos a compañeros, trabajar sobre este aspecto hará que termine destacando solo por sus virtudes. Aprobó el primer examen, mostrándose como variante válida y apareciendo en la previa al segundo gol Quemero.

Mauro Bogado: No fue un buen partido de Bogado, impreciso con la pelota corta y larga. Jugó muy retrasado y tardó en acoplarse a los diferentes ataques, actuó del centro hacia la izquierda dejando algunos huecos delante de su posición. En el complemento se adelantó algunos metros y gravitó más, se hizo cargo con coraje y determinación del penal y terminó dándonos el triunfo. Tuvo también la posibilidad de marcar el tercero, con un remate fuera del área. Con Mauro en cancha Huracán gana, sobre eso no hay ninguna discusión.

Mariano González: Intentó destacarse cada vez que participó con la pelota, pero ese entusiasmo terminó jugándole en contra. Buscó hacer apiladas Maradonianas, pero logró resaltarse cada vez que eligió jugar simple. Participó en la gesta del primer gol, y le cometieron el penal que terminó definiendo el partido. Buscó el arco en varias oportunidades, logrando quedar a centímetros del gol con un disparo sobre el cierre del primer tiempo. Mariano demostró el último semestre estar entero, y se mantuvo en sintonía.

Lucas Chacana: El único jugador que no aprovechó la oportunidad, pese a que en los primeros minutos parecía que iba a comerse la cancha. Lucas volvió a estar contenido y dejó percibir que el partido le pesó mucho, buscó espacios para intentar amagar más no logró ser profundo ni tampoco determinante. Merodeó el área y también apareció dentro de ella, sin éxito. Hay evidente confianza en sus cualidades, la sensación de tablón es que no la está justificando.

Norberto Briasco: Si hablamos de aprovechar oportunidades, Norberto es el claro ejemplo. Jugó con determinación, encaró siempre que tuvo espacio y demostró criterio para ceder la pelota. Siembre priorizó jugar, se movió bien de espaldas al arco y sacó a relucir facilidades para dominar de pecho. Participó en los dos goles, asistió a Kaku en el primero y buscó a González antes que le cometieran penal. Se lo vio cómodo fuera del área y también motivado para buscar su gol, aunque no logró remates limpios. Ante la ausencia de delanteros, Briasco mostró tener virtudes para pelear un lugar. Que importante será traer un delantero “titular”.

Diego Mendoza: Ingresó en un mar de justificada emoción, retornando al ruedo oficial luego de la lesión que le produjo el accidente en Caracas. Estuvo visiblemente participativo, marcó presencia con su porte y derrochó motivación. Otro jugador que puede pelear un puesto sin ningún tipo de dudas, y que se potenciará en caso de tener un delantero referencia buscando el mismo lugar.

Matías Juárez: Debuto este pibe, del quien solo tengo excelentes referencias. Se lo percibió algo nervioso, pese a no tener tiempo de mostrar sus cualidades. Algunos toques de distinción y nada más.

Nicolás Femia: Otro debut, Nico jugó algunos minutos sacándose el peso de hacer su primera aparición con nuestra camiseta.