Decepcionante debut de local para Huracán en el torneo. Debió conformarse con el empate frente a Quilmes, en un partido en el que lo arrancó perdiendo, mereció la igualdad, y sobre el final casi lo pierde. Otros 45 minutos iniciales regalados con un sistema táctico absurdo en el que se jugó sin un delantero de área. La gente reprobó a Domínguez tras sus desafortunadas decisiones y el campeonato arrancó peor de lo que se esperaba. A mejorar, pero mucho.
LO BUENO
Ignacio Pussetto: El mejor jugador de Huracán. Si aún quedaban dudas de que debía ser titular, anoche las terminó de disipar. Desequilibró mucho por la banda derecha, con una velocidad sorprendente que lo hizo dejar jugadores en el camino con total facilidad. Una pena que por culpa del planteo táctico, durante la primera etapa no haya encontrado un compañero al que asistir. Además de todo esto, le aporto un sacrificio en la marca como para no dejar de destacar. Cuando fue reemplazado en el complemento, el rechazo de la gente fue unánime. Claro, nadie advirtió que se encontraba lesionado. Luego de la estupefacción generalizada, arrancó su primera ovación en el club. Más como forma de protesta hacia Domínguez que otra cosa, pero quedó la sensación de que ya se metió a la gente en el bolsillo.
Luca Sosa: Como no destacar al autor del gol que le permitió al Globo al menos rescatar un punto en un pésimo partido. De titular reemplazando al lesionado Mancinelli, había cumplido una buena actuación en la primera mitad jugando en la zaga central. En el complemento, con el cambio de piezas de Domínguez, pasó a ocupar el lugar de Garré en el lateral izquierdo. Es cierto que con poco cualquier jugador puede rendir más que el ex Patronato. Pero Sosa había dejado bastante que desear cuando tuvo que jugar en esa posición. Anoche, mejoró incluso su rendimiento inicial, proyectándose varias veces (en la jugada del gol estaba pisando el área) y estuvo correcto en la marca, salvando las papas más de una vez, con un medio que hacía agua. En hora buena que Sosa se convierta en una alternativa a tener en cuenta.
LO MALO
El primer tiempo: Era difícil que Huracán volviera a repetir una actuación tan mala como aquel primer tiempo en Mendoza. Pero a mismo sistema táctico, mismo resultado. Lo peor de todo es lo amarrete de presentar de local un equipo sin delanteros netos para enfrentar a un rival que en los papeles se presume inferior. Así fue como Huracán no pateó al arco en toda la primera mitad y Quilmes, con poco, se fue al descanso ganador. Antes de que finalice la primera etapa, Barrales y Toranzo comenzaron a realizar el precalentamiento. Síntoma evidente del fracaso del planteo (una vez más) y de la disconformidad del DT. Ojalá este planteo sea sepultado para siempre, para no volver a repetir actuaciones horripilantes.
Marcos Díaz: El propio arquero en declaraciones posteriores al partido admitió haber tenido su peor partido en Huracán. Gran responsable del gol de Andrada. A simple vista se advirtió lo mal ubicado que estaba previo al remate, regalando por demás su palo derecho. Andrada detectó lo mismo y sacó el disparo. Marcos pudo recomponerse y llegar a desviar el balón, pero el rechazo fue defectuoso y terminó convirtiéndose en el gol de Quilmes. Totalmente evitable. Luego, estuvo llamativamente inseguro durante todo el partido. Él, que es amo y señor del área, dudó una y otra vez a la hora de salir a cortar centros, e increíblemente se le escurrió de las manos la pelota en dos jugadas distintas. Y jugando con los pies ya sabemos que no es su fuerte. Partido para el olvido para el mejor arquero de la historia del club.
Nicolás Romat: Mala performance en su debut en el Globo. Coautor responsable del gol “cervecero”. Se resbaló y perdió el balón frente a Enzo Acosta y lo terminó corriendo de atrás. Ni siquiera llegó a cortarlo con falta, antes de que éste le ceda la pelota a Andrada. Se lo vio muy impreciso, con problemas en la marca y poco aporte ofensivo. Pedido a gritos ante el bajo nivel de Araujo, estuvo muy lejos del rendimiento que se le espera.
Mariano González: No puede achacársele el error de mandarlo a jugar de “nueve” a su edad. Los resultados estuvieron a la vista. El descalabro de la primera mitad intentó solucionarse desarmando el mediocampo y reubicándolo de volante central. La cosa empeoró. Recuperó poco y nada y fue increíble la cantidad de pases mal dados por él. La escasa contención en el mediocampo hizo sufrir a la defensa sobre el final del partido. También tuvo en sus pies el empate, pero su remate dio en el travesaño. Demasiada exigencia para el primer partido de la temporada para Mariano González.
Daniel Montenegro: Muy poquito del “Rolfi”. Encargado de la generación de juego, terminó siendo intrascendente. Tampoco probó mucho de media distancia, y cuando lo intentó, sus remates fueron defectuosos. No arrancó bien la temporada el 10.
LO FEO
Caprichos que cuestan puntos: Las malas decisiones del DT a Huracán ya le costaron puntos en el inicio del torneo. De seis puntos en juego, sólo obtuvo uno, jugando ante un Godoy Cruz con medio equipo suspendido y un limitado Quilmes. No existe palabra que mejor defina al planteo de Domínguez que no sea capricho. En Mendoza, pareció un mensaje directo a Nadur, cuando todavía no había llegado ningún delantero. Quince días después de aquel partido, al Globo arribaron Barrales, Depetris y Lesman. Por más que no estén al 100 % en lo físico, cuesta creer que ninguno de los tres (más Mendoza) no estaba para arrancar de titular. Si Barrales jugó todo el segundo tiempo, tranquilamente lo podía hacer en la primera mitad. Frente a Godoy Cruz había sido evidente que no se podía jugar sin delantero de área, y Domínguez se empecinó en volver a cometer el mismo error. Quince días de trabajo que no sirvieron para nada. Y otra vez se volvieron a quemar dos cambios en el entretiempo, intentando corregir el “pecado original” tras otro primer tiempo regalado. El experimento terminó con Mariano González de 5 y Fritzler de 6. Raro por donde se lo mire. La ovación a Pussetto fue una clara muestra de disgusto y reprobación hacia el técnico. Tiempo de trabajo hubo de sobra. Por eso no se entienden estas locuras. Y ojo que a Huracán no le sobran puntos como para seguir regalando.
LOS NÚMEROS
Historial general frente a Quilmes: Partido número 71. 36 victorias, 17 empates y 18 derrotas.
Último partido frente a Quilmes: Había sido derrota por 2 a 1 en el Centenario de Quilmes, en el torneo de Primera División 2015. Montenegro el gol Quemero.
Última victoria frente a Quilmes: Fue en el Clausura 2011. Triunfo 2 a 1 con goles de Zárate y Cámpora.
Última victoria de Huracán: Fue por los 32avos de la Copa Argentina 2016. Triunfo 2 a 1 frente a Central Córdoba de Rosario, con goles de Romero Gamarra y Bogado.
Última victoria de Huracán de local: Frente a San Martín de San Juan, en la fecha 10 del Torneo de transición 2016. Triunfo por 4 a 3 con dos goles de Ábila, Fritzler y Mariano González.
LAS PERLITAS
La figura Quemera: Ignacio Pussetto.
La desilusión Quemera: Marcos Díaz.
La mejor jugada: Tras un centro de Romat, un defensor de Quilmes no alcanza a despejar del todo, quedándole la pelota a Luca Sosa, quien saca un remate cruzado de primera y empata el partido.
La peor jugada: Romat se resbala y pierde la pelota frente a Enzo Acosta. Éste juega para Andrada, quien remata al arco, venciendo la pobre resistencia de Marcos Díaz y convirtiendo el 1 a 0 parcial para la visita.
