Marcos Díaz: Fue importante para Huracán durante los noventa minutos, aún con algunas salidas temerarias que pudieron ser más perjudiciales. Durante la etapa inicial tapó tres pelotas de gol, la primera de ellas excelente tras un resbalón, y se estiró lo más que pudo para intentar evitar el gol de Tigre. Ya en el complemento jugó con su defensa al límite, recibió poco peligro pero en líneas generales reaccionó bien.

Carlos Araujo: Discreto partido de Araujo, quien pese a tener un mejor ritmo defensivo que en sus partidos anteriores volvió a cometer grandes errores a la hora de ceder la pelota. Perdió una pelota que no fue gol de casualidad en el primer tiempo, pero compensó con su buen andar físico. En el complemento adelantó su posición para quedar casi de ocho, sin embargo sus correctos desprendimientos no fueron acompañados con conclusiones precisas de jugadas.

Martín Nervo: Convirtió el gol que termina rescatando a Huracán de una derrota segura, primera diana del capitán con nuestra camiseta. Durante el resto del partido Nervo alternó buenas y malas, no mostró firmeza defensiva y quedó en la foto del gol sin lograr anticiparse a Luna en el cabezazo. Insisto en que Martín sigue por debajo de sus posibilidades, el alivio es saber que cuenta con las herramientas para revertirlo rápido. Ojalá el gol le de confianza.

Luca Sosa: Otra actuación lúcida del pibe, que volvió a desenvolverse como segundo marcador central. Mostró personalidad para jugar el balón y carácter defensivo, cubrió bien los espacios y logró algunos cierres que evitaron acciones más peligrosas. Dio el puntapié inicial al empate metiendo la pelota al área, y volvió a demostrar que puede pelear un lugar aún con la inminente vuelta de Mancinelli.

Ezequiel Garré: Tuvo quince minutos fatales, como todo el equipo, en donde no ganó una sola pelota y quedó parado ante Rincón, dejándolo solo en el ingreso al área en una maniobra que terminó salvando el palo. Pasado el cuarto de hora Garré pisó mejor la cancha, ajustó la marca y tuvo algunas intervenciones positivas. Jugó todo el primer tiempo y parte del segundo sin una referencia delante de su posición, aún así se las ingenió para recibir cada mano a mano. Mostró algunos hilos de luz, pero su nivel general sigue por debajo de lo necesario.

Matías Frtizler: Volvió a hacer gala de su oficio y categoría, poniendo estas virtudes a favor del Globo.  Durante el primer tiempo bancó solo a un mediocampo difícil de entender, aportando una cuota de equilibrio y siendo el principal responsable a la hora de romper líneas. En el complemento colaboró con los defensores, se cerró sobre el lateral izquierdo ante las proyecciones de Garré y logró ingeniárselas para no pasar grandes sobresaltos. El Polaco es la balanza de un Huracán que no se encuentra en la zona media, y nuevamente fue el punto más alto.

Mariano González: Se desenvolvió como “doble cinco” con resultados dispares. Dio una buena mano defensiva e intentó ser generador de fútbol, aunque no estuvo fino con la pelota en los pies. Mariano entiende muy bien la función táctica y por eso logra ocupar espacios de forma correcta, esta vez le faltó un contacto más positivo con la pelota, sobre todo en cada oportunidad que rompió el círculo central para aparecer en las inmediaciones del área.

Patricio Toranzo: No fue un buen partido del Pato en su retorno a la titularidad, moviéndose del centro hacia la izquierda y oficiando durante varios pasajes del partido como volante lateral. Estuvo demasiado impreciso para su calidad, entregando en la primera mitad cuatro pelotas directas a un rival que significaron contragolpes. No logró imponerse con los pases filtrados y pesó muy poco en ofensiva, siendo lo más destacado de su participación aquellos momentos en los que se acopló en la defensa para dar una mano. Cambió a Huracán las dos veces que ingresó desde el banco, quizás esto sea un indicador a futuro.

Daniel Montenegro: Con más errores que aciertos fue el principal generador de juego del Globo, en el marco de un cotejo donde Huracán generó realmente poco.  Tuvo una volea que no definió del todo bien en el primer tiempo, antes de dejar a Mendoza cara a cara con el gol con un pase entre líneas. Retrocedió mucho para buscar la pelota realizando un desgaste físico, pero siempre se las ingenió para que este aspecto no modifique demasiado su fútbol. Cuando salió Huracán se apagó en la ofensiva, aún así sabemos que Montenegro puede dar más.

Ignacio Pussetto: Poco de Nacho, muy atado a la banda derecha y quizás aún con resquemores de su lesión. Fue el faro para que Huracán busque lateralizar pelotazos, Tigre se dio cuenta enseguida y con dos hombres encima logró neutralizarlo. Pussetto casi que no logró crearse espacios ni pisó el área, siendo otro jugador ofensivo que terminó destacándose más por cubrir huecos en defensa. Lo necesitamos más suelto, sabiendo que tiene las condiciones físicas para cubrir un terreno mayor.

Diego Mendoza: Pasó de no entrar un segundo a jugar el partido completo y más allá de la emoción Mendoza demostró en algunos pasajes condiciones para pelear un lugar. Nunca lo habíamos visto tanto tiempo con nuestra camiseta, y quizás el aspecto más destacado de su juego sea la facilidad que tiene para encontrarse espacios. Tuvo situaciones de gol, pero no definió bien ninguna de ellas. Sí participó en la previa al empate, bajándole bien la pelota a Nervo.  Lo bueno es que juegue, en una zona importantísima en donde Huracán está haciendo agua. Su partido fue de discreto a pobre, pero estamos obligados a buscar algún atisbo de esperanza.

Ingresaron

Alejandro Romero Gamarra: Su ingreso se pedía un poco antes, Kaku entró para comerse la cancha pero nuevamente terminó pesando poco. Hay que darle minutos por ser el enganche más dinámico que puede encontrar hoy el Globo, pero necesitamos que Alejandro pueda meterse de lleno en los partidos de forma más rápida.  Tarea difícil para cualquiera, pero Romero Gamarra tiene un talento especial con el cual puede lograrlo.

Jerónimo Barrales: Se lo notó en clara desventaja física, ya que prácticamente no pesó en su ingreso. Es cierto que prácticamente Huracán no generó situaciones mientras él estuvo en cancha, pero no pudo hacerse espacios y solo terminó chocando un par de veces. Barrales no está a punto, y se nota. Los errores del mercado se pagan, habrá que seguir esperándolo.

Julio Ángulo: Otro que ingresó tarde, logró meter algunos buenos balones al área rival y no mucho más que eso. En un plantel plagado de centrocampistas, es difícil imaginar a Ángulo jugando tan pocos minutos.