orneo de primera división 2016, 4ta fecha – Huracán 0 vs Sarmiento 0 – Partido a partido analizaremos en planteo táctico del equipo de Eduardo Dominguez.
Pasó otro partido de local, otra chance de conseguir la primera victoria en un campeonato en el que -ya no es noticia- el Globo no logra encontrar un funcionamiento que le permita lastimar a sus rivales.
A priori, Eduardo Dominguez dispuso por primera vez en el torneo un equipo coherente.
Las novedades del 4-2-3-1 fueron la inclusión de Federico Mancinelli (quién volvió a la titularidad en el centro de la defensa), Luca Sosa en reemplazo del flojo Garré por la izquierda, y la vuelta del tándem Fritzler-Bogado en el centro del campo. De mitad de cancha hacia adelante, el «Rolfi» Montenegro por el centro, acompañado de Romero Gamarra en la izquierda y Julio Angulo, quién jugó de extremo derecho -su posición natural- por el lesionado Ignacio Pussetto, buscaron alimentar a Diego Mendoza, ubicado como único delantero.
Durante la primera parte, Huracán propuso un plan ofensivo con mucha gente en ataque en el que los laterales subían permanentemente, pero con fines distintos: Por la izquierda, se pudo ver en ocasiones a Mauro Bogado quedando fugazmente como lateral para cubrir el avance de Luca Sosa, que intentaba romper líneas con el objetivo de sorprender a la defensa rival, generando la asociación del «Kaku» con Montenegro y Mendoza. Cuando los ataques provenían del sector derecho, Carlos Araujo se asociaba con Angulo, quién, o desbordaba para buscar la cabeza del «9», o bien descargaba con el «Rolfi» para que se encargue de continuar la jugada por el centro.
En el segundo tiempo, el DT mantuvo el 4-2-3-1, pero ante al poco peligro que generó el equipo en la primera mitad decidió hacer algunos ajustes a la hora de avanzar. Por momentos Montenegro quedaba como mediapunta, y en otras jugadas, Angulo terminaba como «9» ante la subida de Araujo, principalmente para desacomodar a la zaga juninense, pero también para intentar colaborar con Diego Mendoza, que se mostró muy lento y sin peso ofensivo.
Por otro lado, Romero Gamarra se soltó hacia el centro con mayor frecuencia, ya no para buscar juego asociado, sino para intentar meter pelotas filtradas para el centrodelantero, intentando romper la intrascendencia que tenía el equipo para buscar el arco de Sarmiento.
En el minuto 21 de la segunda mitad, Dominguez buscó darle frescura al conjunto reemplazando al desdibujado Mendoza por Jerónimo Barrales, que pese a ser algo más peligroso que el ex Estudiantes, no pudo dar la estocada final.
Faltando 10 minutos para el final del partido, el DT realizó otro cambio puesto por puesto: esta vez, el elegido para dejar la cancha fue Montenegro, que no demostró el buen rendimiento que tuvo ante Tigre la fecha anterior, y fue reemplazado por Mariano González, quién se ubicó por la izquierda, dejando al «Kaku» como enlace por el centro.
Huracán nunca entendió que lo que necesitaba para lograr la contundencia que tanta falta le hace, era generar cambios de ritmo que hicieran valer los movimientos sorpresivos y la cantidad de jugadores que se sumaban al ataque. Esto generó que a pesar de jugar por momentos con más de la mitad del equipo en campo rival, Huracán no pudiera lograr los 3 puntos contra un equipo al que no le interesó en ningún momento ser protagonista del encuentro.
Asi las cosas, el equipo fue demasiado lento y pasivo, no fue directo en sus ataques, y, como reza la canción de Los Redondos, a Huracán, la gran mayoría del encuentro, se lo vió… Perdiendo el tiempo.
Periodista en NacPop 88.1 Cañuelas. Columna DT'est en SoyQuemero.com.ar