«Los jugadores están bien conmigo, pero yo los tengo que escuchar también, porque no vale hablar de a uno. Son cosas que primero tiene que hablar el grupo y después sí hablar de a uno. Las vivencias de cada uno las tienen que contar frente al plantel para que sepan lo que uno piensa, y yo saber lo que piensan ellos».

«Tiene que haber tambien una reunión de la dirigencia con los jugadores para juntarse, para ver las opiniones que tienen ambos… si vos mejorás todo eso, vas a mejorar en la convivencia».

«Yo soy de hablar con los medios, pero también porque a los periodistas les interesa hablar conmigo, entonces no puedo hacer la vista gorda cuando vienen los periodistas a hablar. Eso sí, si yo cuento una cosa, no pongas lo que vos querés. Cuando a vos te cortan una parte de lo que decís, te genera un cortocircuito con los jugadores».

«Dirijo hace 20 años, siempre igual, y voy mejorando. Ahora, si vos después me vas a decir que porque hablé en la TV el domingo o porque hablé de la Selección, no me preocupé por Huracán porque perdimos, no es justo tampoco».

«Yo a los muchachos les digo: “no vengan con un prejuicio de mi, o preparados para jugar con cuatro abajo del arco y con uno solo arriba, porque yo no soy así”. La libertad al jugador nunca se la prohíbo. Se los dije por ejemplo a Montenegro, Gamarra, Bogado… “ustedes tienen libertad para jugar conmigo”. Yo no le corto al jugador la manera de jugar».

«Los primeros 20 minutos contra Temperley jugamos bastante bien. Hubo una jugada de un penal, que para mi fue, y después me enteré lo que dijo el árbitro. Tengo buena relación con Silvio Trucco, pero él no puede decirle a un jugador mío “¿Qué querés? ¿Que te cobre un penal con el técnico que tenés en el banco?» Eso no se hace. Yo nunca gané un partido con Trucco».

«Se viene un camino difícil, por eso los quiero poner a full a los jugadores, voy a poner al que mejor veo. Cada DT tiene su manera de trabajar, yo tengo, en algunos lugares de la cancha, problemas para armar el equipo. Hay lugares que no puedo ocupar porque están acostumbrados a jugar de otra manera o en otros lugares del campo. Pero los tengo que trabajar hasta poder conseguir lo que yo quiero».

«A Eduardo le gustaban mucho los jugadores por adentro. Horizontalmente juega muy bien este equipo, maneja muy bien la pelota, le faltan los pases entre líneas o cosas que se las da un carrilero, y acá carrilero no tenemos».