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Torneo de Primera División 2016, 8va fecha – Huracán 1 vs Rosario Central 1 – Partido a partido analizaremos el planteo táctico de Ricardo Caruso Lombardi

Huracán obtuvo un punto pobre por jugar excesivamente en campo propio.

Si bien como en el partido anterior no faltó la sorpresa, en este caso con la inclusión de Carlos Araujo en la posición de lateral por izquierda, la vuelta del 4-2-3-1 conformado en la mitad de la cancha por el tándem Fritzler – Bogado y la sociedad Pussetto -Montenegro – Romero Gamarra auspiciaba un equipo que borraría de nuestras retinas las tristes producciones que se venían realizando. Sin embargo, todo pareció un engaño.

Luego de los primeros minutos en los que Huracán propuso un juego ofensivo coronado con el precoz gol de Pussetto, le entregó la pelota a Central y rápidamente se vislumbró que el 4-2-3-1 mutaba hacia un 4-4-2 cuando el equipo se defendía.

De esta manera, el «Kaku» y el mencionando Pussetto se acoplaban a Fritzler y a Bogado por los costados para defender los ataques «canallas» mientras que Barrales y Montenegro aguardaban por la recuperación para integrarse al contraataque.

El posicionamiento de 8 jugadores en campo propio invitó a la visita a emprender embestidas constantes (afortunadamente casi sin peligro) en un pasaje de la primera mitad, por lo que al Globo le costaba salir del ahogo generado por su propia estrategia de juego.

Así, la herramienta de la que se valía el local para iniciar el ataque eran largas pelotas de Marcos Diaz hacia campo contrario hacia distintos destinatarios, pero principalmente hacia Jerónimo Barrales, quién cumplió el rol de «pivote» para permitir la creación de jugadas en 3/4 en asociación con el «Rolfi» o Romero Gamarra, quién, como ya es característico desde la llegada de Caruso, jugó con libertad de movimiento.

Durante 10 minutos (entre los 24 y los 34) se dio otro movimiento del gusto del DT cuando el «Kaku» y Pussetto intercambiaron bandas intentando una variante ofensiva que no logró hacer tambalear a los defensores de Central.

A su vez, Fritzler se animaba a participar de los ataques y presionaba la salida del visitante delante del círculo central mientras Pussetto aprovechaba los espacios que generaba Barrales al volcarse a los costados para lanzarse al ataque, generando de esa forma una situación clara de gol, tras una excelente habilitación del «9».

En el segundo tiempo, el temprano empate de los rosarinos echó por tierra la intención de Huracán de conservar el resultado defendiéndose sin pelota en campo propio, por lo que intentó volcarse al ataque desde lo que pudiera generar Romero Gamarra, que escalaba por la izquierda asociado con el «Pipi» Araujo, para luego conectar con Montenegro.

A los 17′ del segundo tiempo, el «Rolfi» salió de la cancha dando paso al debut absoluto del juvenil Javier Iritier en primera división, que en primera instancia se paró en el lugar que dejó vacante el «10» en el sector central del terreno.

Lejos de generar con el cambio una variante táctica que le diera a Huracán mayor peso ofensivo, el Globo volvió a replegarse en demasía, llegando al extremo de formar en algunos pasajes una línea de ¡6 jugadores! en defensa, con los retrocesos de Pussetto por derecha y Romero Gamarra en la izquierda.

Claro está que esa determinación hizo muy dificultoso el ataque Quemero ya que 2 de sus principales variantes de elaboración se empleaban defensivamente, lo que diluía cualquier chance de salir rápido de contra y hacía demorar demasiado la gestación de las jugadas.

A partir del ingreso de Mendoza por Barrales a los 30 del complemento Caruso definió un 4-4-2 con Pussetto acompañando al ex Estudiantes arriba, e Iritier, Fritzler, Bogado en el centro, y Romero Gamarra a la izquierda.

El ingreso de Angulo a los 42′ sólo sirvió para permitir tomar aire al agotadísimo Pussetto luego de que corriese casi todo el partido desde la posición de «4» bis hacia el extremo derecho de la cancha.

Finalmente, Caruso volvió a realizar su movimiento «fetiche» para que los últimos 5 minutos fueran con el «Kaku» por derecha e Iritier por izquierda.

Se perdieron 2 puntos por la obsesión defensiva del DT, que demostró nuevamente estar más preocupado por lo que hace el rival que por la producción propia, lo que deberá revertirse de inmediato, porque como exigió de forma unánime el Ducó tras el inexplicable empate: «¡El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar!».

Periodista en NacPop 88.1 Cañuelas. Columna DT'est en SoyQuemero.com.ar

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