A Huracán se le escurrieron 3 puntos en los últimos 15 minutos por preocuparse más en cuidar el resultado que en sellarlo.

Repitiendo el “11” y el 4-2-3-1 que saltó a la cancha versus San Lorenzo, el “Globo” arrancó el partido con La energía de los últimos encuentros, presionando alto a partir de Fritzler y Compagnucci en la mitad, acompañados en esa tarea por Villalba en el lateral izquierdo, para romper la línea de volantes por ese sector.

A la hora de defender, los de Azconzábal quedaban parados con 2 líneas de 4 con González y el “Kaku” por los costados, y Montenegro y Briasco esperando la ofensiva.

Por otra parte, el “Rolfi” y Romero Gamarra se mostraron muy activos, moviéndose libremente e intercambiando fluidamente de posiciones entre sí en tres cuartos para sorprender a la defensa del “Rojo”.

Con el correr de los minutos, la visita incorporó los desbordes de Romat para aumentar las variables ofensivas, y ante la libertad que había para jugar en el medio del campo, Mariano González se conjugó con los otros dos enlaces y tuvo un mayor protagonismo en los últimos minutos de los primeros 45’.

En el inicio del segundo tiempo, los ataques comenzaron por derecha con paredes entre el “10” y el “17” para terminar por izquierda con Villalba.

Hacia el primer cuarto de hora, a Huracán le costaba mucho mantener la posesión de la pelota y ya jugaba con una mentalidad demasiado defensiva, relajando la presión que lo llevó a jugar el partido de igual a igual en la primera mitad.

Para revertir la pasividad que azotaba al equipo, a los 20 minutos, Pussetto ingresó en lugar del lesionado Montenegro, pasando el “Kaku” a la punta izquierda y González al centro.

A los 23’ realizó su debut absoluto en Primera División Manuel Falón, que se ubicó como “enganche” tras reemplazar al hombre de Tandil.

Con Falón y “Nacho” dentro del campo de juego, se evidenció la intención de aferrarse con uñas y dientes al 1-0, ya que casi todo el equipo se paraba tras la línea del medio campo, por lo que se notaban mucho las corridas de 60 metros del ex Rafaela y el magnánimo esfuerzo del chico debutante por hacerse conductor del equipo, lo que fue imposible porque al “Quemero” no le volvió interesar atacar al local.

Tras el duro golpe del penal y gol a los 35’, Azconzábal no pudo seguir mirando para otro lado y mandó a la cancha a Angulo, que ingresó en lugar de Romero Gamarra pero poco pudo hacer para romper la quietud de Huracán.

Después el desastre. Después lo de siempre. Después la derrota, una vez más.

Increíble. Ni faltando diez minutos para meterse el triunfo en el bolsillo. No todo es mala suerte, aunque algo tenga que ver. Se pierde porque no se hizo lo necesario para liquidar el partido a tiempo.

El partido dejó al mundo Huracán al «Rojo» vivo.