Huracán rescató un agónico empate y evitó que le suceda lo que en los últimos partidos: perder por no concretar todo lo que genera.

Por tercera vez consecutiva el Globo salió a comerse a un grande de la categoría, presionando a partir de los concentrados Compagnucci y Fritzler y generando situaciones de peligro por los costados.

Nuevamente con el 4-2-3-1 que le viene resultando al elenco en cuanto a gestación se refiere (ya que en la red no se grafica lo hecho en el juego). En esta ocasión, Ignacio Pusetto fue la llave del ataque Quemero ganándole constantemente a Gino Peruzzi por la izquierda, mientras que Romero Gamarra y Mariano González intercambiaron posiciones frecuentemente, por lo que el “Kaku” encontró ocasiones para rematar, en tanto que Briasco no pudo poner nunca en peligro al arquero Rossi.

Defensivamente Huracán hizo un partido casi impecable. El apresurado debut absoluto de Fernando Cosciuc fue soñado, con el chico de inferiores imponiendo personalidad y saliendo seguro hacia la banda, otorgando firmeza en el primer pase del local, clave para la firme gestación de los avances desde mitad de cancha.

Asimismo, Romat y Villalba cubrieron la banda sumamente concentrados en la tarea de defender, principalmente el ex Atlético de Tucumán, con la ardua tarea de marcar a Cristian Pavón, quien se mostraba como faro del ataque boquense dado que Benedetto no pudo recibir cómodo en los primeros 45 minutos por el sólido trabajo de la dupla central “Quemera”.

Al Globo le costó atacar cómodo en los primeros minutos del segundo tiempo, pero con el correr de los minutos aprovechó la movilidad del “Kaku” y González, que siguieron intercambiando posiciones libremente buscando lastimar por el centro, aunque sufriendo la carencia de contundencia, un mal que lo acecha (salvo contadas excepciones) desde la partida de Wanchope.

Ante la falta de concreción, Azconzábal decidió darle un cambio de aire al equipo reemplazando en 18’ del complemento a Mariano González por Julio Angulo y dos minutos después a Pussetto por Montenegro, lo que ubicó al ecuatoriano a la derecha, al “Rolfi” como enlace y a Romero Gamarra por la izquierda, estrategia con la que Huracán dejó de explotar la ventaja que le supuso durante todo el partido el total desconcierto del lateral derecho Xeneize y se volcó al sector de Silva, quien también tuvo problemas para contener a Angulo.

A pesar de que el “Globo” continuó dominando el transcurso del encuentro, así como ante Newell’s, San Lorenzo e Independiente no definió ninguna de las ocasiones que generó, por lo que con el golazo de Benedetto a los 30’ hizo preocupar a todo el Ducó, aunque ésta vez el “Quemero” siguió dando todo de sí para llegar al empate.

El “Vasco” se la jugó a los 34 minutos con la salida del joven Cosciuc para que Mendoza se pare de doble “9” con Briasco y el dibujo troque hacia un 4-4-2 muy dinámico, con el “Rolfi” en el centro de la escena para evidenciar nuevamente el más grave problema del plantel: Huracán carece de un 9 goleador, por lo que resolver un partido se le hace exageradamente cuesta arriba.

Gracias al cielo, y a la astucia del “10”, Romero Gamarra hizo que el resultado final tenga algo de justo y el “Globo” se lleve un punto de oro al tiempo que le puso suspenso al campeonato. ¡A practicar definición, señores!