Torneo de Primera División 2016, 29na fecha – Lanús 2 vs. Huracán 0 – Partido a partido analizaremos el planteo táctico del equipo de Juan Manuel Azconzábal.

Huracán fue a Lanús a intentar conseguir un empate sin jugar, como hiciera con Belgrano en el 2015, y no supo qué hacer al encontrarse en desventaja. Algo quedó claro: Huracán nunca se propuso llevarse el partido.

Azconzábal repitió el 4-2-3-1 que dispuso ante Unión, y dispuso la vuelta a la titularidad de Nicolás Romat, Lucio Compagnucci y Mariano González.

De esa manera, delante de la línea defensiva habitualmente titular, el ex Vélez integró el doble “5” con Fritzler, mientras que el tandilense jugó en el centro de la línea de volantes ofensivos, e inexplicablemente Romero Gamarra se paró a la derecha y Pussetto volvió a ocupar el extremo izquierda, en una decisión insólita del entrenador, ya que es demasiado evidente que por ese sector el punta no puede aportar todas sus cualidades.

El desarrollo del partido tuvo como una constante a un “Globo” pasivo, más preocupado por sostener el empate que le diera la tranquilidad de la permanencia que por buscar lastimar a Andrada, por lo que hasta los 15 minutos de partido predominó el 4-4-2 que el equipo empleaba en defensa, con el retroceso de Pussetto y el “Kaku” por los costados y González quedando en la misma línea de Mendoza, que en ataque era naturalmente el único centrodelantero.

En los minutos de relativa lucidez que tuvo, el “Quemero” atacó por ambas bandas. Cuando lo hizo por derecha, Romero Gamarra fue el cerebro en complicidad con González y Romat -que volvió a tener una pésima tarde-, mientras que por la izquierda, Villalba conjugaba al cruzar la mitad de la cancha con el desencontrado Pussetto –que manifestó su incomodidad buscando ubicarse más de una vez a la derecha- y con el mismo Mariano González, que desperdició las chances le llegaron de los dos sectores.

Cerca del final de la primera parte, el DT le dio a sus jugadores indicaciones tácticas que derivaron en que el equipo terminase defendiendo con un 4-5-1, con González acercándose a Fritzler y Compagnucci.

En el inicio de los segundos 45 minutos Huracán presionó sobre la salida e intentó hacer su partido por la derecha, pero el “Kaku” no pudo darle al equipo el desequilibrio que necesitaba -para eso está Pussetto-, de manera que los tibios intentos del visitante para lastimar al “Granate” quedaron estériles.

A sabiendas de la imperiosa necesidad de atacar (en serio) que tenía su elenco, a los 16 minutos del complemento Azconzábal decidió el ingreso de Julio Angulo, que volvió tras varios encuentros por su lesión, y de Norberto Briasco, por Mariano González y Diego Mendoza respectivamente. De esta forma, Romero Gamarra se desplazó al centro de la cancha y Briasco se convirtió en la referencia de área, parándose el ecuatoriano como extremo derecho.

El gol de Sand a los 23’ modificó los planes “Quemeros” que a partir de ese momento intentó a la desesperada conseguir el empate, pero sin ninguna idea clara, ya que Pussetto seguía intentando sin éxito marcar la diferencia en soledad por la izquierda, y por la banda opuesta Angulo no fue nunca una alternativa, y las veces que le tocó disponer de la pelota no pudo llevar peligro.

Pasaron los minutos y Huracán volvió a la pasividad que lo caracterizó, no proponía un juego ofensivo y se subyugó al dominio de Lanús, que se encontró muy cómodo con el resultado a su favor y la nula oposición que le hacía el “Globo”.

Finalmente, en el minuto 42, Azconzábal le dio minutos a Patricio Toranzo, que ingresó en lugar de Lucio Compagnucci y jugó libre en el centro de la cancha, como un “5” adelantado que oficiaba de nexo con los volantes ofensivos y Briasco. Era de esperar que con tan pocos minutos de juego y sin una estrategia que lo favorezca no pudiese cambiarle la cara al equipo, que terminó recibiendo el segundo gol antes del cierre del partido.

Huracán salió a especular, confiado en que su rival se conformaría con el empate que lo posicionaba en copa Sudamericana. De esa forma salió a sacarse el partido de encima, y le terminó saliendo el tiro por la culata. Para ganar hay que intentarlo, Globo.