Torneo de Primera División 2016, 30ma fecha – Huracán 0 vs. Belgrano 0 – Partido a partido analizaremos el planteo táctico del equipo de Juan Manuel Azconzábal.

Tras un fatídico campeonato en el que sufrió desde el inicio, Huracán se dio el “lujo” de asegurar su plaza en Primera división en la última fecha.

Para este partido, Azconzábal realizó una modificación por línea: en la defensa, Nicolás Romat (de muy bajo rendimiento ante Lanús) salió por Araujo, en el mediocampo Bogado ingresó por Compagnucci y en la delantera Norberto Briasco reemplazó a Diego Mendoza.

En cuanto al esquema, el DT repitió el 4-2-3-1 que dispuso en los últimos partidos, y apostó a lastimar a Belgrano por los mismos caminos que le trajeron resultados adversos en las últimas jornadas.

Lucas Villalba subía constantemente para convertirse en una opción de pase, y con la variante de Mauro Bogado junto a Fritzler, el equipo sumó un hombre más a la elaboración del ataque, ya que el ex Argentinos Juniors se hacía socio de Romero Gamarra por la derecha, Mientras que Mariano González, parado como enlace, buscaba juntarse con Pussetto por la izquierda, quien -como venimos diciendo en informes anteriores- por esa banda no logra inquietar, ya que se destaca por su verticalidad y no por su destreza en gambeta, como es el caso de Angulo.

De esta manera Huracán buscó de forma constante atacar alternadamente por ambos costados, pero le costó (como en todo el campeonato) lograr rematar al arco con al menos cierto peligro.

Lógicamente, las jugadas más serias fueron las gestadas por Romero Gamarra, quien tuvo mucha mayor facilidad para enganchar hacia dentro y rematar o buscar algún compañero para la descarga en el área que el incomodísimo Pussetto, que a pesar de las dificultades del caso, las pocas oportunidades en las que pudo desbordar género revuelo en el área “Pirata”.

A diferencia de otros cotejos, quienes tuvieron una participación más importante fueron González y Briasco, siendo muy activo el tandilense de tres cuartos hacia arriba, y el chico de inferiores logró pivotear exitosamente con los volantes además de ser siempre una opción para sus compañeros, aunque de más está decir que no es una referencia clara en el área.

A los dos minutos del segundo tiempo, Azconzábal realizó una tempranísima modificación reemplazando a Bogado (al límite de la expulsión por doble amarilla), por Patricio Toranzo, cuyo ingreso no fue fructífero para el equipo ya que se paró prácticamente de doble “5” con Fritzler para oficiar de mero lanzador y en consecuencia no pudo aprovechar sus características naturales para generar jugadas de riesgo.

A partir de ese cambio, el “Quemero” no volvió a recuperar la intensidad ofensiva que tuvo en los primeros 45’ y el partido entró en una extensa meseta ya que el elenco local se empecinó en avanzar por el lado de Pussetto, que en lugar de representar peligro para la zaga cordobesa le significaba a ésta la posibilidad de recuperar rápidamente la pelota.

Créame, no es un empecinamiento personal con el DT: realmente fue un grosero error del “Vasco” apoyar el juego de su equipo en un hombre cuyas características se encontraban sencillamente anuladas.

Cuando se jugaban 28 minutos del complemento, el ecuatoriano Angulo ingresó por Mariano González, repitiendo la modificación de la fecha anterior contra Lanús, y se ubicó en el extremo derecho, moviéndose el “Kaku” hacia la posición de “enganche”.

A partir de allí el de Parque Patricios cobró una mayor movilidad gracias a la soltura de Romero Gamarra, quien se movía en libertad para buscar conexión por los costados, aunque sólo pudo  con cierta efectividad con Pussetto, ya que Angulo nunca pudo meterse en partido.

Culminó un torneo en el que Huracán comenzó bien acomodado con los promedios, pero que sin embargo, por caprichos tanto de jugadores como de dirigentes, lo tuvo sufriendo hasta el último suspiro.

Y si, finamente, la trigésima fue la vencida.