En un puesto donde a Huracán no le sobran nombres, de hecho, le faltan, el cuerpo técnico decidió no tener en cuenta a dos jugadores, que ya se fueron del club con distinta suerte.

El primero en confirmar su salida fue Lucas Villarruel, quien el domingo por la noche se despidió de sus compañeros en Open Door, y el lunes viajó a Bahía Blanca, donde seguirá a préstamo, sin opción de compra, hasta junio de 2018.

El DT del aurinegro le prometió titularidad, y eso inclinó la balanza para un Villarruel que sabía que en Huracán debía pelear el puesto, considerando que Alfaro, que hoy plantea al equipo con la dupla Bogado-Compagnucci en el medio, está buscando alternativas para reforzar el plantel.

Por otra parte Ezequiel Gallegos, que retornó de su préstamo en Almagro, quedó en libertad de acción y ya es jugador de Platense.

Nunca es una buena noticia cuando un chico de inferiores, que debutó en Primera y hasta fue campeón con el Globo, queda libre. Esto habla de muchos factores: debut prematuro, capacidad insuficiente para jugar en Primera División, pocas oportunidades a los chicos del club, etc. Habrá que replantearse muchas cosas de cara al futuro, si Huracán pretende volver a ser un importante semillero.