Superliga 2017/18 – Fecha 6; Olimpo 0 vs. Huracán 2 – Huracán consiguió un gran triunfo en su visita a Bahía Blanca, en un partido en el que su entrenador sacó a relucir un planteo muy inteligente para contrarrestar las amenazas del rival. El globo fue superior y mereció la victoria.
Regresando nuevamente a las bases, Gustavo Alfaro volvió a alinear para enfrentar a Olimpo su esquema preferido, el 4-4-2. Respecto a la derrota con Vélez por Copa Argentina, el entrenador decidió el ingreso de Fernando Coniglio en lugar de Nazareno Solís. La novedad en relación a aquel partido fue la posición de González ocupando un lugar en el carril izquierdo del equipo.
A diferencia de lo que venía proponiendo en los partidos de visitante, Huracán intentó ser protagonista desde que comenzó el partido. Se encontró con un rival muy limitado que propuso un 5-3-2 bastante polémico, al que Alfaro supo dilapidar cubriendo espacios que quedaban liberados, sobre todo a espalda de los laterales. Fueron fundamentales para realizar esta tarea la labor de Ignacio Pussetto con sus incansables zancadas y arremetidas, el desgaste constante de González relevando a sus compañeros y haciendo un interesante tándem con Coniglio (cuando el atacante se abría Mariano se cerraba y viceversa), la conducción de Toranzo con en su mayoría pases precisos, y el aguante de Ramón Abila en ataque, que pudo haberse consumado con un zurdazo de afuera del área muy bien tapado por Adrián Gabbarini.
No es un dato para nada secundario que por cuarto partido consecutivo, contando el de Copa Argentina, a Huracán no le convirtieron goles y pudo sostener la valla invicta. Nuevamente hubo una gran labor de ambos centrales, sobre todo de la revelación quemera en este torneo el gran Saúl Salcedo, y de Marcos Diaz, con varias intervenciones importantes. Por el lado de los laterales, y a pesar de sostener el arco en cero, sigue siendo mucha la diferencia de rendimiento si la contrastamos con la de los centrales. Tanto Lucas Villalba como Cristian Chimino parecen no encajar en el planteo del entrenador. Ambos promediaron un partido aceptable, pero tuvieron varios errores que pudieron haber costado caro.
El medio estuvo distribuido con Nacho Pussetto y Mariano por los costados, y por el centro Adrián Calello junto con Pato Toranzo. Hubo una gran actuación de los integrantes del mediocampo, con un gran desgaste de todos. La posición de González fue la que más esfuerzo requirió, y más teniendo en cuenta la edad del volante ex Racing. A pesar de eso, el jugador demostró su polifuncionalidad para el equipo, pudiendo ocupar muchísimos lugares dentro de la cancha. La posición de carrilero por izquierda es quizás la que más dolores de cabeza le está trayendo al entrenador, probó con Romero Gamarra y Solís, ahora con González. De los 3 por el momento el que mejor pudo promediar una actuación aceptable fue el ex Arsenal, pero físicamente no se encuentra en condiciones para completar 90 minutos, y eso Alfaro lo sabe.
Para el segundo tiempo, y con el equipo en ventaja por el gol de Coniglio, Huracán tuvo el momento del partido donde menos tuvo la pelota y Olimpo tuvo más posesión de la misma. Con este cambio de roles, el globo sumó al autor del gol como uno más para el recupero de la pelota. Esto no es nuevo en Alfaro, recordemos aquel partido con Gimnasia en La Plata, cuando Diego Mendoza se sumaba a la línea de 4 volantes para ayudar a recuperar el balón. A los 17 minutos del complemento se dio el cambió cantado: “Kaku” Romero Gamarra reemplazó a un agotado Mariano González, con intenciones de darle un poco de aire al medio campo. El 10 quemero no fue el único recambio en el medio, ya que a los 29 minutos Alfaro mandó a la cancha a Mauro Bogado para reemplazar a Pato Toranzo. El ex San Martín de San Juan y Argentinos Juniors fue ese jugador claro y criterioso que alguna vez supo disfrutar el globo cuando jugaba de ladero de Federico Vismara: no sólo convirtió, sino que tuvo 100% de efectividad a la hora de pasar la pelota.
En ataque la dupla delantera nuevamente fue integrada por Coniglio y Abila, ambos de gran actuación. El ex delantero de Olimpo se dedicó al juego sucio y supo bajar casi todo lo que le tiraron para que bajara. Por el lado de Wanchope, demostró que el área es su hábitat natural, trayéndole más de un dolor de cabeza a los 3 centrales de Olimpo, pero también se supo vestir de asistidor, con ese delicioso pase a gol para su compañero de ataque. A los 36 del complemento, Mendoza reemplazó a Coniglio, y nos regaló ese hermoso caño cuando el partido moría.
Creo que el triunfo en Bahía fue una demostración de actitud y compromiso. Se siente que la idea del entrenador cada vez es mejor plasmada en la cancha por los jugadores. Alfaro mostró que parando al equipo como más le gusta también se puede ser ofensivo, algo que varios le veníamos “criticando” al entrenador del globo. Dentro de dos semanas el rival será, a mi manera de ver las cosas, uno de los mejores equipos del país como Lanús. El equipo tendrá un nuevo examen para medir y confirmar o no este buen pasar en el torneo.
Periodista Deportivo. Profesor de Educación Física