Huracán arrancó el 2018 ganando, venció por la mínima a Banfield en un típico amistoso marplatense con algunos condimentos de juego oficial. El Globo, íntegramente alternativo, estuvo a la altura del once ideal que presentó el rival y logró doblegarlo gracias a la linda conquista de Norberto Briasco. Motivación de cara a otro semestre clave, y un guiño para esperar el clásico del próximo martes.
Huracán inició una nueva participación en el Torneo de Verano, afrontando su compromiso inicial en el Estadio José María Minella de Mar del Plata ante el Club Atlético Banfield. Gustavo Alfaro dispuso un equipo completamente alternativo para el primer juego del año, que a pesar de enmarcarse en un amistoso contó con público de ambos clubes, indumentaria oficial y televisación.
El principal atractivo pasaba por ver a Pablo Álvarez y Carlos Matheu vistiendo la camiseta del Globo, pese a llevar seis meses en la institución, además de apreciar nuevamente en cancha a Federico Mancinelli. Por su parte Banfield, conducido por Omar Piccoli en representación de Falcioni, tiró en cancha lo que hoy sería su once ideal con figuras como Cvitanich, Dátolo, Bertolo y Mouche.
Pero fue todo muy parejo desde el arranque, anunciado y con la lentitud lógica de los primeros días de pretemporada. Huracán mostraba un fondo bien plantado con los marcados de punta más atrevidos que de costumbre, Compagnucci mordiendo en el medio junto a Matías Juárez y Mariano González repartiéndose la conducción con Rolfi Montenegro. Norberto Briasco era la única referencia de ataque y por momentos Julio Angulo aparecía como segundo delantero, aunque con muy poco contacto.
Los avances del Globo eran prolijos hasta tres cuartos, donde no podía cambiar de ritmo para meterse al área. Esto derivó en que las mejores opciones fueran con tiros de media distancia, ambos desviados y a cargo de Daniel Gastón Montenegro. Por su parte el Taladro se mostraba más entero en sus ataques, pero chocaba con una última línea Quemera bastante aceitada; de todas formas hubo un par de desajustes defensivos que regalaron opciones limpias al rival. En la primera Manuel García salió muy lejos pero Dátolo no tuvo ángulo de shot, en la segunda otro hueco en la zona izquierda generó el centro de Mouche que Darío Cvitanich cabeceó contra el poste derecho de García.
Ya en el inicio del complemento se vieron los mejores minutos de Huracán, que tomó la iniciativa y ganó precisión en la zona media. A los trece minutos llegaría el breve momento de lucidez que terminaría siendo suficiente para ganar el partido, Matías Juárez toca con Mariano González a la altura del círculo central y este último ejecuta un maravilloso pase entre líneas para el desprendimiento de Carlos Araujo; el Pipi apareció en posición de wing derecho jugando al punto penal, en donde Norberto Briasco ya se había despegado de su marca para definir de primera con pierna izquierda a gol mano a mano con Arboleda. Arriba el Globo en La Feliz, gol del pibe, con todo lo que eso significa en estos días.
El partido no terminó tras la ventaja Quemera, pero casi. Ambos entrenadores comenzaron con las modificaciones y la falta de preparación física volvió a hacerse notar. En Huracán tuvieron minutos Nicolás Silva (¿Se queda? ¿Para que entró?), Diego Mendoza y además saborearon las mieles del rodaje en primera Fernando Marín y Walter Pérez. La victoria jamás estuvo comprometida, más allá de algún centro-shot que García contuvo con sobriedad.
Ganó Huracán, lo hizo con argumentos más el plus de haber presentado un equipo alternativo ante otro titular. En cuanto a resultados mantuvo el registro del último semestre, además alguna que otra perlita como la actuación de los marcadores de punta y dos volantes centrales suplentes que parecen tener pasta como para no tener que contratar otro. Solo sensaciones, nada de certezas, tomemos este match como lo que realmente fue.
Ahora se viene el clásico, nuevamente en Mar del Plata pero con otras obligaciones.
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.