Superliga 2017/18 – Fecha 15; Huracán 2 vs. Rosario Central 3 – A Huracán se le escapó un partido increíble ante Rosario Central en el Palacio Ducó. Regaló el arranque hasta que el rival le convirtió, recibiendo el segundo sobre el final del primer tiempo inmediatamente después de perder un clarísimo mano a mano. En el complemento descontó con Damonte y tuvo la posibilidad de igualar con Fernando Coniglio, quien tiró un penal a las nubes cuando restaban veinte minutos con superioridad numérica. El Canalla estiró ventaja pasándola mal y nuevamente Israel Damonte convirtió para el tres a dos definitivo. Parecía que teníamos todo claro, pero el segundo semestre nos llenó de dudas.
Con una concurrencia menor a la esperada saltó Huracán al verde césped del Palacio Ducó, luego de sufrir una durísima derrota con goleada ante Racing Club y con la obligación de retornar a la senda del triunfo en casa, donde nos manteníamos invictos desde el inicio de la Superliga. Gustavo Alfaro solo presentaba una modificación en relación al conjunto que cayó en Avellaneda, Andrés Chávez realizó su debut como titular en lugar de Norberto Briasco.
Pero el arranque de Huracán fue lamentable, el equipo decidió entregarle la pelota a un rival que no estaba preparado para manejarla, y que incluso terminó atacando casi por obligación. El Globo rifó cuanta bocha tocó, corrió siempre detrás del esférico y mostró un desorden que manifestó cierta desconcentración inadmisible. Y la desesperante pasividad decantó en lo obvio, un rival agradando aprovechando al máximo un escenario que seguramente no esperaba; Federico Carrizo lanzó el centro desde la izquierda y Fernando Zampedri, en el palo opuesto, se comió crudo a Villalba en el salto cabeceando de frente a Marcos Díaz. Ganaba Central, pareció foul al marcador de punta Quemero aunque no caben dudas que su marca fue totalmente insuficiente.
Huracán reaccionó en desventaja, como si necesitara estarlo para activar. Pussetto dejó el puesto de defensor y empezó a moverse en su zona, Toranzo paró de correr insólitamente a los centrales rivales para jugar algunos metros más atrás pero ni Noir ni Chávez terminaban de acomodarse en la ofensiva. Así llegaron las posibilidades, Villalba metió el centro en segunda jugada e Israel Damonte desvió un cómodo cabezazo, Salcedo tiró afuera un rebote ofensivo y Andrés Chávez convirtió de cabeza un gol bien anulado por posición adelantada.
Sobre el final del primer tiempo el Globo tendría su oportunidad más clara para convertir, luego de una segunda pelota enviada al área visitante con seis jugadores nuestros y tres del rival; la bocha quedó mansita a Martín Nervo, pero el poco direccionado shot del capitán fue aparatosamente bloqueado por Jeremías Ledesma. La jugada siguió con un pelotazo, Zampedri volvió a limpiar a Villalba en mitad de cancha habilitando la corrida de Carrizo, quien con tiempo y espacio se metió al área ubicando el solitario ingreso de Germán Herrera, que solo desvió a gol con su cuerpo. Nuevamente dio la sensación de ser infracción de Zampedri a Villalba, sobre todo teniendo en cuenta que el delantero venía de ser amonestado por cometer falta en una maniobra casi idéntica. No era suficiente excusa para entender como el equipo se iba dos goles abajo.
Ya en el descanso Fernando Coniglio reemplazó a un Toranzo que desencantó a todos los presentes y enseguida Daniel Montenegro entró por Ricardo Noir, a quien hubo que adivinarle la posición en la que jugaba. Nacho Pussetto, que cada tanto juega como delantero, desbordó en la única zona de la cancha donde puede marcar diferencias importantes para dejar fuera a un rival y ubicar el ingreso de Israel Damonte por el punto penal; el volante, de pésimo primer tiempo, definió bárbaro colocando la pelota entre Ledesma y su poste izquierdo. Descontaba el Globo.
Minutos después del descuento Ledesma sale mal a cortar un pelotazo y el propio Damonte recibe el rebote ejecutando un perfecto derechazo de emboquillada que no fue gol solamente porque Mauricio Martínez la despejó con la mano sobre la línea. Patricio Loustau cobró penal y expulsó al defensa; Fernando Coniglio tomó la responsabilidad pero ejecutó un horripilante tiro por encima del travesaño. Que te la atajen, que pegue en el palo, pero nunca tirarla afuera. Era el dos a dos, con uno más y todo a favor, al Globo se le iba el partido.
Dos líneas sobre lo ocurrido en la previa a ejecutar el penal. Está claro que la situación resta e incide sobre el pateador, en este caso el designado (según declaró Pussetto post partido) fue quien terminó malogrando la chance. Cosas a resolver puertas adentro.
Huracán lo siguió buscando ante un Central decididamente plantado en terreno propio. Montenegro fue la manija, con menos físico que Toranzo pero mucha más velocidad para tomar decisiones, e incluso pudo empatar con un tiro largo que despejó el arquero. Había mucha gente en ataque pero poco peso, Chávez estaba visiblemente disminuido en sus posibilidades físicas mientras que Coniglio quedó anulado tras errar el penal.
Aun así el ex Central recibió por banda izquierda y ubicó a Montenegro en inmejorable posición de tiro, Rolfi intentó asegurar de zurda a un palo pero terminó perdiendo con el golero vencido la opción más clara de igualar después del penal. El Globo empezó a perder empuje, y aunque Chimino casi lo iguala con un centro que pegó en el travesaño Rosario Central estiró ventajas en su segundo ataque de todo el complemento, Maximiliano Lovera dejó en ridículo a Lucas Villalba superándolo en el ingreso al área y Joaquín Pereyra aprovechó el rebote de Díaz definiendo por sobre su humanidad.
Solo quedaban tres minutos más el adicionado, aun así Huracán volvió a descontar luego que Israel Damonte mandara a guardar el rebote que Ledesma dio tras el tiro de Chávez. Tres a dos. La última fue nuestra, una buena jugada preparada que terminó con el insuficiente remate del ingresado Nicolás Silva por encima del travesaño.
Perdió Huracán, regaló el arranque del partido y cada vez que intentó ser ofensivo tuvo que remar cuesta abajo. Un equipo que no recibía goles acaba de sufrir siete en dos partidos, no puede ser casualidad más allá de las diversas situaciones ya analizadas. Hay que pensar cómo mejorar, y Gustavo Alfaro deberá replantearse el sistema ofensivo que elige; porque Toranzo no juega de Toranzo, para qué Noir si solo destacará por su faceta defensiva, cual es el propósito de obligar a que Pussetto arranque tan atrás cada intervención.
¿Qué ocurrió en la defensa? Villalba es el mismo que durante el primer semestre, e incluso en un nivel similar, pero nadie parece encontrar un argumento válido para sostenerlo como titular ¿Será Bogado la diferencia entre un equipo que jugaba poco y ganaba a uno que juega poco y pierde? ¿Qué tan complementarios son Calello y Damonte?
Lo concreto es que ya hemos logrado un colchón de triunfos que nos permite darnos el lujo de caer, pero no sigamos tirando de la cuerda. Olvidemos la estúpida dicotomía de jugar por las copas o por el descenso, los puntos valen lo mismo y una cosa llevará (o no) a la otra. Confiemos más en nuestra ofensiva, apostemos más a tener la pelota. Busquemos ser un poquito más protagonistas.
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.