Superliga 2017/18 – Fecha 17; Huracán 1 vs. Estudiantes 0 – El seguimiento de cada jugador del Globo.

Marcos Díaz: Lo exigieron realmente poco, respondiendo de forma efectiva cada vez que la pelota llegó a su posición. Quizás entregó rebotes de más o tuvo indecisión en algunas salidas, sin embargo volvió a terminar con el arco en cero luego de tres cotejos y eso es lo que importa. Terminó sentido y sin poder sacar del arco, habrá que estar atentos.

Carlos Araujo: Muy buen partido del Pipi, con un empuje realmente admirable. Hizo un gran despliegue físico por toda la banda derecha, fue volante durante varios ataques y tuvo siempre un buen retroceso. No dio balones por perdido y despertó aplausos en el Pueblo Quemero, afirmándose en el puesto tras volver a la titularidad. Va a ser difícil sacarlo.

Saúl Salcedo: La mancha negra de la noche fue la lesión de Saúl Salcedo, quien sintió una dolencia muscular tras evitar que Mariano Pavone se vaya mano a mano con Marcos Díaz. Hay que esperar la confirmación de sus estudios, pero todo parece indicar que no estará disponible en el corto plazo.

Martín Nervo: Tuvo una buena actuación, sacó muchísimas pelotas de arriba y siempre estuvo preciso para despejar dentro del área. Nervo respondió bien ante los experimentados delanteros Pinchas logrando completar un partido tranquilo y sin grandes sobresaltos. También cortó varias en mitad de cancha, solo le faltó ajustar la mira para buscar a sus compañeros por arriba.

Pablo Álvarez: De menor a mayor, arrancó con algunas dudas en la cesión del balón pero terminó ganando en aplomo y apoyándose en su experiencia para resolver varias situaciones. Se lanzó mucho al ataque, cuidando su espalda, y siempre se mostró como una opción de pase. Tiró un lujazo para salir por el centro de la defensa y aunque visualmente no se lo nota en óptimas condiciones físicas mantuvo el ritmo hasta el pitazo final.

Adrián Calello: Levantó en comparación al partido anterior, ocupó de forma más clara el espacio en el mediocampo y jamás se superpuso con sus compañeros de línea. Tener otro respaldo defensivo le permite salir a presionar, no es un dato menor, como por ejemplo cuando contribuyó en la previa al gol de Huracán. Se limpió de amarillas para llegar tranquilo al clásico de la Fecha 19, aunque no podremos contar con él en Santa Fe.

Israel Damonte: Se movió del centro hacia la derecha en alto ritmo de marca, aunque esta vez no estuvo demasiado fino para pasar la pelota. Cumplió en un partido especial para él, volvió luego de purgar una fecha de suspensión desenvolviéndose con fiereza e intensidad en cada una de sus participaciones.

Mauro Bogado: Se acopló bien en el poblado mediocampo, reviviendo buenos momentos personales en el Globo donde su posición variaba entre el centro y la izquierda del ataque. Mauro tardó algunos minutos en ganar precisión, entregó mal algunos balones pero fue mejorando conforme corrió el partido para brindar seguridad. Llegó dos veces a posición de tiro limpio, sin embargo no pudo sacarle más jugo.

Nicolás Silva: Fue el encargado de cambiar de ritmo, y aunque arrancó jugando de clásico enganche sus mejores participaciones ocurrieron cuando se movió por las bandas. Le faltó seguridad para ganar en el mano a mano, sin embargo acertó en la más importante de todas cuando con mucha tranquilidad tiró un caño en el área rival habilitando al gol de Pussetto. Además dejó a Coniglio de cara al gol, se entendió bien con Nacho y volvió a demostrar tener las herramientas para justificar su titularidad. Se retiró bañado en aplausos, ojalá pueda mantenerse.

Ignacio Pussetto: Otra vez la carta del gol Quemero, máximo artillero en lo que va de temporada. Definió perfecto la más clara que tuvo, moviéndose bárbaro para desmarcarse y shoteando mejor aún. Hubo un importante cambio en su posición, dejó de volantear para moverse con libertad por todo el frente de ataque y al parecer el cambio fue positivo; es verdad que perdió explosión, sin embargo recibió siempre mucho más cerca del arco rival y junto a Coniglio conformaron una delantera con más peso ofensivo.

Fernando Coniglio: Hizo todo bien para llegar a las posiciones donde un delantero saca rédito, sin embargo falló en cada una de sus definiciones. Perdió casi todos los mano a mano, a pesar de moverse mucho por el frente de ataque y salir constantemente del área para buscar fútbol. Tuvo dos claras y se mancó en ambas, primero rebotó en su afán de dominar cuando Álvarez lo dejó de cara a Andújar mientras que en el complemento tiró largo un balón inmejorable para cualquier delantero, perdiendo la posibilidad. Sí atinó una, en toda la tarde noche, cuando el arquero visitante le bloqueó un tiro desde la medialuna. Se retiró entre aplausos y silbidos (desde mi ubicación sentí más de los primeros), y aunque nadie puede negar que lo intenta está clarísimo que necesita concretar más para ganar en consideración.

Carlos Matheu: Realizó su debut oficial con la camiseta de Huracán y cumplió, más allá de tardar algunos minutos en asentarse con la pelota. No pasó sobresaltos en defensa, se incorporó bien en la dinámica del juego e incluso tuvo una opción en el área rival, pese a que no llegó a conectar su intento de volea. Tal vez la lesión de Salcedo le abra un lugar, y su jerarquía puede llegar a ser más que beneficiosa.

Andrés Chávez: Corrió siempre de atrás, ingresando en un momento del partido en el cual Huracán bajó la cortina metálica. Chávez buscó participar pero sin éxito, no logró posibilidades de gol y solo destacó por ganar la posición un par de veces.

Patricio Toranzo: Un puñado de minutos para el Pato, quien principalmente contribuyó en el retroceso del equipo.