Superliga 2017/18 – Fecha 19; Huracán 1 vs. San Lorenzo 1 – Huracán tenía el partido prácticamente definido frente a su clásico rival San Lorenzo, pero la idiosincrasia de su entrenador de resguardarse en el fondo hizo que el equipo rival consiguiera el empate a pocos minutos del final.

El planteo que eligió Gustavo Alfaro para enfrentar a San Lorenzo fue un 4-2-3-1 como viene haciendo hace ya un tiempo. Hubo dos cambios en el equipo respecto a aquel que venía de empatar en 0 con Colón: ambos cambios fueron obligados y por lesión, Manuel García ingresó en el arco para reemplazar a Marcos Díaz y Cristian Chimino ocupó el lugar de Pablo Álvarez en la defensa.

Como era de esperarse en el comienzo del partido hubo varias rispideces de ambos lados ya que lo que se estaba jugando era un clásico. Huracán contó con 3 volantes con vocación defensiva como Israel Damonte, Adrián Calello y Mauro Bogado. De estos fue el ex San Martín de San Juan y Argentinos Juniors quien se adelantó de su habitual posición de volante central, para tomar generalmente posición por la izquierda. Tanto Calello como Damonte se repartieron la marca en el medio, teniendo el ex de Independiente la difícil tarea de marcar a Fernando Belluschi, el jugador rival con mayor peligro para la defensa quemera.

Para atacar Huracán tuvo como volantes en ofensiva a Nicolás Silva haciendo las veces de enganche, y a Ignacio Pussetto como extremo derecho. Fue desde la unión de estos dos jugadores que el globo pudo hilvanar las jugadas más para el arco defendido por Nicolás Navarro. Sin ir más lejos, el gol viene por una excelente habilitación en cortada de Silva para “Nacho” que, como casi toda la tarde, les ganó las espaldas a los defensores de San Lorenzo para luego habilitar a Andrés Chavez, la única referencia en ataque del equipo, que terminó convirtiendo el 1-0 parcial. Hasta ese momento el planteo de Huracán fue de golpe a golpe contra el rival que tuvo sus chances pero nunca pudo poner en peligro al “Melli” García.

En el segundo tiempo la cosa fue totalmente distinta. Alfaro decidió que el equipo tenía que resguardarse en el fondo, apostar a una contra y que la pelota estuviera en los pies de los jugadores de San Lorenzo. Es cierto que el rival estaba obligado a salir a buscar el resultado, pero también lo es que el globo decidió esperar en su campo al equipo dirigido por Claudio Biaggio. Esto se vio reflejado en que varios jugadores tuvieron un cambio en su posición, en su vocación y en su tarea a cumplir dentro de la cancha. El ejemplo más claro para resaltar esto último es Pussetto: el ex Atletico Rafaela fue el jugador más punzante del equipo durante el primer tiempo (y el partido en general), y tuvo que jugar durante gran parte del complemento en una especie de 4 bis por encima de Chimino, defendiendo las arremetidas de Gabriel Rojas por la izquierda. Suena por demás extraño que los roles se hayan invertido tan claramente, y mucho más teniendo en cuenta los dolores de cabeza que le trajo a “Nacho” a Rojas durante toda la primera parte. Durante el complemento Alfaro realizó tres modificaciones en el equipo: el ingreso de Daniel Montenegro en lugar de Silva, de Ricardo Noir por Bogado y de Coniglio por Chavez. En todos los casos los cambios fueron posicionales, salvo que cuando ingresó Rolfi se dieron estos cambios en la función como la ya mencionada de Pussetto.

Está clara la responsabilidad del técnico en el resultado final, pero por lo que viene proponiendo el equipo a lo largo del campeonato no sorprenden estas decisiones lamentablemente. Cuando se realiza la elección de un entrenador se sabe su idea de juego para un equipo, y está claro que Alfaro es defensivo y le gusta que sus equipos jueguen bien ordenados en el fondo para luego tratar de contrarrestar el planteo rival de contra. Por eso, a mi criterio, esto no debiera sorprender a nadie ya que este técnico en todos los equipos donde estuvo jugó de esta manera. La campaña no es para nada mala pero está claro que uno como hincha pretendía ganar este partido y mucho más por cómo se dieron las cosas en el primer tiempo.