Superliga 2017/18 – Fecha 27; Huracán 3 vs. Boca Jrs 3 – ¡La que le pide huevo a los jugadores, para ganar la Copa Libertadores! Con sufrimiento, a lo Huracán, mirando otros resultados, ganando, perdiendo, remontando, pero con toda la garra posible, el equipo de Alfaro consiguió en la tarde del sábado su premio mayor después de una gran temporada. El empate ante Boca dejó un sabor amargo al finalizar el encuentro, pero Olimpo y Unión se encargaron de hacer justicia.
LO BUENO
Libertadores: después de un campeonato muy bien jugado por el Globo, el equipo se merecía tener un premio extra. Ya había dejado atrás el descenso hace muchas fechas, ya se había asegurado un lugar en la Copa Sudamericana y faltaba el último partido para que el premio sea mayor. No fue sin depender del resto, como nos hubiese encantado, pero como sea terminó la Superliga entre los cinco mejores y en 2019 viajaremos por el continente.
Invicto: Alfaro planteó una idea cuando agarró el equipo y los jugadores la entendieron. Más allá de algún altibajo que hubo en el torneo, Huracán terminó este certamen con un invicto de doce partidos en las últimas doce fechas. Desde la derrota con Rosario Central en el Ducó (el 12 de febrero), acumuló 6 victorias y 6 empates, siendo un equipo muy difícil de vencer y que supo enfrentar a cada rival de acuerdo a las necesidades propias y ajenas.
Cuatro patas: cuando todos tiran para el mismo lado, los resultados llegan. La dirigencia le trajo a Alfaro los refuerzos que quería. Los jugadores entendieron la idea, se bancaron ser titulares, suplentes, o ni siquiera convocados, y siempre tiraron para adelante. Los hinchas/socios armaron una fiesta cada vez que se pudo, apoyando al equipo aún cuando parecía que se caía. Y el técnico se encargó de mantener en armonía y unidos esos tres elementos, para que el barco siempre avance. Si una imagen puede resumir todo eso, es la de Federico Mancinelli, relegado todo el año, saltando los carteles para festejar como loco el empate de Chávez.
Rolfi Montenegro: 21 años después de su debut en Primera, y en su tercer paso por el club, Daniel Montenegro le dijo adiós al fútbol. Como debe ser, lo hizo jugando, de titular, un partido clave y en el casi marca un gol si no lo hubiese evitado Sara. El “Rolfi” jugó 194 partidos con la camiseta quemera, incluyendo torneos locales y continentales. Después de recibir muchos aplausos, saludos y homenajes, jugó 56 minutos hasta que salió reemplazado por Chávez.
Carlos Araujo: contagia, muerde, va, viene, intenta, se equivoca, vuelve a intentar. El Pipi Araujo se convirtió en este segundo semestre en uno de los estandartes del equipo y ante Boca lo ratificó. Fue y vino todo el partido, en un campo muy complicado por las lluvias de las últimas semanas y teniendo enfrente a jugadores mucho más jóvenes y con más resto físico. En más de una jugada arrancó los aplausos de la gente, por su esfuerzo y su entrega.
Ignacio Pussetto: volvió a ser clave en el ataque quemero. Equivocándose muchas veces y tomando decisiones apresuradas, también acertó mucho y siempre fue peligroso para la defensa de Boca. En el primer tiempo abrió el marcador con un remate cruzado y en el segundo fue clave en la jugada del empate. Los próximos meses sabremos si lo volvemos a ver con la camiseta del Globo o si ante Boca fue su despedida…
Andres Chávez: ingresó por Montenegro y fue determinante para cambiar el rumbo del partido. Primero reventó el travesaño, después participó en la jugada que derivó en el descuento de Mendoza, más tarde remató cruzado pero salvó Sara y para terminar marcó el gol del empate. Su ingreso mareó a la defensa de Boca que nunca pudo marcarlo. Definitivamente, fue el que cambió el resultado. Con tres goles en los pocos partidos que sumó en este semestre, una buena pretemporada puede convertirlo en el delantero de área que tanto necesita Huracán.
LO MALO
Marcos Díaz: esta vez no fue San Marcos. En el primer tiempo sobre todo, las pocas veces que Boca remató al arco encontró el gol, siendo responsable en los dos goles de cabeza de no salir a cortar centros que cayeron en el área chica. En el segundo, cuando el Xeneize podía golear, apareció en su mejor versión para salvar varias veces su arco, pero para ese entonces el equipo ya estaba entregado en defensa y con todas las energías puestas en empatar o ganar el partido. No se le puede reprochar nada a uno de los máximos responsables de esta clasificación a la Copa Libertadores.
Esos minutos: parecía que el Globo tenía dominado el partido y que marcaba el segundo en cualquier momento, pero en 10 minutos todo se dio vuelta. Entre los minutos 32 y 43 del primer tiempo, Boca arrinconó a Huracán y se puso 3 a 1 arriba, pudiendo incluso marcar algún gol más. Evidentemente, el empate fue un baldazo de agua fría que el equipo no pudo asimilar hasta que llegó el entretiempo, se acomodaron las ideas y se volvió al campo de juego.
Podía liquidarlo: Huracán arrancó el partido muy enchufado, como para pasar a Boca por encima. Después del gol de Mendoza, Silva tuvo un mano a mano, Rolfi casi marca, Salcedo y Mendoza estuvieron cerca y la defensa no pasaba sobresaltos. Con el partido dado vuelta, Boca tuvo muchas oportunidades para llegar al cuarto gol, pero Díaz y las malas definiciones lo evitaron. El empate fue justo por cómo se dio el partido, pero no era lo que se esperaba después de los 30 minutos iniciales.
LO FEO
Invencible: 24 años pasaron desde la última victoria del Globo ante Boca en el Ducó (Apertura 1994). Desde entonces pasaron catorce encuentros, en los cuáles Huracán apenas pudo rescatar seis empates. A pesar de enfrentar a los suplentes y de arrancar el partido en ventaja, el Globo no supo liquidarlo y otra vez se quedó sin ganar. A esta altura, recibir a Boca ya es un martirio.
Tanto hablaron: durante la semana se habló mucho y se especuló con que Boca le entregaría los puntos a Huracán o que sus jugadores no saldrían a ganar. Si algunos se hubiesen dedicado a preparar mejor sus partidos y los hubiesen ganado, hoy estarían clasificando a la Copa Libertadores…
LAS PERLITAS
El mejor: Ignacio Pussetto
El peor: Marcos Díaz
El dato I: Diego Mendoza no marcaba para Huracán desde el 31 de mayo de 2017, en la victoria por 4 a 0 ante el Deportivo Anzoátegui por la Copa Sudamericana. Por el torneo local, su último gol había sido unos días antes, el 7 de mayo, ante Aldosivi (3 a 0 en Mar del Plata).
El dato II: 2 victorias consiguió el Globo sobre 15 partidos en los que lo dirigió Fernando Rapallini. Aunque no influyó en el resultado, no deja de ser llamativo el número.
El dato III: la última vez que Huracán había empatado 3 a 3 por torneos de Primera División fue el 2 de agosto de 2015, ante Crucero del Norte como visitante (dos goles de Espinoza y uno de Torassa)
Papá de Bianqui, junto a Barbi ? Licenciado en Comunicación Social. Hincha y socio de Huracán, como debe ser. Y admirador del Barça.