Copa Argentina, 16avos de Final – Huracán 0 vs. Atlético Tucumán 2 – El seguimiento de cada jugador del Globo.
Marcos Díaz: Discreta actuación de Marcos Díaz, no lo buscaron demasiado pero entregó algunas dudas en sus intervenciones. Sí respondió bien durante la primera mitad evitando el autogol de Araujo y desviando un tiro libre que le picó justo adelante. En el complemento realizó algunas salidas de riesgo y terminó pagando en el gol de Atlético, parecía que podía contener el tiro de esquina pero terminó metiendo un manotazo que terminó dejando solo al futbolista rival.
Carlos Araujo: Lució la cinta de capitán por primera vez en un reconocimiento más que merecido para el Pipi. Pero se desarrolló flojo desde lo futbolístico, casi que no cruzó mitad de cancha y tuvo complicaciones con los retrocesos. Quedó pagando en más de un avance rival y aunque destacó cortando un par de pelotas adentro del área grande se movió por debajo del nivel habitual.
Saúl Salcedo: Siempre intentó ser prolijo y mostró química inmediata en los movimientos de los centrales con Alderete. Le faltó precisión en las acciones, perdió balones comprometedores y también tuvo fallos no habituales en él durante los retrocesos. Lo mejor fue su intención de limpieza, más allá de los varios pelotazos sin destino, lo peor es que no logró concretar sus buenas intenciones.
Omar Alderete: Realizó su debut con la camiseta de Huracán y mostró algunas credenciales, tuvo firmeza para el hombre a hombre, velocidad en el retroceso y criterio para jugar la pelota de abajo. Construyó una actuación similar a la de Salcedo en cuanto a la efectividad en sus aciertos, por intentar cometió errores que el rival aprovechó, como por ejemplo en el segundo gol. Está claro que entiende el puesto, necesitará partidos para alcanzar su nivel.
Pablo Álvarez: Alternó buenas y malas durante toda la noche, pero pesaron estas últimas. Tuvo poca incidencia en el terreno rival, batalló bastante en defensa perdiendo más de lo ganado. Sí se lo vio entero desde lo físico, con la velocidad habitual pero a tiempo en cruces y cierres. Álvarez cerró la temporada dejando atrás las lesiones y ganándose un puesto que parece no tener otra variante, dependerá exclusivamente de él.
Israel Damonte: La cuota defensiva del mediocampo, con garra y empuje, pero sin su fluidez habitual. Quedó claro que la línea media está en formación, y quizás termine siendo Damonte quien ocupe el puesto más centralizado. Ante Atlético se movió en dirección a la banda derecha, pero nunca terminó de encontrar comodidad, o al menos no como nos tiene acostumbrados. Falta tiempo de trabajo, se cambió una pieza importante, y sin ningún tipo de dudas los tres buenos intérpretes que tenemos allí terminarán de acomodarse.
Iván Rossi: Arrancó como titular, al igual que en el postergado segundo tiempo ante Arenas, y sin condicionamientos climáticos tuvo lugar para presentar su cv. Rossi tiene muy buen toque, ritmo de marca y criterio en la elaboración; este último aspecto es potencialmente fundamental para un equipo que pretende atacar con tres futbolistas sin enganche. Pero no ha demostrado, en un partido y medio, la marca clásica de cincos como Calello o Fritzler, aquí deberá trabajar Alfaro para disponer las piezas. Rossi fue quien (en contadas dosis) mejor futbol entregó en la noche salteña, mostró cualidades de tiempista y un toque corto destacable. De los refuerzos fue quien más se pareció al que vimos en otros equipos, por eso lo elijo figura.
Mauro Bogado: Arrancó dueño del equipo, pero duró realmente poco. Jugó por delante de Rossi con mayor responsabilidad de marca, no terminó de asentarse en el mediocampo y su actuación fue diluyéndose con el correr de los minutos. No tuvo precisión ni empuje ofensivo, estuvo ligado a la defensa y aunque salió, merecido por rendimiento, la sustitución dejó dudas por la función que cumplía Mauro en el círculo central.
Carlos Auzqui: Realizó su rápido debut con la camiseta de Huracán y dejó gusto a poco. Arrancó bárbaro pisando el área buscando un cabezazo tras centro cruzado, pero este terminó siendo su primera y única opción ofensiva. Mostró un fuerte compromiso con la marca pero se pasó de rosca, cometió tres infracciones de amarilla y afortunadamente solo le sacaron una. No hizo diferencia en el hombre a hombre ni terminó de presentarse en cuanto al trato de pelota. Todo por demostrar.
Juan Garro: Fue la vía ofensiva elegida por los volantes, pero no logró más que un par de avances en velocidad. Garro estuvo comprometido con la marca sin terminar de definirse como delantero, apareció realmente poco por el centro del ataque y nunca se asoció corto. Lo suyo es el pique al vacío, y ese es un trabajo grupal para ayudar a que aparezcan los espacios. Un centro bárbaro y un tiro desviado es poco para el delantero “más picante” que presentó el Globo entre los titulares.
Diego Mendoza: Pobre partido de Diego, insuficiente por donde se lo mire. Caerle con munición pesada es erróneo, una cosa es tapar baches en el cierre de la temporada y otra es decidir sostenerlo con mucha planificación previa. Nadie va a discutir sus ganas de jugar, menos el empuje que coloca en cada acción, pero mantener a un delantero que se mueve siempre lejos del gol y tiene grandes dificultades para manejar la pelota (Mendoza regala la pelota previa al córner donde Atlético anota, se la da atrás a un rival desde mitad de cancha) ya excede al propio futbolista. Necesitamos solo un partido para entender que Chávez no tiene remplazo, al menos no uno a la altura de la exigencia que tendrá Huracán en el próximo año. Si el plan b será siempre Mendoza, el entrenador y la dirigencia deben blanquearlo de forma pública. Caso contrario se le caerá constantemente a Diego, y eso no es del todo justo. Allá quien elija no ver sus limitaciones deportivas, pero con huevo solo no alcanza. ¿Llegará su destape goleador? Aquí leen al primero que celebrará como nadie sus goles, pero sabemos que los reyes magos pasan muy cada tanto por Parque Patricios.
Lucas Gamba: Entró para revertir la anemia ofensiva del Globo y lejos estuvo de hacerlo, mucho más de parecerse a aquel que hizo feliz a Unión. Necesitará asentarse, más minutos, pero por ahora está distanciado de la expectativa. Lo positivo es que siempre bajó al medio para buscar la pelota, sin pretender todas al pie ni mucho menos. Mostró algo de rebeldía en un momento pálido, lejos del área.
Norberto Briasco: Su ingreso no terminó de quedar del todo claro en cuanto a lo posicional, Norberto volvió a sumar minutos pegados a la banda derecha y luego en el centro del área. Siempre buscó sacar algo cuando tomó el balón, pero no terminó de consumar ninguna. Parecía que con los refuerzos perdería terreno, pero fue segunda variante en un cotejo de eliminación directa. Siempre esperamos más de él.
Nicolás Cordero: Debut absoluto para el juvenil del Globo, apellido que desde hace rato suena con buenas referencias en las categorías inferiores del club. Si juega es porque está capacitado para hacerlo, pero pedirle más a él que a compañeros con decenas de partido disputados es un absurdo. No se escondió, buscó siempre el balón y mostró recursos para jugar de espaldas. Felicidades y a por más.
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.