Copa Argentina, 16avos de Final – Huracán 0 vs. Atlético Tucumán 2 – Un Huracán muy diferente, desde lo futbolístico, al del final de la temporada pasada, cayó en su primer partido oficial frente a Atlético Tucumán por 2 a 0. El globo demostró que le falta rodaje y pulir varias piezas para ser ese equipo sólido que demostró ser el torneo anterior.

Para enfrentar a Atlético Tucumán por Copa Argentina, Gustavo Alfaro paró al equipo con 4-3-3: la línea defensiva estuvo formada por Pablo Álvarez y Carlos Araujo en los laterales, y la dupla paraguaya en el centro, con Saúl Salcedo y Omar Alderete. En el mediocampo formó con tres volantes centrales, Iván Rossi, quien jugó mas retrasado, Mauro Bogado e Israel Damonte. En ofensiva salieron a la cancha, Carlos Auzqui junto a Juan Fernando Garro por los costados y como referencia Diego Mendoza.

La idea inicial fue formar un mediocampo fuerte, para poder jugar a la contra con dos jugadores rápidos como Garro y Auzqui. Lo que sucedió fue que ese triple volante central, en vez de ser una pieza favorable para el globo, lo terminó complicando ya que Atlético encontró en ese sector de la cancha el lugar mas cómodo para poner en peligro a Huracán. Desde la tenencia de Juan Mercier, el buen manejo de Guillermo Acosta y la velocidad de Ricardo Noir (increíble pero real), el Decano hizo pie en campo rival y le trajo mas que un dolor de cabeza a la nueva dupla central que tiene el equipo quemero en el fondo.

Se nota que falta rodaje. El mismo Alfaro lo reconoció una vez culminado el encuentro. Ya desde el partido de la semana pasada frente a Victoriano Arenas se pudo apreciar la merma de solidez de este Huracán. La falta de un generador de juego es quizás una de las grandes falencias que se pudo ver en ambos cotejos. Por eso el pedido desesperado del entrenador por Nicolás Silva o Gastón Fernández, por ejemplo. El cuerpo técnico es conciente de la falta de un miembro de estas características y se lo hace saber a la dirigencia.

En el complemento se pudo ver quizás la peor cara del equipo en general. El entrenador movió algunas fichas, por ejemplo con el ingreso de otras de las incorporaciones para este temporada, Lucas Gamba en lugar de Auzqui, pero el ex Unión estuvo lejos de poder cambiar el rumbo del partido. El globo no pateó al arco durante el segundo tiempo, y ese no es un dato menor para encontrarle un porque a la derrota. Atlético encontró a través de una pelota parada lo que mereció, y se quedó con el pase a la siguiente ronda de la Copa Argentina.

Tampoco fueron capaces de aportarle algo distinto a la situación los ingresos de Norberto Briasco y del debutante Nicolás Cordero, en lugar de Mauro Bogado y Diego Mendoza, respectivamente. Una vez concretado el tanto del rival, los de Alfaro intentaron con mas ganas que fútbol ir a por el empate, pero solo quedó en buenas intenciones. No se pudo englobar una jugada propicia para quedar de cara al gol ni mucho menos. Y para colmo luego de ciertos desbarajustes defensivos, los tucumanos encontraron en los pies de Leandro Diaz su segundo tanto de la noche para finiquitar el asunto.

Va a tener que trabajar Alfaro. Lo sabe. Es conciente de la pobre imágen que dejó su equipo en los dos partidos oficiales que jugó hasta el momento. Sabemos por lo que se supo ver durante la temporada pasada, que nuestro entrenador es capaz y está capacitado para «revertir» esta situación. Se reciben a River y Boca en el Ducó en las primeras dos fechas de local y esos parecen ser dos examenes mas que tentadores para modificar el rumbo con el que se inició este trayecto. Hay material, solamente hay que saber ubicar bien las fichas en su lugar.