Superliga 2018/19, Fecha 4 – San Martín de San Juan 1 vs. Huracán 2 – En un partido en el que su rival lo jugó prácticamente entero con un jugador menos, el Huracán de Gustavo Alfaro venció por 2 a 1 a San Martín en San Juan. El globo terminó sufriendo por la impericia de no poder liquidar el encuentro.

Con una sola modificación respecto al conjunto que venía de empatar con Boca Juniors, salió Huracán a la cancha para enfrentar a San Martín de San Juan: Juan Fernando Garro ingresó en lugar del lesionado Walter Pérez. Repitió el esquema Gustavo Alfaro, parando al equipo una vez más con un 4-4-1-1. Marcos Diaz bajo los 3 palos, en la línea de fondo Christian Chimino por el carril derecho, Carlos Araujo por el izquierdo y Saúl Salcedo junto a Federico Mancinelli por el centro. En el mediocampo, como doble volante central se ubicaron Ivan Rossi e Israel Damonte, por el carril derecho Carlos Auzqui, por el izquierdo «Juanfi» Garro y como enganche, el colombiano Andrés Roa. La única referencia de ataque fue Andrés Chávez.

El encuentro comenzó con los locales haciéndose del balón y del globo con una postura mas expectante. La idea de Alfaro fue que el equipo se parara bastante corto, para rematar a su rival con los ligeritos de contra. Pero San Martín no se la puso fácil, ya que sus mediocampistas, siempre estuvieron un «cambio» mas arriba que los quemeros, y esa diferencia en velocidad hizo claramente la diferencia a favor de los dirigidos por Walter Coyette. Ni siquiera con la expulsión de Marcos Gelabert supo Huracán como contrarrestar esta situación. De todos modos en una de las pocas jugadas favorables que tuvo, el conjunto de Parque Patricios encontró una ventaja inmerecida: jugada a un toque entre Garro, Damonte, Roa y Chávez, que culminó con el ex Banfield y Boca convirtiendo desde afuera el área.

Poco duró la felicidad, ya que 8 minutos después San Martín puso parda en el marcador de pelota parada en los pies de Martín Bravo. Era justo el empate ya que los sanjuaninos realizaron un gran despliegue físico con un jugador menos y le trajeron varios dolores de cabeza a Mancinelli, Salcedo y demás defensores. Uno de los que mas inconvenientes trajo fue Nazereno Solís, un conocido de la casa que se ubicó por el carril izquierdo e hizo mucho recorrido con peligro por ese sector de la cancha. Pero cuando el primer tiempo moría, una nueva jugada en conjunto, terminó con gol de Araujo para que el globo se fuera a los vestuarios con ventaja por sobre su rival.

El segundo tiempo tuvo otro tinte. El gran esfuerzo físico realizado por los jugadores locales se hizo notar. De haber estado mas fino a la hora de la definición Huracán pudo haber liquidado el asunto, pero nunca encontró la forma de hacerlo. Desde buenas intervenciones del arquero Luis Ardente, hasta malas definiciones de los jugadores quemeros, hicieron que la agonía por conseguir los codiciados tres puntos se estirara hasta el final del encuentro. Hubo algunos cambios de piezas por parte de Gustavo Alfaro para que el objetivo de triunfar se lograra: Lucas Gamba ingresó por Garro a los 59 del complemento, y a partir de ese momento el esquema se modificó a un 4-4-2. Pareciera que esto último es algo que le simpatiza bastante a nuestro entrenador, ya que en casi todos los partidos jugados en la presente Superliga, en la segunda etapa se cambió a este modelo de juego.

Con esta modificación en el dibujo, el colombiano Roa pasó a jugar de carrilero, y como ocurrió contra Boca, se vio su mejor imágen dentro de la cancha. Pareciera que arrancar desde el costado y tirarse por el centro es de las tareas que mas le simpatizan al ex Deportivo Cali. A los 73 minutos Norberto Briasco ingresó para reemplazar a Auzqui y a los 80 Mauro Bogado hizo lo mismo por Chávez.

Se ganó un encuentro de esos que anímicamente levantan y mucho. Pero es justo decir que el juego del equipo dejó mucho que desear. El hecho de haber jugado tanto tiempo con un jugador más y que esto último no se notara, da la pauta de que hubo fallos contundentes en la creación de juego. De todos modos, el equipo supo golpear en los momentos que debía hacerlo, aunque no tuvo la misma lucidez para encontrar situaciones que le dieran tranquilidad para jugar los últimos minutos. El parate vendrá bien para recuperar jugadores lesionados, y para que se pueda seguir trabajando para lograr un mejor funcionamiento en general.