Superliga 2018/19, Fecha 14 – Huracán 1 vs. Defensa y Justicia 1 – En un encuentro donde se enfrentaron dos conjuntos con ideas muy distintas en cuanto a cómo llevar a cabo su fútbol, Huracán y Defensa y Justicia igualaron 1 a 1. El “Halcón” de Varela consiguió empatar en los últimos minutos del encuentro.

Para enfrentar al “Halcón” de Varela, Gustavo Alfaro dispuso de tres modificaciones respecto del equipo que venía de vencer a Godoy Cruz: el ingreso de Christian Chimino en lugar de Pablo Álvarez, de Omar Alderete reemplazando a Walter Pérez y de Carlos Auzqui por Norberto Briasco. Nuevamente el esquema fue el clásico 4-4-2 que utilizó el conjunto quemero durante la mayor parte del torneo. Marcos Diaz ocupó el arco, en la línea de fondo Chimino y Alderete por los laterales, y Saúl Salcedo junto a Federico Mancinelli como dupla central. En el medio, por los costados estuvieron Auzqui y Patricio Toranzo, mientras que por el centro lo hicieron Iván Rossi e Israel Damonte. En ataque estuvieron Andrés Chávez y Lucas Gamba.

El partido se dio como se esperaba: Defensa y Justicia con la posesión de la pelota, haciéndola circular por todos los frentes, y Huracán esperando alguna oportunidad para salir rápido de contra, pero ejerciendo una gran presión en todos los sectores del campo. La idea del globo fue que su rival tuviera el balón, pero que no la manejara a su antojo, que sintieran la presión en todas las líneas. No fue fácil es desarrollo de esta tarea, ya que todos los jugadores tuvieron que hacer un gran esfuerzo físico para poder sostener esta manera de jugar.

Como se dijo varias veces en esta columna, Huracán es un conjunto que se adapta a distintas situaciones de juego y que no se identifica con una única manera de jugar. En la noche del lunes el globo supo que Defensa propone la tenencia y la circulación del balón constante mediante exponentes de muy buen pie. Si el partido se planteaba de igual a igual o palo a palo como se suele decir en la jerga futbolística, está claro que íbamos a salir perdiendo. Claramente esta no fue la idea de Alfaro y su cuerpo técnico, que se inclinó por una actitud más timorata, generalmente esperando a su rival con los once jugadores parados detrás de la línea que demarca la mitad de cancha. Minutos previos a la culminación del primer tiempo, Huracán pudo ejercer suma presión desde la mitad de la cancha y encontrar a Defensa mal parado. El que quitó fue Rossi, el que la armó fue Chávez (¡cuanto mejor físicamente te notamos!) y Gamba la mandó a guardar. El ABC de lo que pretendía Alfaro de su equipo.

Durante el complemento la síntesis del partido es la misma: Huracán esperando, aunque esta vez producto del desgaste físico de sus jugadores, con menos presión. Para resarcir esta falencia, Alfaro tuvo que mover fichas para poder sostener la idea con jugadores más frescos: así fue como en primera instancia Briasco ingresó por un muy aplaudido Auzqui (se redimió de la expulsión sufrida ante Colón con una actuación muy destacada), de Walter Peréz en lugar de Toranzo y de Juan Francisco Garro reemplazando a Chávez. Tuvo algunas situaciones para poder finiquitar el encuentro con un gol más, pero nunca pudieron llegar a buen puerto las oportunidades generadas. Con el correr de los minutos Defensa empezó a sumar hombres en ataque, a tal punto que la defensa del equipo de Sebastián Beccacece llegaba a pisar el área de Huracán. Así fue como, cuando el partido se moría, Defensa llegó al empate justamente por una jugada culminada por dos defensores.

Por cómo se dio el partido da bronca haber empatado, pero Defensa y Justicia hizo lo suficiente como para llevarse algo a partir de su ataque constante. Por algo es uno de los mejores conjuntos de la presente Superliga y aun es el único invicto. Lo de Huracán fue muy digno, utilizó sus armas para intentar defender el resultado, pero hacerlo relegando la tenencia de la pelota con un equipo con el de Varela es muy difícil. Quedan dos escollos de cara a fin de año y los muchachos de Alfaro deberán demostrar, una vez más, estar a la altura.