Superliga 2018/19, Fecha 13 – San Lorenzo 0 vs. Huracán 0 – El seguimiento de cada jugador del Globo.

Antony Silva: Inmejorable debut del flamante golero, quien además de mantener la valla en cero presentó credenciales con una excelente atajada en la primera mitad. Respondió bien cada vez que la pelota llegó a su posición, algunos tiros con complicidad de los rivales, pero mostró jerarquía en el puesto y experiencia para absorber positivamente la presión del caliente partido. También destacó por un puñetazo en el complemento, quizás su única intervención saliendo del área chica.

Cristian Chimino: Jugó condicionado por una amarilla temprana, tras una infracción táctica. Resguardado en el fondo, no tuvo demasiado lugar para proyectarse más allá de algunos pocos intentos, chocando siempre con la posición de un Roa encargado de trasladar por esa banda. Fue reemplazado de forma correcta, sabiendo que no había margen con el juez.

Saúl Salcedo: Gran partido de la Roca, cerca de sus mejores luces, iniciando el 2019 con un nivel superior al semestre anterior. Entendió la dinámica del juego, por eso jamás dudó en despejar la pelota con vehemencia. Tuvo un excelente anticipo sobre Blandi en la primera mitad, y más allá de algunos desajustes colectivos en el retroceso completó la actuación erigiéndose como la figura de Huracán. Fue garantía en la marca, tuvo regularidad y jamás mermó en su actitud.

Federico Mancinelli: Le jugó en contra la intención del principio de apretar arriba, quedó mucho terreno a sus espaldas y se notó en algunos retrocesos. Luego se asentó y mejoró, quitó bastante pelotas frontales y también balones aéreos dentro del área. Quedó en evidencia, como toda la última línea, algunos desajustes posicionales con el doble cinco a la hora de cubrir espacios, situación que el rival supo aprovechar.

Carlos Araujo: Mal partido del Pipi, sorpresivamente por debajo de sus posibilidades y nivel. Se lo notó incómodo durante todo el juego, imponiéndose pocas veces en cada banda que le tocó defender y sin su habitual seguridad para ceder el balón a los compañeros. Un tropezón que ni de por asomo es caída, lo esperamos al tope de su capacidad ante Rosario Central.

Iván Rossi: No entrenó con normalidad durante el último tramo de preparación y se notó, Iván arrancó muy mal el partido pero con el correr de los minutos fue pareciéndose más a aquel que nos tiene en el bolsillo. Rossi no terminó de ubicar su lugar en el terreno, quedó lejos de los centrales y también de la línea delantera y más allá de algún toque distintivo no gravitó como de costumbre. En el complemento volvió a perderse, aunque mejoró su producción con la marca.

Israel Damonte: Alternó buenas y malas durante su estadía en el campo de juego, sin negociar ni por un segundo la actitud estuvo impreciso en la cesión del balón y también falló en algunos intentos de recuperación. No pudo cumplir junto a Rossi con la habitual solidez del bloque, recibió un patadón que valió la roja de un rival y terminó siendo reemplazado cuando estaba entero para seguir en cancha.

Carlos Auzqui: Floja producción de Auzqui, por debajo de lo esperado, y siendo al menos visualmente uno de los que más sufrió el partido desde el plano físico. No es novedad su desgaste habitual, sin embargo esta vez no solo no pudo aprovechar espacios sino que tampoco dio cierre positivo a sus centros al área. Tuvo algún que otro intento del que no sacó jugo, abusó de los pelotazos largos y no encontró precisión a la hora de shotear a puerta.

Andrés Roa: Había mucha expectativa apoyada en lo que pudiera hacer el colombiano, quien intercambió bandas con Auzqui en su vuelta a la titularidad pero jamás pasó de sus intentos de arranque. En lo individual destacó poco por su habitual talento, apenas algún chispazo en el mano a mano, aunque sí fue importante como lanzador en las dos opciones nítidas que tuvo Lucas Barrios. Tuvo que recorrer mucho terreno y eso le jugó en contra, siempre que apareció por el centro del ataque lo hizo con varios metros corridos sobre el lomo y se notó.

Lucas Gamba: Sin la precisión de otros juegos Lucas mantuvo alto su nivel físico, fueron realmente pocas las pelotas que eligió no correr y en líneas generales siempre estuvo atento al sector de la cancha donde lloviera el balón. Le faltó asociarse mejor con sus compañeros, ya que cometió errores de cesión en espacios cortos, pero aún sin estar al tope logró dos opciones claras de gol; un derechazo alto durante la primera mitad y ese cabezazo de arremetida que pudo ser mucho más peligroso. Siempre se espera más del goleador Quemero en la temporada, aunque realmente cuesta no destacarlo por su empuje.

Lucas Barrios: Tuvo el gol dos veces, primero encontrando el espacio para meter una imperfecta definición que ubicó los reflejos del golero rival, después con gran cabezazo que le propio uno le robó volando sobre su poste. Su sola presencia genera cosas, arrastra marca a donde vaya y tiene toda la jerarquía a la hora de bajar balones largos y encontrar espacios para compañeros. Un partido le bastó para protagonizar las situaciones más claras del partido, sin embargo no pudo meterlas y aquí es donde cae la exigencia hacia su persona. Sin dudas el cambio fue consensuado, o al menos eso quisiera creer, ya que desde lo físico no pareció estar para salir. Es difícil no entusiasmarse con este delantero, aunque deberá confirmar su autoridad en cada partido.

Walter Pérez: Ingresó en el entretiempo por el amonestado Chimino, le costó algunos minutos adaptarse pero cuando lo hizo tuvo más aciertos que errores. Fue el lateral que mejor se proyectó e incluso generó con centro la situación del gol anulado a Chávez. Walter pide pista por frescura, y más allá de algunos desajustes estuvo nuevamente a la altura.

Andrés Chávez: Poco de Chávez, quien nuevamente evidenció un estado físico lejos del ideal. No se impuso en los pivoteos y su ingreso coincidió con la pérdida de terreno ofensivo por parte del equipo, de todas formas se mostró picante con un cabezazo a manos de Monetti y ese oportuno remate a gol que terminó invalidado.

Patricio Toranzo: Veinte minutos para el Pato, que peleó titularidad durante la semana, aunque su ingreso coincidió con el cambio en la tendencia del partido. Huracán perdió la pelota y poco pudo hacer para que esto no ocurra, terminó más pendiente de la marca y sin grandes opciones para buscar pases filtrados. Tuvo la última bola de la tarde, pero en lugar de tirarla arriba lateralizó generando el pitazo final de Merlos.