Superliga 2018/19, Fecha 21 – Patronato 1 vs. Huracán 0 – Huracán volvió a perder, no quedó claro a que intentó jugar en Paraná y una nueva decepción nos sacudió en la previa a iniciar la Copa Libertadores. El equipo se oxigenó con habituales suplentes pero el nivel general volvió a ser malo, hubo discretísimas individualidades y una conducción técnica absolutamente indescifrable. Lo que ayer era defender un lugar en la Libertadores 2020 hoy se transformó en miedo a quedarse afuera de la próxima Sudamericana, los números son los peores de los últimos dos años y las reacciones no aparecen en el momento más importante de la temporada.

Calurosa tarde en el Bartolomé Grella de Paraná, allí donde Huracán debió continuar su irregular andar en el ciclo Mohamed midiéndose ante Patronato, entonces último en la Superliga y ubicado en la zona de descenso al Nacional B. El Globo tomó algunas licencias pensando en su debut por Libertadores del próximo jueves, cambió más de la mitad del equipo dándoles descanso a varios de los futbolistas que fueron señalados por muchos Quemeros como grandes culpables de los apenas dos puntos obtenido sobre los últimos doce disputados.

Omar Alderete reemplazó a Mancinelli, Araujo pasó al lateral derecho en lugar de Chimino y Walter Pérez completó la línea de fondo. Juan Sills realizó su debut absoluto con nuestra camiseta formando el doble cinco con Toranzo mientras que Briasco, Roa y Javier Mendoza se paraban detrás de la línea de Andrés Chávez, única referencia en ofensiva.

La expectativa que generó ver un equipo diferente murió pocos segundos después del pitazo inicial. Huracán fue un equipo apático, lastimosamente poco ofensivo y con una línea de juego imposible de advertir, Roa se paró en posición de diez pero fue absorbido fácilmente por la línea media del rival; No había forma que el balón le llegara limpio al estático Chávez y cualquier pincelada de Briasco o Mendoza era insuficiente para generar peligro.

El rival también juega, pero este caso lo del Patrón fue muy pobre. El desarrollo pareció al de un cotejo de una o dos categorías menos, nula inspiración y mucho pelotazo a la nada; esa tenue ilusión de ver al Globo sacar un conejo de la galera no floreció jamás, el primer tiempo se consumió sin que Huracán pateara un tiro al arco, o hilvane pases, o meta alguna jugada preparada o cambie a sus atacantes de posición.

Nada, pero nada de verdad.

El complemento inició con un cambio, realmente fue insólito lo que hizo Huracán en la tapa inicial. Lucas Barrios, que supuestamente iba a descansar, ingresó por un Roa desconocido para armar del doble nueve. Pero lo peor todavía no había llegado.

De todas formas el Globo logró al fin armar una opción de riesgo, y ante el incomprensible plan de juego no podía ser de otra manera que con un unipersonal; Noberto Briasco se movió de derecha al centro y detrás de la medialuna sacó un muy buen zurdazo que Bértoli desactivó volando sobre su derecha.

Pero tras el primer hilo de luz en la tarde paranaense llegaría lo impensado, tras un manotazo a córner de Silva tras el shot largo de Berterame. El tiro desde la esquina izquierda superó la desorientada salida de Antony y Federico Bravo, ganándole la marca a Briasco, solo tuvo que cabecear contra el arco vació para lograr el 1-0 de Patronato. Perdía el Globo, difícil de digerir aun en el pésimo partido que se estaba realizando.

Y en desventaja el equipo, como en cotejos anteriores, pretendió hacer lo que hasta entonces no; atacar. Andrés Chávez capitalizó un pelotazo en débil tiro que Bértoli desvió a córner, además Barrios sacó un fuerte tiro desde afuera que le esquivó a los tres palos. Daniel Hernández ingresó desde el banco haciendo su debut en lugar de Briasco, minutos después Garro reemplazó a Mendoza.

Huracán no encontraba la forma de lastimar con regularidad a uno de los peores equipos del campeonato pero a cinco del final lograría su opción más nítida de la tarde; el preciso córner de Hernández encontró el buen cabezazo de Garro, Bértoli reaccionó perfecto devolviendo y luego hizo lo propio ante el intento de Alderete. Debió ser gol, pudo serlo, sin embargo este planteo que pareció apostar todas sus fichas a un golpe de suerte tampoco contó con el guiño del azar.

Solo quedó tiempo para la expulsión de Lucas Barrios, por un manotazo en la espera de un córner que le valió la puntillosa roja de Dóvalo. De descansar a no poder utilizarlo por, al menos, un partido.

Fue final y derrota, pálida y triste, dolorosa por el rival y un contexto adverso que se profundiza. El Globo no dio pie con bola justamente en la previa a iniciar el momento más sensible de la temporada; el dos semanas Huracán jugará cuatro cotejos fundamentales, dos como local por Superliga y otro par en el marco del Grupo B en la Copa Libertadores.

No es momento de pedir cabezas, sí de exigir una respuesta. A los futbolistas que fueron grandes responsables en mantener al Globo casi un año y medio entre los cinco mejores del país les pido vuelvan a encontrar esa concentración de fierro que gestó un espíritu inquebrantable; el mismo hoy tiene una fragilidad imposible de digerir.

Al entrenador le pido un sello, una muestra de su mano, una justificación en cancha del trabajo que se realiza a diario. Y sostenerlo en el tiempo, al menos por noventa minutos, insisto es que es muy difícil comprender lo que intenta hacer el equipo en cancha. No hay variantes, no hay empuje, estamos inmersos en una resignación absolutamente injustificada en relación a lo que se está disputando.

Copemos el Ducó el jueves, seamos testigos de otra noche que seguramente quedará guardada en la memoria emotiva de varias generaciones. Cuanto tiempo soñamos un partido así, y lo tenemos, defendamos el lugar que supimos conseguir.

Podemos perder, podemos pasar de ser los mejores a ser los peores en un chasquido. Lo que no podemos permitir es transmitir la nada misma, y eso es lo que viene ocurriendo desde aquella presentación en Córdoba.