Copa Libertadores 2019, Fecha 1 – Huracán 0 vs. Cruzeiro 1 – ¿Perdió Huracán? Si. ¿Mereció Perder? No. ¿Tuvo actitud? Si. ¿Jugó bien? No. Noche muy lluviosa y triste en el Ducó, una vez más. El Globo se quedó con las manos vacías en un partido que por su trámite debería haberle dejado, por lo menos, un punto al equipo de Mohamed. Aunque se vieron mejorías respecto a los últimos encuentros, todavía falta y mucho para que Huracán se recupere y vuelva a ser el equipo del año pasado.
LO BUENO
Actitud: el equipo mostró ante Cruzeiro una actitud que no había tenido en los últimos encuentros. Jugó siempre concentrado, casi no cometió errores en defensa y ganó casi todas las pelotas divididas. Manejó el partido de punta a punta, teniendo la pelota, generando más posibilidades de gol y arrinconando al rival contra su arco. La mala suerte, la falta de frialdad para definir, las pocas ideas cerca del área y alguna floja actuación volcaron el resultado a favor del visitante.
Alderete: el paraguayo jugó como lateral por izquierda, pensando en la altura de los brasileños en las pelotas paradas, y realmente jugó un gran partido. Si bien no es el más hábil con los pies, pasó al ataque siempre que pudo, envió los centros más peligrosos, habilitó bien a sus compañeros varias veces, remató desde afuera en un par de ocasiones y nunca sufrió en defensa.
Barrios: todavía le debe doler la cabeza de tantos pelotazos que le tiraron. Casi siempre ganó él, y también casi siempre se la bajó a algún compañero. Lamentablemente el equipo juega por momentos muy lejos del área rival y termina siendo más un jugador de tres cuartos de cancha que un delantero central, pero está claro que colabora con el equipo y si tiene que bajar a buscar la pelota lo hace sin problemas.
Gamba: Lucas volvió a ser el desequilibrante que estábamos esperando hace varias fechas. En el primer tiempo y con más espacios, buscó aprovechar su velocidad cada vez que lo buscaban con algún pase largo, aunque el agua que caía en la cancha no ayudaba mucho. En el segundo tiempo, con el rival replegado en su área, se tiró unos metros más atrás e intentó ser el creador del equipo, insistiendo una y otra vez por diferentes caminos.
Arcos: lo primero lindo que se vio en la noche de Copa, fue el estreno de dos arcos nuevos, con forma casi rectangular y muy prolijos. Muy buena iniciativa o incorporación (desconozco cómo y de quién fue la gestión) para que la cancha sea siempre un poco más hermosa.
Césped: la lluvia desde antes del comienzo del partido fue torrencial y no paró en ningún momento. De a ratos llovió muchísimo y en algunos lapsos un poco menos, pero el pasto del Ducó se lo bancó a la perfección. Me he cansado de criticar el estado del campo en otras ocasiones y, nobleza obliga, hay que saber reconocer cuando se ve el trabajo por buen camino.
LO MALO
Israel Damonte: en un partido que el Globo estaba jugando en forma prolija (no bien, pero si prolija), tuvo una muy mala respuesta ante un pase en «cuchara» y facilitó que el delantero de Cruzeiro pueda definir ante el achique de Silva. Fue la primera jugada de riesgo del equipo rival y una de las pocas en todo el partido, pero la floja marca de Israel permitió el gol que definió el juego.
Andres Roa: el colombiano estuvo desconcertado toda la noche. Tomó malas decisiones cada vez que quiso generar peligro, perdió varias pelotas por demorar en pasarla y se lo notó fastidioso (probablemente consigo mismo). Para rematarla, fue amonestado cuando promediaba el primer tiempo y tuvo que salir reemplazado en el segundo porque ya estaba al borde de la expulsión.
Javier Mendoza: entró en lugar de Auzqui para intentar desbordar y generar peligro, pero en la primera que tuvo, tras un pase perfecto de Alderete, envió un centro pasadísimo. Después intentó un par de veces más, pero nunca pudo generar algo cerca del arco ni tuvo precisión con los pies. Por ahora, sigue desaprovechando sus oportunidades.
Reacciona en desventaja: Huracán no juega bien y le cuesta mucho generar peligro. Si bien en defensa se mostró ordenado, en ataque le pasó lo mismo que ante Unión: recién genera peligro y se acerca al área rival cuando está perdiendo el partido y el contrario se repliega cerca de su arco. Para ese entonces, el resultado ya está a favor del otro equipo y a falta de uno hay que meterle dos goles para conseguir la victoria.
Suerte esquiva: cuando las cosas no salen, no salen. Como ante Patronato en la última jugada, la moneda no cayó nunca del lado de Huracán. Muchísimos rebotes en las áreas, muchas jugadas que podrían haber sido gol, muchos desvíos que no fueron para el fondo del arco… es cierto que Huracán fue más a los ponchazos que con ideas, pero ni siquiera la suerte le dio una mano al equipo.
No juega bien: que quede clara una idea: merecer algo más o haber tenido más chances de gol que el rival, no significa jugar bien. Como en todos los partidos del año, a Huracán le costó horrores generar situaciones de gol en igualdad de condiciones y con el marcador en cero. Cuando las genera, es porque el rival se atrasa para defender la ventaja que consiguió y porque el Globo acumula jugadores en el área rival, pero no porque tenga ideas claras de cómo llegar al gol o porque someta al contrario a puro fútbol.
LO FEO
A remar la Copa: si bien recién comienza y quedan cinco partidos por jugarse, los próximos tres compromisos del Globo serán en condición de visitante. Habrá que ver si el equipo puede levantar cabeza y sumar los puntos necesarios para definir la clasificación en el Ducó recibiendo a Emelec y a Deportivo Lara.
Penales no cobrados: el peruano Haro se equivocó muy feo en dos jugadas puntuales que eran penal para Huracán y que podrían haber modificado el marcador. La primera fue un agarrón clarísimo sobre Lucas Barrios, cuando el partido todavía estaba 0 a 0. La segunda una entrada muy dura contra Chávez en el área rival, cuando intentó peinar una pelota en el área y terminó con sangre en la cabeza.
LAS PERLITAS
El mejor: Omar Alderete
El peor: Andrés Roa
El dato I: diez tiros de esquina tuvo Huracán ante Cruzeiro, pero en ninguno de esos pudo generar peligro ni ganar claramente en el área rival.
El dato II: cinco goles marcó Huracán en los ocho partidos que lleva dirigidos Antonio Mohamed. Dos los marcó Barrios, y los restantes se los reparten entre Gamba, Auzqui y Roa.
El dato III: cinco partidos de Copa Libertadores lleva Huracán sin ganar, con tres empates y dos derrotas. La última victoria fue ante Alianza Lima en el Ducó (4 a 2) por la edición 2016. Luego empató con Peñarol y Atlético Nacional (dos veces) y perdió también ante Atlético Nacional (todo en 2016) y ahora con Cruzeiro.
Papá de Bianqui, junto a Barbi ? Licenciado en Comunicación Social. Hincha y socio de Huracán, como debe ser. Y admirador del Barça.