Copa Libertadores 2019, Fecha 2 – Emelec 0 vs. Huracán 0 – El seguimiento de cada jugador del Globo.

Antony Silva: Trabajo realmente poco ante un rival que prácticamente no logró un solo tiró comprometedor contra su meta. Antony volvió tras su inexplicable descanso y simplificó el accionar en cada una de sus participaciones. Tras cuarto partidos y por tercera vez en 2019 el Globo terminó con el arco en cero.

Cristian Chimino: Volvió Chimino, ese que no para un segundo y siempre aparece cerca de las jugadas por banda derecha. Hizo un gran desgaste pese a no terminar de ser importante en sus proyecciones, marcó bien el retroceso y también dentro del área; incluso desactivó la situación más nítida de Emelec con un cierre delante de Silva

Federico Mancinelli: De lo mejor del Globo en la noche, Federico confirmó el porqué de su titularidad destacándose con dos cierres excelentes en la primera mitad; ambos evitaron que le rival quede mano a mano. Mantuvo el margen de error al mínimo y supo contener a rivales que lo superaban desde lo físico, a tal punto de clausurar su zona. Se movió bien en el área, completando una de sus mejores actuaciones en lo que va del año.

Omar Alderete: Se entendió bien con Mancinelli y formaron una dupla funcional teniendo en cuenta lo poco que logró lastimar Emelec. Tal vez Omar cometió más errores en el plano individual, equivocó caminos en la salida y quedó pagando en algunos intentos de cierre. No fue su mejor actuación pero el resultado defensivo terminó siendo positivo para el equipo.

Walter Pérez: Otro que volvió a estar cerca de la vara individual, Walter no tuvo inhibiciones y se mostró aguerrido y con lugar para romper líneas y animarse. Incluso en el complemento tuvo una gran maniobra ofensiva que no terminó en penal por pocos centímetros. Lo que respecta al plano defensivo Pérez trabajó mucho y bien, casi sin desajustes. Tiene que ser el dueño del puesto.

Iván Rossi: Buen partido de Iván, importante en el círculo central, concentrado para la recuperación y fino en los pases frontales. Tal vez le faltó animarse más a algún cambio de frente o balón profundo, pero terminó con un alto porcentaje de aciertos y fue en muchos momentos el principal generador de juego. En el aspecto defensivo también sumó, se mantuvo siempre cerca de las jugadas.

Israel Damonte: Jugó su mejor partido en lo que va del año, con aciertos y errores, Damonte volvió a ser esa garantía de recuperación partiendo desde mitad de cancha. Otra vez le faltó precisión en varias intervenciones, sin embargo y en relación a partidos anteriores mejoró este aspecto. Todavía no tocó el techo que él mismo supo poner con nuestra camiseta pero fue un alivio verlo por encima de lo hasta aquí logrado en 2019, necesitábamos esta respuesta y al fin llegó. Ahora a mantenerse.

Andrés Felipe Roa: Otro que se pareció más al de sus mejores jornadas, Roa tuvo intermitencias pero cuando activó en ofensiva fue importante para Huracán. Tuvo tres situaciones de gol nítidas, una pegó en el palo, otra fue contenida por el golero, y no definió bien la más clara, tirándola sobre el larguero. Lastimó por el centro pero contribuyó con el laburo defensivo en las bandas, tuvo algunas complicaciones físicas con el correr de los minutos pero en líneas generales su actuación fue positiva. Claro que esperamos más.

Carlos Auzqui: Uno de los puntos altos del Globo en la noche, Auzqui hizo un buen partido en ofensiva eligiendo bien los caminos a la hora de buscar compañeros y con alto ritmo de presión en la marca. Lamentablemente la clarísima situación que perdió en el arranque nubla su actuación general, Carlos robó perfecto pero definió mal cuando tenía todo el arco a su merced. Lo bueno es que estiró ese breve buen momento que siempre tiene en los partidos, pudo ser determinante con realmente poquito más. A seguir así.

Lucas Gamba: Fue dos en uno. Por un lado ese jugador que aprovechó muy bien los espacios para lastimar, a pura velocidad por las bandas y con recursos para dominar y trasladar la pelota. Pero la otra cara lo mostró impreciso en las resoluciones y con poca voluntad para buscar tiros propios, Lucas priorizó siempre el pase y no lo hizo bien. Cuando salió el equipo lo sintió, pero en líneas generales termina pesando más lo que no pudo concretar que todo lo construido para llegar al momento del último toque. Con aciertos y errores basta solo que salga para entender su importancia, pero cuando no concreta su actuación se desluce.

Lucas Barrios: De mayor a menor, arrancó enchufado en el carril central y con mucha fricción ante una defensa que siempre buscó desgastarlo con infracciones. Lucas ganó mucho de arriba pero poco en el área, fue perdiendo peso con el correr de los minutos y tras la salida de Gamba quedó expuesto en cuanto al terreno que debió cubrir. Por momentos abusó en la búsqueda técnica y terminó perdiendo balones por no ser expeditivo; queda claro que su sola presencia intimida a los rivales pero Barrios se movió, otra vez, lejos del gol. No fue una actuación decididamente mala, pero como siempre insistimos en este espacio los más exigidos deben ser quienes más capacidad tienen.

Andrés Chávez: Jugó veinte minutos y generó una clara, potente zurdazo desde afuera del área que Dreer desactivó en gran maniobra individual. Estuvo rápido pero el equipo no tuvo fluidez ofensiva y se cayó desde lo físico tras su ingreso, de todas formas estuvo cerca del gol. A seguir metiendo y metiendo, ni un paso atrás Comandante.

Javier Mendoza: Casi diez minutos en cancha para Javier, que debió oxigenar la banda tras la merma de intensidad. Tuvo poca participación pero sí inició un gran contragolpe que Vega cerró con lo justo a córner dentro del área, cuando esperaba Barrios solo el centro de Chávez.