Copa Superliga, Fase 1 (Vuelta); Huracán 0 vs. San Lorenzo 0 – El seguimiento de cada jugador del Globo.
Fernando Pellegrino: Por primera vez desde la llegada de Mohamed Huracán logró estar dos partidos consecutivos sin recibir goles, Pellegrino fue titular en ambos y aunque el rival realmente lo buscó muy poco la estadística habla por sí sola. No tuvo demasiado por hacer en la noche, donde atendió bien cada vez que lo llamaron. En la definición por penales tapó uno y quedó cerca de desviar otros dos. Se ganó la oportunidad en lo que queda de semestre, aunque habrá que verlo ante mayores exigencias.
Pablo Álvarez: Volvió a cumplir en el lateral, tal vez con más desajustes que en el partido anterior pero con resultados igualmente positivos. Batalló mano a mano con uno de los futbolistas más veloces del rival y el saldo le dio a favor, hablando exclusivamente de los encuentros contra el lateral derecho. Se hizo cargo con éxito de su penal.
Saúl Salcedo: Hizo un buen partido en defensa, rápido en los cruces y con buenos recursos para la marca hombre a hombre. Le costó el anticipo, como a toda la línea defensiva, en lo que seguramente fue una decisión más vincula al entrenador que a los propios intérpretes. Fue salida durante el complemento e incluso se animó a un par de patriadas que no terminaron bien.
Omar Alderete: Al igual que en el Bajo Flores se mostró en un nivel más positivo para el equipo, tuvo buenos cierres del centro a la izquierda de la defensa y bastante firmeza en el mano a mano. Pesó en el juego aéreo en ambas bandas, aunque no terminó de ser peligroso en la rival. En la definición pateó su penal como todos hubiésemos soñado.
Carlos Araujo: Fue el encargo de suplir a Merolla, y curiosamente lo hizo por el lateral izquierdo aún con Álvarez en cancha. El Pipi tuvo dificultades durante el peor momento del Globo en la primera mitad, sin embargo encontró recursos para poder salir airoso y no sufrir de más. En el complemento mejoró su producción y cuando pasó a ser marcador de punta derecho fue salida del equipo, incluso por momentos se desenvolvió como un volante ofensivo más.
Juan Ignacio Sills: Bajó su producción en relación al partido anterior, y mucho tuvo que ver la temprana amarilla que le mostró Pitana. Tras la fuerte e innecesaria infracción cometida Sills debió recular de más y no volvió a dejar la pata puesta, cuidándose naturalmente del puntilloso juez. Cuando más cerca jugó de los centrales mejor rindió en defensa, por eso cuesta entender las varias veces que corrió detrás de la pelota en el círculo central. Ya en el complemento y con Rossi a sus espaldas tuvo mucho empuje ofensivo, incluso habilitando a Gamba en la acción que terminó con penal.
Walter Pérez: Fue el principal motor defensivo del mediocampo cuando las cosas peor funcionaron, Walter oxigeno la línea media cuando no se pudo tener la pelota y terminó destacando por empuje. Casi que no tuvo intervenciones ofensivas y luego fue rotando de posición conforme pasó el partido. Lo positivo de la serie fue verlo en una posición distinta, claramente no es donde mejor rinde pero sin dudas es una alternativa más que válida.
Norberto Briasco: Quedará en el tintero saber a quién correspondió la decisión de dejarlo tan estático en la línea media, si efectivamente Norberto cumplió una indicación táctica o la intensidad del partido lo empujó allí. Tras ser el futbolista más vertical en el Bajo Flores Briasco fue apenas una pieza más del sistema defensivo, corriendo siempre de atrás a la pelota y con muy poca presencia en ataque. Corrió mucho y no negoció su esfuerzo, pero estuvo lejos de la zona donde más daño supo hacer en la ida. Apenas destacó con una jugada en el complemento donde ganó en velocidad pero terminó perdiendo la cuerda en el ingreso al área, cuando tenía tiro limpio. Hay que seguir dándole minutos, pero con mayores libertades.
Carlos Auzqui: Fue el mejor en los mejores minutos de Huracán, durante el primer cuarto de hora. Carlos tuvo mucha fiereza para encarar y tiró varios centros que lamentablemente no tuvieron claridad en la recepción. Fue uno de los que mejor entendió el partido, dejando todo en cada intervención aun cuando estas fueron espaciándose durante el complemento. También contribuyó en la defensa, apoyándose en el despliegue físico, y terminó lesionado cuando parecía que el equipo se llevaba puesto al rival.
Andrés Felipe Roa: Hizo un partido de bueno a muy bueno, opacado por el penal fallado en la serie definitoria. Andrés estuvo libre en la ofensiva, corrió mucho y armó algunas jugadas ofensivas muy interesantes que terminaron ensuciándose en el momento de la definición. Sobre el cierre de la primera mitad armó un verdadero jugadón que terminó con Chávez definiendo apenas ancho. Le costó ser regular, pero cuando tomó las riendas del ataque sus intervenciones solo fueron positivas para el equipo.
Andrés Chávez: Abarcó mucho pero apretó poco, el Comandante no logró sacarle jugo al mejor momento ofensivo del Globo e incluso terminó lanzando más centros de los que pudo recibir adentro del área. Fundió demasiado pronto, aunque nunca dejó de intentarlo, se notó que tras el vertiginoso primer cuarto de hora perdió empuje en el aspecto físico. Aun así tuvo la situación de gol más clara de la noche, después del penal, con la buena carrera en el ingreso al área que terminó definiendo apenitas desviado. Lo interesante es verlo recostándose sobre la izquierda, pero es absurdo que lo haga sin una referencia fija en el área.
Lucas Gamba: Su ingreso revolucionó favorablemente la ofensiva del equipo, Lucas rompió por ambas bandas del ataque pero al igual que en todo su semestre no terminó de tomar la mejor decisión a la hora de culminar los ataques. Sí generó riesgo serio, primero con una volea tímida que Monetti contuvo y luego con el penal que le cometieron tras ganarle la posición a Coloccini. Abrió la tanda de penales dejando en claro que es un especialista en la materia, lo era en Unión y también lo fue en los pocos tiros que le tocaron patear para el Globo. Aunque se haya cortado su chorro goleador está muy claro que Huracán cambia con Gamba en cancha, y cambia para bien.
Lucas Barrios: Pudo ser el héroe pero en un camino de solamente doce pasos se transformó en el gran villano de la noche. Tomó la responsabilidad de patear el penal que debió cambiar todo a nuestro favor pero definió mal, apenas cruzado, con poca potencia y a media altura para beneficio del arquero. La bronca crece con su carrera displicente, más vinculada con la cultura de los videojuegos que con el nerviosismo que se vivía en la instancia. De todas formas un penal lo puede errar cualquiera, y está claro que Barrios tenía los pergaminos para ser quien tomara la responsabilidad. Pero no lo metió, y eso mató el ánimo general en el Palacio. Para colmo repitió en la tanda definitoria, pateando el segundo, y aunque (para nada) curiosamente no imitó la aparatosa carrera sí sacó el tiro potente que besó el travesaño y salió. Ya está, no hay más que lamentarse, Barrios no estuvo a la altura y punto. Y será difícil que nos demuestre lo contrario de aquí a que termine su vínculo con el club.
Iván Rossi: Muy valiente la decisión de tenerlo a disposición y no ponerlo.
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.