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Superliga 2019/20; Fecha 4 – Huracán 0 vs. Argentinos Jrs 0 – Huracán jugó poco y no pudo romper el cero ante un Argentinos Juniors que le dio facilidades. El equipo fue levemente superior pero no supo aprovechar las pocas situaciones claras que tuvo y terminó sumando un empate con sabor a derrota. Con niveles individuales bajos y un sistema que no potencia el funcionamiento colectivo las preguntas caen de maduras: ¿Hasta cuándo sostener nombres y esquema? ¿Se puede dar mucho más que esto?


Tras algunas horas de incertidumbre el Pueblo Quemero se hizo presente en el Palacio Tomás Adolfo Ducó para acompañar al Globo en su presentación ante Argentinos Juniors por la cuarta fecha de la Superliga. Huracán venía de sufrir su primera derrota del ciclo Vojvoda en Paraná (más allá de los penales contra Godoy Cruz) y presentaba la novedad de contar con Mauro Bogado en lugar de Faravelli, además Norberto Briasco regresaba al equipo titular por Mendoza.

El Globo tomó la pelota de arranque, intentó dominarla con prolijidad pero tardó realmente poco en mostrar desajustes en precisión, con la zaga central perdiendo balones aparentemente sencillos y jugando varias pelotas a la nada. De todas formas Huracán tuvo situaciones, Rodrigo Gómez casi la mete olímpica en un tiro de esquina que Chaves salvó volando; luego un perfecto saque de Antony Silva habilitó la carrera de Andrés Chávez, el Comandante ganó perfecto en las alturas pero se quedó sin nafta en el ingreso al área y terminó definiendo tarde y desviado.

Argentinos también supo generar con un par de tiros largos, uno de ellos manoteado a córner por Silva. Pero el gasto ofensivo era del Globo, con Gómez en modo armador y muy poco lugar para que tanto Garro como Briasco despeguen. Lo más peligroso pasaba por las apariciones esporádicas de Chávez, aunque nuevamente el Comandante parecía hacer todo con un ritmo más bajo que el resto.

Y una más, Salcedo anticipó en el primer poste el tiro desde la esquina derecha y Garro llegó a tocar pero no a empujar contra el arco vacío. Increíble pero real, igual que en la Boca y en Paraná, el mendocino llegó limpio sin oposición pero no pudo soplarla a gol. El último cuarto de hora fue el peor de le equipo en la etapa inicial, con vuelo realmente bajo y un cabezazo visitante que no fue gol de milagro.

Ya en el complemento el equipo no recuperó altura, Argentinos presionó alto y Huracán no supo cómo desenredarse. Briasco y Garro eran casi marcadores de punta, el Globo tenía la pelota pero quedaba lejísimos del arco rival y todo se simplificaba en pelotazos largos. Encima la defensa visitante marcaba adelantada y en varias oportunidades fue el golero Lucas Chaves quien durmió a los ofensivos de Huracán con cierres afuera de su área.

Entonces empezaron los cambios, Fernando Coniglio reemplazó a Briasco, Lorenzo Faravelli a Bogado y Lucas Barrios entró por el lesionado Garro; Vojvoda deshizo el cambio que planteó para mejorar (Faravelli-Bogado) y aunque juega con un solo nueve lo terminó intentando con tres.

Coniglio fue el encargado de tirarse a las bandas y desde allí mostró, al menos, ganas de estar. El delantero corrió mucho pero tuvo poca participación en la zona caliente. Las líneas quedaron desbalanceadas y la meceta de Rodrigo Gómez se sintió; sin embargo y cuando el Droopy conectó cables sirvió una preciosa pelota en cortada que dejó solo a Lucas Barrios, el delantero se plantó de cara a Chaves pero definió sin demasiada dirección facilitando la buena respuesta del uno.

Tremendo mano a mano perdido por Barrios, quien ingresó al campo bañado de silbidos. En la continuidad de la acción Coniglio no pudo definir de primera y se terminó acomodando para sacar un mal zurdazo.

Eso fue casi todo, Huracán no supo abastecer a los tres tanques, quienes ganaron mucho de arriba pero se encontraron muy poco entre ellos. El equipo lo intentó, tuvo personalidad pero le faltó juego, tan simple como eso. Y en la última bola casi lo ganamos, Rodrigo Gómez jugó un excelente tiro libre, desde lejos, que reventó con mucha potencia el travesaño. Ni el tiro del final te va a salir, pálido cero a cero y silbidos que taparon los también presentes aplausos.

Dos lecturas. Por un lado la del equipo que fue superior a su rival, que tuvo situaciones muy claras y que con poca asociación mereció claramente la victoria. En contraposición la dependencia total de un solo armador, Gómez, y la falta de variantes ofensivas cuando los extremos son tapados por el rival. En definitiva con poco se hizo bastante, pero no alcanzó y a medida que no aparezcan las victorias se mantendrá la duda sobre si el plantel puede dar mucho más de lo hasta aquí mostrado.

Por lo pronto se vienen dos partidos chivísimos, Newell´s en Rosario y luego River. Si hay un plus es el momento de sacarlo, y si hay que meter mano en el once también. Calello junto a Bogado deben permanecer, o al menos dos jugadores en la zona central con características defensivas (Es tiempo de probar a Arzura, por cualquiera de los dos). Me gustaría ver a Gómez por las bandas, en lugar de Garro o Briasco y a Faravelli en la oposición que hasta aquí ocupó el Droopy. Coniglio pide pista al menos por sus ganas, en un contexto de delanteros que no anotan.

Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.

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