Superliga 2019/20; Fecha 7 – Defensa y Justicia 0 vs. Huracán 1 – El seguimiento de cada jugador del Globo.
Antony Silva: Logró mantener el arco invicto tras las dos goleadas recibidas y respondiendo bien ante los pocos tiros que Defensa lanzó a los tres postes. Eso sí, quedó clavado en un par de tiros que pasaron realmente cerca y cubrió con buenas volados otros dos. A seguir defendiendo el cero.
Carlos Araujo: Flojo partido del Pipi, que más allá de su inquebrantable espíritu. Fue lo más flojo del fondo en la primera mitad y terminó comprometiendo al equipo con su expulsión, más allá del riguroso Trucco pudo haber evitado la segunda amarilla, aún cuando parece no ver al futbolista que le gana la posición. Además perdió una situación clarísima para convertir, puro mérito por acompañar la jugada pero mala resolución de frente al arco. Lo necesitamos en cancha, y no lo tendremos el próximo juego.
Saúl Salcedo: Tuvo un juego correcto, sin grandes intervenciones pero con buen ritmo para la marca. Sobre el final quedó pagando en la maniobra que casi termina con gol de Defensa, enganchando al atacante que terminó desviando el shot. Pero contribuyó en la mejora del fondo.
Lucas Merolla: Volvió a la titularidad tras un arranque de campeonato flojo, y lo hizo bien. Merolla estuvo a la altura del desafío, devolvió bastante de arriba y casi no pasó sobresaltos en la marca hombre a hombre. Terminó jugando con una visible molestia física y en la acción del final, anteriormente mencionada, salió lejos y mal.
César Ibáñez: Fue de lo mejor de Huracán en la tarde, sobre todo por un primer tiempo donde defendió bien en los numerosos intentos donde el rival buscó su espalda. Ajustó lo bueno que había mostrado ante River y confirmó por qué se lo tiene en cuenta. Se benefició por tener una compañía delante de su posición y aunque cometió algunos errores en la cesión se confirmó como una alternativa válida.
Mariano Bareiro: Apuzzo sorprendió poniendo a Bareiro en un puesto por él conocido, aunque en líneas generales pareció más un central adelantado que un volante central. Bareiro prácticamente no tocó la pelota, y cuando lo hizo no encontró fluidez ni precisión. Contribuyó mucho a atorar la zona central y se metió bastante al área. Terminó apoyándose en Bogado, quien aportó el panorama al sector.
Mauro Bogado: Fue el equilibrio de la zona media y el volante, sacando a Gómez, que más intentó contribuir en ataque. A Mauro le faltó precisión, más allá de algunos buenos balones, pero compensó con mucha marca y buena lectura para cubrir espacios. Hoy debe seguir siendo titular, ya que es quien mejor rindió en el círculo central en lo que va de temporada.
Walter Pérez: Mal partido de Walter, por momentos irreconocible, con una imprecisión que casi fue sello distintivo de su actuación. Dejó pasar varios avances por tomar malas decisiones, incluyendo una increíble situación perdida donde en lugar de tocar corto con Briasco jugó un centro largo a manos del arquero. En cuanto a lo táctico, su regreso al medio fue importante, tanto para colaborar por Ibáñez como para darle otra contundencia defensiva a la línea central. A mejorar contra Atlético.
Norberto Briasco: Fue un volante más, aunque tuvo algunas participaciones esporádicas como delantero. Se lo notó frustrado, con mucho empuje y buenas intenciones pero poco lugar para controlar con limpieza y encontrar espacios ofensivos. Tuvo buenas apariciones por la zona central del ataque, pero estuvo abocado principalmente al sistema defensivo.
Rodrigo Gómez: Su golazo significó los tres puntos, la vuelta al triunfo y el aire fresco que Huracán tanto necesitaba. Antes y después corrió detrás de la pelota, presionó alto sin resultados y terminó visiblemente cansado, pero sin parar. Tuvo poco contacto en ofensiva, pero esa tremenda conquista valió su peso en oro. El balón quieto es su ancho de espadas, hay que trabajarlo para sacarle todo el rédito posible.
Fernando Coniglio: Jugó muy lejos del equipo, casi sin acompañamiento en ofensiva y con mucha responsabilidad en el retroceso. Tuvo alguna que otra aparición esporádica, como en el centro que Araujo no pudo soplar a gol, y terminó destacándose más por el esfuerzo que por su participación en ataque.
Juan Fernando Garro: Ingresó para intentar aprovechar espacios en ataque pero la inmediata expulsión de Araujo cambió los planes, y fue un volante defensivo más. Tuvo alguna irrupción ofensiva, sin éxito.
Gonzalo Bettini: Su ingreso respondió a la necesidad de rearmar la última línea, lo hizo sin complicaciones aunque no llego a marcar el tiro de Lucero sobre el cierre.
Adrián Calello: Entró para reforzar la línea media, curiosamente por un Pérez que aún jugando mal era importante para la defensa. No desentonó.
Quemero de nacimiento, Socio A01775. Locutor Nacional, redactor y Vermoutheano. 10 años en Soy Quemero.