Superliga 2019/20; Fecha 7 – Defensa y Justicia 0 vs. Huracán 1 – Huracán venció por 1-0 a Defensa y Justicia en un partido que tuvo una identidad muy similar a la que solía proponer el ex entrenador Gustavo Alfaro. En su primer partido como ¿interino?, Néstor Apuzzo priorizó cuidar el 0 en su arco por encima de lo demás.

En lo que fue el comienzo de una nueva etapa como técnico del globo, Néstor Apuzzo armó un equipo muy compacto que se paró desde el arranque con un 4-4-1-1. La alineación inicial fue con Antony Silva en el arco, una línea de cuatro defensores integrada por Carlos Araujo y César Ibáñez por los laterales, mientras que Saúl Salcedo junto a Lucas Merolla estuvieron por el centro. En la mitad de la cancha, Mauro Bogado y Mariano Bareiro se pararon como doble volante central, Norberto Briasco y Walter Pérez por los costados y Rodrigo “Droopy” Gómez hizo las veces de enlace. El único delantero fue Fernando Coniglio.

La idea desde un comienzo fue abroquelarse en el fondo y que la responsabilidad en el partido la tuviera Defensa y Justicia. El globo entendió, a diferencia de lo que ocurrió con River, que desde lo colectivo era inferior a su rival, y que lo más “inteligente” que se podía hacer era apelar al error de los dirigidos por Mariano Soso. Se venían de dos fechas consecutivas con cuatro goles en contra y lo más importante para los dirigidos por Apuzzo estuvo en poder encontrar esa solidez defensiva que en algún momento se supo lograr. Dos línea de cuatro bien juntitas que le complicaron la vida a los de Varela para poner en peligro el arco defendido por el paraguayo Silva.

Hubo una responsabilidad muy grande por parte de los carrileros para resguardarse, en mayor medida por parte de Walter Pérez, que jugó una posición de 3 bis por delante de Ibáñez. En los pocos tramos del encuentro donde Huracán tuvo el balón en su haber (el globo terminó con un 24% de posesión de pelota), el encargado de generar fútbol fue Gómez, quien fue uno de los pocos en atreverse a intentar algo por encima del promedio. Fue justamente gracias a una jugada individual suya, que terminó en tiro libre a favor y, tras una deliciosa definición, el equipo quemero pudo ponerse arriba en el marcador.

A los 21 minutos de juego, Apuzzo hizo el primer cambio de la tarde: Juan Fernando Garro ingresó en lugar de Briasco en una modificación meramente posicional. Minutos después de este acontecimiento, “Pipi” Araujo de flojo partido, recibió la segunda amarilla en el cotejo y se fue expulsado. Producto de esto, el técnico de Huracán se vio obligado a realizar inmediatamente la segunda modificación de la noche, enviando a Gonzalo Bettini a la cancha en reemplazo de Coniglio para tapar el hueco dejado por Araujo. Con este cambio hubo enroque de posiciones y de sistema: el dibujo quedó en un 4-4-1, pasando Garro a ocupar el lugar de único delantero, Bogado pasó a la banda derecha y Gómez se retrasó unos metros para pararse al lado de Bareiro. La última modificación se dio para reforzar un poco más la mitad de cancha, quien ingresó fue Adrián Calello y el que salió Pérez.

Un triunfo trabajado desde el minuto 0 y muy necesario más que nada para la moral de los jugadores. Más allá de la continuidad de Apuzzo o de la elección de otro cuerpo técnico, estos 3 puntos se toman como envión para poder encarar la fecha que viene con mayor tranquilidad. Lo motivacional es fundamental en el deporte hoy en día, y aparentemente en Huracán no fue la excepción. Veremos que nos depara el futuro inmediato.