Superliga 19/20 – Fecha 20 – Huracán 0 vs. Aldosivi 2 – El seguimiento de cada jugador del Globo.

Antony Silva: Acabó con la paciencia del Pueblo Quemero, que exige un cambio en el puesto. Otra vez el primer tiro a los tres postes fue gol, otra vez un error marcado le costó a Huracán sacar del medio. Su capacidad y experiencia ya no están sobre la mesa, contra Aldosivi pareció un amateur en más de una oportunidad.

Gonzalo Bettini: Fue un cumulo de imprecisiones y pelotas entregadas al rival. Se valora su incansable voluntad de buscar por derecha, pero más allá del corto plantel se impone la necesidad de probar una variante por fuera de Araujo en ese sector.

Ezequiel Navarro: Debut en el matadero para el pibe, a la interminable lista de futbolistas que no llegan a primera en el momento adecuado. Hizo lo que pudo y, en líneas generales, cumplió. Claro que se notaron desajustes, pero estos no fueron determinantes para Huracán.

Mariano Bareiro: Con muy poco lo mejor del fondo, pero sin precisión ni buen timming para sacar la pelota desde atrás. Abusó del pelotazo, pero no titubeo en las salidas e incluso tomó la lanza en un par de situaciones.

Carlos Araujo: Jugó como volante por izquierda y pasó casi desapercibido, el rival atacó poco por su banda y Pipi casi no pisó el campo rival, salvo contadas excepciones antes del gol de Aldosivi. Terminó reemplazado en búsqueda de la igualdad.

Santiago Hezze: Mucha responsabilidad en el día de su debut, donde durante todo el complemento fue el único volante de contención en cancha. Como Navarro hizo lo que pudo, tardó en tomar confianza con la pelota pero mostró algunos destellos interesantes. Ojalá siga teniendo minutos pero en el contexto apropiado, debe recorrer cierto camino como partener antes de ser actor principal.

Adrián Calello: Mal partido de Calello, condicionado desde el minuto cero por una rápida amarilla y con la responsabilidad de ser armador cuando sabemos que su juego no destaca por la circulación. Pero más allá de todo lo malo el equipo sintió su salida desde la táctica.

Sebastián Ramírez: Sin la frescura que supo mostrar ingresado desde el banco en algunas oportunidades, Ramírez sintió el peso del partido. Tuvo alguna que otra buena intervención pero le faltó constancia. De todas formas tiene empuje y buena técnica, hay que seguir dándole minutos.

Juan Vieyra: Por momentos me recordó a Lucas Barrios, quien siempre exageraba sus movimientos buscando ensayar su técnica, aun cuando la pelota termina en pies de algún rival. Eso sí, pudo romper el cero con un gran tiro libre y luego empatarlo en una acción que perdió de forma insólita, nublándose mano a mano. Tiene condiciones, necesita ser más simple y directo en sus intervenciones. Luego lo pararon a izquierda del círculo central y se apagó.

Martín Ojeda: Aun con irregularidades fue lo mejorcito del Globo, al menos por intentarlo. Tiene movimientos que pueden exasperar a aquellos que exigen “trabar con la cabeza”, de todas formas Ojeda corrió mucho y generó riesgo con algunos intentos, destacando el tremendo zurdazo que explotó el travesaño. No puede salir del once titular, aunque debamos exigirlo siempre.

Nicolás Cordero: Mal partido de Nicolás, fallando en varios intentos y livianísimo en los mano a mano. Tuvo situaciones, dos muy claras, primero el golero rival le negó un cabezazo y casi en el final erró un gol realmente increíble, literalmente debajo del arco. Huracán tiene en su plantel a los dos centrodelanteros por los que más dinero pagó en la historia, sin embargo juega Cordero. ¿Alguien se hará responsable por esto?

Rodrigo Gómez: El jugador más incisivo de Huracán fue suplente, entró en el entretiempo con desventaja en el marcador y tuvo una mala actuación. ¿Estaba muy cansado? Seguramente sí, lo concreto es que ingresó inmerso en su laberinto y nunca encontró luz.

Agustín Curruhinca: De mayor a menor, entró filoso y generó la expulsión del rival, fue desinflándose con el correr de los minutos. Todo empezó a decantar en él y Aldosivi, para sorpresa de nadie, lo adivinó metiéndole tres marcadores en cada intervención.

Fernando Coniglio: Entró tras la expulsión y tuvo dos para anotar, pero le faltó realmente poco más para hacerlo. Dejó la sensación de aprovechar sus minutos, cosa que hacía realmente mucho no ocurría