Copa Liga Profesional 2021 – Fecha 3 – Atlético Tucumán 1 vs. Huracán 1 – Huracán empataba uno a uno en Tucumán cuando el espectacular diluvio obligó la suspensión. El Globo arrancó perdiendo por noveno partido al hilo y logró igualarlo con el postergado gol de Merolla. Dos expulsiones dejaron a Atlético con 9 pero los cambios de Damonte empeoraron a un equipo que terminó sufriendo. Insólito.

Con Israel Damonte en el centro de las críticas y tras la dura eliminación de Copa Argentina Huracán volvía a presentarse por los puntos visitando a Atlético en Tucumán, otro que no había arrancado nada bien el año. El entrenador disponía el debut de Claudio Yacob y la vuelta de Esteban Rolón, quienes junto a Franco Cristaldo sostuvieron la ya célebre línea de 3 volantes. Walter Pérez de tres, Renato Civelli otra vez titular por la baja de Moya y Nicolás Silva acompañando en ataque a Briasco y Chávez. Todo esto delante de Sebastián Meza, el juvenil arquero que disputaba el primer partido oficial de su carrera.

Pero más allá de sostener un esquema probadamente ineficaz, las individualidades el mediocampo mejoraron al equipo. Yacob, pese a la rápida amarilla, mostró su gran tiempo y buen panorama, con lógicos errores entre el diluvio y su vuelta a la actividad, y Rolón logró finalmente cuadrar con esa idea sostenida de Damonte del volante que pisa el área.

El Globo estaba mejor parado pero le faltaba conectar en ataque, Silva peleaba más de lo que jugaba y Briasco sufría su mal presente sin lograr conexiones positivas. Y aunque las individualidades del medio mejoraron al equipo, en defensa la cosa siguió exactamente igual. Cada balón quieto de Atlético era un sufrimiento, y Meza mostró sus primeras credenciales con una atolondrada aunque efectiva respuesta ante el centro-shot de Guillermo Acosta.

La primera pasó, la segunda no. En 18 Toledo le ganó el salto a Civelli, Carrera disparó sin marca y Cristaldo no pudo sacarla del todo bien sobre la línea; la bocha quedó viva y Lotti la mandó a guardar en plena área chica, superando a un Meza que alcanzó a tocar sin éxito. Abajo el Globo, recibiendo por noveno juego consecutivo el primer gol.

El equipo mantuvo su postura en desventaja, siendo mejor que un rival al que le costaba horrores generar riesgo y se apoyaba en los balones quietos. En media hora llegaría el empate, un perfecto tiro libre de Franco Cristaldo (Cristaldo tiene que estar) encontró el mejor cabezazo de Lucas Merolla; el Flaco conectó bien, dejó parado a Lucchetti y empató logrando finalmente su merecido primer gol con nuestra camiseta.

Entonces Huracán se encontró con el milagro que necesitaba, Atlético Tucumán sufrió dos expulsiones con menos de veinte minutos de diferencia, cerrando el primer tiempo y comenzando el complemento. Erbes y Marcelo Ortiz vieron las roja por dos amarillas justas en ambos casos, sin ningún tipo de consideraciones por parte de Arasa pero no por eso menos correspondidas.

El equipo se sacó la lotería, tenía dos futbolistas más y media hora por delante. Incluso de la falta que generó la expulsión de Ortiz, Cristaldo sacó un excelente tiro libre que Lucchetti sacó en atajada increíble.

La lluvia, que acompañó desde el minuto cero, era cada vez más intensa pero el Globo estaba ahí, o al menos lo estuvo hasta que Damonte comenzó con su show de modificaciones.

Poco después de la segunda expulsión, el entrenador dispuso el ingreso de Agustín Curruhinca, que llevaba diez partidos sin minutos oficiales, como primera alternativa para buscar el partido. Increíble.

En simultáneo entró Hezze por Yacob, imaginando que Claudio estaba cansado por el desgastante contexto. Pero más increíble fue lo que ocurrió a continuación, todavía con más de 25 minutos por jugar Damonte sacó a Pérez y Lozano, al 3 y al 4, para poner a Garro y a Mendoza. El entrenador desarmó por completo al equipo, sacando dos defensores y dejando a otros dos lentos con una cancha tan rápida. No hay justificación posible, un error conceptual inadmisible.

Lógicamente el equipo empeoró, no se reencontró tras los cuatro cambios y quedó desajustado de atrás para adelante. Damonte tenía dos jugadores más que su rival y aun así logró empeorar al equipo, y también mejoró al rival, que pese a su vulnerabilidad encontró espacio para al menos respirar en terreno del Globo.

Toranzo reemplazó al lesionado Chávez, cuando la cancha estaba para cualquier cosa menos para la pausa y precisión del Pato.

Y Atlético tuvo las mejores en lo que se pudo jugar hasta la suspensión. Un tiro libre de Monzón que Meza atajó con una muy buena respuesta, fundamental para ganar confianza. Luego Carrera apareció a espaldas de Civelli, condicionado absolutamente tras los cambios de Damonte, y falló la volea mano a mano con nuestro arquero.

Por suerte se apagó la luz, y por suerte se terminó suspendiendo por la impactante cantidad de agua que caía y caía. Huracán tenía dos jugadores más y estaba para perderlo, con otra muestra del mal momento que pasa nuestro entrenador y de su poca capacidad para leer momentos.

Los 18 minutos restantes se jugarán más adelante, y el Globo tendrá la posibilidad de parar un equipo diferente al que terminó en el momento de la suspensión.

Estamos rompiéndonos desde adentro, fallando en donde nadie más fallaría. No entiendo qué estamos esperando que pase. Y se viene el clásico.