Torneo Binance 2022 – Fecha 7 | Lanús 2 vs. Huracán 3 | El seguimiento de cada jugador del Globo.
Lucas Chaves: En un primer tiempo del Globo para el olvido, Chaves fue quizás el que menos estuvo en esa “versión desconocida y descolorida”. Gran tapada en la antesala del primer gol, aunque el rebote hacia el medio fue dejado correr por Fattori y Merolla hasta llegar a los pies del jugador de Lanús que anotó con un remate cruzado y preciso.
Guillermo Soto 👎: Juego sin demasiados sobresaltos para Soto, aunque cuando queda sometido al rol de solamente defender, su calidad se reduce. A nosotros nos sigue preocupando que, con la inclusión de Garré en el equipo titular, se haya perdido parte de lo mucho y bueno que Soto ofrecía por el carril derecho. DD tendrá que hallar el modo de volver a poner a Soto en el nivel de las primeras dos o tres fechas, porque es un arma de las que no abundan (no solo en Huracán, sino en el fútbol argentino en general).
Santiago Moya: Alternó buenas con malas, las cuales no fueron particularmente groseras y forman parte del necesario proceso de adaptación y aprendizaje que deberá recorrer para convertir en realidad tangible todo eso que promete. Tiene el porte, la actitud y la confianza para ser un notable jugador de proyección internacional (integrar un seleccionado sub-20 no es para cualquiera, y sin ser garantía de nada, es muy auspicioso). Por momentos, en sus salidas lejos arriesgó de más y claramente necesita partidos junto a sus compañeros de zaga para entenderse y moverse coordinadamente. Lamentablemente, una lesión -que esperamos no sea de relevancia y solo haya salido por precaución- lo sacó del partido. Ojalá pueda volver pronto, se equivoque cuando se tenga que equivocar para acelerar su aprendizaje, y se consolide en el primer equipo.
Lucas Merolla: Ya hemos dicho que el cotejo tuvo dentro dos partidos: uno en el primer tiempo en el que Lanús jugó realmente bien y Huracán pareció un equipo perdido y sin alma, y una segunda parte en el que Huracán, con mucha actitud y algo de fútbol, fue superior a un Lanús que no supo o no pudo replica lo hecho en la primera mitad. Esta diferencia aplica a todos los jugadores, pero a algunos mucho más que otros. Merolla es de esos en los que esta dualidad más se notó: un primer tiempo horrible, con incidencia directa en el primer gol e indirecta en el segundo, y un segundo tiempo magistral, en el que sacó todo lo que le cayó cerca, anticipó a destajo, devolvió todo pelotazo por arriba que iba al área quemera y hasta fue un arma de peligro en el área contraria durante las pelotas paradas a favor.
Walter Pérez: Si uno se guía por los comentarios en las redes sociales de muchos hinchas de Huracán, Pérez pareció tener un partido horrendo, lo cual no fue el caso. Es verdad, no obstante, que no tuvo el mejor de los partidos, especialmente en el primer tiempo, como todo el equipo. Es asimismo cierto que en el segundo gol de Lanús le rebota la pelota en el área chica e irresoluto, no sabe si revolearla o esperar a que el arquero salga a tomarla, situación que deriva en un anticipo a toda velocidad del jugador que llegaba de Lanús para convertir. Por otra parte, la situación no es completamente culpa de Pérez, y él es apenas el último eslabón de una serie de desafortunadas acciones e inacciones de Huracán. Repasemos. Primero está la jugada que se construye por la izquierda, donde los jugadores de Lanús básicamente hacen lo que quieren sin que nadie de Huracán logre siquiera intervenir en la jugada, y luego está en centro rasante que pasa -no el mejor centro, vale decir- que pasa por delante de Moya y Merolla sin que ninguno de estos dos atine a hacer nada. Y en este contexto, Pérez se encuentra la pelota de golpe y toma la peor decisión posible, que es tratar de parar y controlar la pelota. Ahora bien, del otro lado de la balanza, están dos intervenciones que, a nuestro juicio, han sido claves en el resultado: la primera es la avivada en sacar muy rápido el lateral que termina en el penal para Huracán (y que significó el primer empate provisorio) y que, además, al reponer el juego de inmediato, abortó toda intervención del VAR respecto de un supuesto penal -que nosotros no hemos visto, ni en el partido ni en las repeticiones- que reclamaba Sand y todo Lanús. La segunda, es el estupendo pase largo al espacio que lanza para Cristaldo, y que este extraordinariamente resuelve asistiendo a Cóccaro para un verdadero golazo.
Santiago Hezze: Todo el mediocampo de Huracán fue decorativo en la primera parte, y clave en la segunda. Santi Hezze fue quizás, por su habitual tremendo despliegue, quién más logró zafar en el primer tiempo, pero claramente en la segunda mitad se halló mejor posicionado y fue el abanderado de la presión alta efectiva. Una observación: en la segunda mitad, con el ingreso de Gudiño y un Soto que ya se notaba iba a quedarse mucho más de lo que iba a pasar ofensivamente, Hezze estuvo ratos largos moviéndose a la izquierda de Fattori, como reforzando el trabajo de marca sobre ese lado del campo, colaborando con Walter Pérez. Y lo hizo ciertamente muy bien.
Federico Fattori: Ausente casi por completo en la primera parte y cómplice de Merolla en esa acción irresoluta post atajada de Chaves que no atinaron a despejar ni a tapar al jugador que llegaba para rematar. El ritmo y la precisión impuestos por el equipo local en la primera parte dejaron a Fattori fuera de acción, anulando su rol de eje tanto para la salida como la recuperación. Los cambios posicionales y de actitud general para la segunda parte, sumados a la notoria merma de rendimiento en Lanús, devolvieron al campo de juego al volante proveniente de Ferro en su mejor y conocida mejor versión: la del quite oportuno, la del vidente que parece saber todo lo que va a ocurrir y se posiciona allí donde inexorablemente la jugada irá a parar.
Franco Cristaldo: Otro tremendo partido de FC10 que está entre los 3 mejores volantes del torneo, sin dudas. El segundo gol, se gesta con un delicioso y preciso pase suyo al espacio para la llegada de Gauto, desborde, centro atrás, definición de Garré. El tercero y de la victoria, luego de una extraordinaria asistencia suya de cabeza para la volea goleadora de Cóccaro. De su fútbol y su cabeza, sale lo mejor de Huracán y el segundo tiempo contra Lanús es la mejor evidencia del caso. Jugador imprescindible para el Globo, que hay que disfrutar partido a partido porque a este nivel, será prácticamente imposible retenerlo más allá de este torneo.
Benjamín Garré: Cada vez más interesante lo que tiene para aportar, se va consolidando a pesar de sus intermitencias y lagunas. Gran definición en el segundo gol del Globo, sigue siendo medianamente preocupante que, cuando se queda sin nafta, desaparece completamente del partido. Su opción de compra lo hace prácticamente inalcanzable para Huracán, por lo que tenemos que aprovecharlo mientras lo tengamos. Altibajos aparte, cuando aparece hace desastres. Hay pocos tan desequilibrantes como Garré cuando se enchufa.
Matías Cóccaro 👍: Goles son amores y los goles hacen estrellas. Pero el uruguayo (al que el gol se le venía negando) no es solo goles (o golazos, como el segundo de su cosecha personal, el tercero y definitivo del Globo); es francamente un delantero insoportable. Marcarlo debe ser un suplicio para cualquier defensa, y la colección de “rivales enojados” que va cosechando partido tras partido, no hace más que confirmar esta intuición. Rápido sin ser veloz, sin vergüenza para intentar jugar o definir de primera (y así fabricó un penal y metió el mencionado golazo), dueño de una habilidad rara e indescifrable, muy oportuno para ganar de arriba sin ser alto ni físicamente fornido… Algún día, en el recuento de cosas que tenemos que agradecerle a Frank Darío Kudelka, tenemos que poner el haber traído a Wanchope Ábila y a este uruguayo loquito que no estaba en el radar de nadie y que ahora está en boca de todos. Dice él que quiere jugar en Europa. Ojalá que siga por este camino y vengan de Europa a buscarlo sin que tenga que pasar por la aduana de “bover”, como casi siempre, y se consiga una venta que permita acomodar al club y construir desde allí.
Juan Gauto: Al sacrificio y entrega que ha ofrecido desde su aparición en la primera, le sumó por fin aquello que hasta aquí lo trajo: la velocidad, la gambeta, el desborde y el pase atrás asesino al punto del penal. Gran jugada por izquierda para aprovechar una maravillosa cesión de Cristaldo, que terminó con un preciso y perfecto pase atrás que culminó con el gol de Garré. Huracán tiene dos extremos (tres, si no olvidamos a Cabral, inexplicablemente relegado a la reserva cuando hasta hace poco era la única variante de desequilibrio en el último tercio del campo de juego), que le permiten enhebrar un ataque profundo y peligroso en cualquier momento. Con este equipo, estos delanteros y esta forma de jugar, no debería sorprendernos que Huracán terminara el torneo entre los 5 equipos con mayor cantidad de goles convertidos. Lo decimos ahora faltando 20 fechas por jugarse, y nos haremos cargo de lo contrario si no se cumple.
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Gabriel Gudiño: Con el resultado favorable y la lógica necesidad de reforzar el medio ante la inminente venida de Lanús, Dabove empezó a meter piernas frescas al campo de juego, y tal y como ya es casi una fija, metió a Gudiño para jugar la última media hora (entró por Gauto). Lo bueno del experimentado volante que se hiciera un lugar en primera destacándose en Atlético Rafaela, es que aporta esas piernas frescas al mediocampo sin resignar profundidad en ataque. Siempre va hasta el fondo siguiendo las jugadas y no duda en rematar cuando ve la posibilidad, lo que efectivamente hizo apenas ingresado reventándole las manos a Monetti con un furibundo remate cruzado que agarró bien ubicado al aquero local. Para nosotros, en cualquier momento convierte su primer tanto con la camiseta del Globo.
Patricio Pizarro: Entró por Moyita, lesionado, y tuvo un estupendo debut. Se lo vio muy tranquilo y con un aplomo impropio de su edad y -nula- experiencia. Se mostró seguro, paciente y criterioso para manejar la pelota. Ojo con este chico, que pinta para crack.
Nicolás Cordero: Ingresó por Garré faltando 15 minutos, con la idea de jugar un claro 442 con dos puntas de área para mantener el campo poblado y a Lanús necesariamente ocupado de los dos centrodelanteros de Huracán. Inteligente cambio de Dabove que, bienvenido sea, adapta el formato del equipo a las circunstancias del partido y a aquello de lo que dispone.
Guillermo Benítez: Entró por Cóccaro sobre el final del partido, para reforzar la defensa y bajar la persiana en los pocos minutos que quedaban.