Liga Profesional 2022 – Fecha 20| Boca Jrs 0 vs. Huracán 0 | El seguimiento de cada jugador del Globo.
Lucas Chaves: En un partido trabado, intenso, pero en el que no abundaron las situaciones de gol claras y las pocas que hubo fueron mayormente a favor del Globo, Chaves -una vez más- tuvo poco trabajo. Vale la pena no obstante mencionar dos cuestiones: la primera, que cuando el local tuvo un remate relativamente peligroso al arco sobre el final del partido, este fue conjurado por un Chaves atento y bien ubicado, y la segunda, que estuvo muy bien saliendo a buscar centros para descolgarlos con seguridad, algo que habitualmente no le vemos hacer y suele ser, por otro lado, una de sus debilidades. Otra valla invicta más para Huracán, lo que siempre es una estupenda noticia.
Guillermo Soto: La fallida actuación de Quilez el partido anterior y el evidentemente necesario tiempo de descanso que el lateral chileno necesitaba, presagiaban su retorno al once titular, por lo que no fue sorpresa para nadie verlo en la formación inicial. Bien en lo defensivo, más contenido que de costumbre (razonable, si se atiende a quién se tenía enfrente), cumplió. Esto mismo conspiró en contra de sus prestaciones ofensivas, aunque precisamente por la contención antes mencionada, las veces que llegó sorprendieron y aprovecharon espacios que generalmente los rivales, no les dejan. Así, un par de veces fue “usado” por Garré para que se llevara la marca mientras él enganchaba hacia adentro para ensayar su remate de zurda al arco (ninguna de las cuales conllevó real peligro), y tuvo una llegada punzante en espacial que culminó con una asistencia a Cóccaro en forma de centro bajo que por poco no fue gol. Para nosotros, le ganó el duelo a Fabra, con claridad.
Fernando Tobio: Solidez y sobriedad para resolver absolutamente todo con simpleza y eficacia. Partido de Tobio en la que poco se lo mencionó, en parte porque Boca lejos estuvo de arrinconar a Huracán, y en parte porque Tobio, cuando tuvo que sacar, sacó y cuando tuvo que jugar, lo hizo rápido y sin entretenerse con la pelota. El trabajo del primer marcador central del Globo ha sido de lo más parejo y rendidor a lo largo de todo el torneo, y en este juego no fue la excepción: resolvió son suficiencia su duelo contra Benedetto primero y Vázquez luego.
Lucas Merolla: Juegazo del Capitán, que por arriba sacó todo (tampoco fue tanto, pero las veces que el local buscó con el juego aéreo, se encontró con el Flaco para anular todo riesgo o las manos del arquero para atrapar la pelota). Asimismo, estuvo muy seguro por abajo, expeditivo para salir y no cometió errores de manejo significativos. Se lo vio tranquilo (más que en otras ocasiones) e hizo todo bien. Fue amonestado, llegando a su décima amarilla. Preocupados por la posible suspensión de 2 fechas, fueron tranquilizadoras las declaraciones de David Garzón post partido en SoyQuemero TV, explicando que se había modificado lo reglamentario y que solo correspondía una fecha. Siendo así, se perderá el partido contra Banfield en el Ducó, pero estará disponible para la visita al Bajo Flores para jugar el clásico (nosotros no hemos encontrado ese cambio reglamentario para confirmar al 100% lo anterior, pero confiamos en que el Presidente está perfectamente informado y lo que ha dicho, será).
Walter Pérez: Venía de una importante inactividad luego de la muy inoportuna lesión cuando estaba en su mejor momento, y con apenas algo de rodaje en la reserva, saltó al once titular en un partido chivísimo, nada más y nada menos que contra Boca en la Bombonera, con la necesidad de ganar y la obligación de no perder. Y se comió la cancha. Partidazo de Walter Pérez, impecable defensivamente (una pérdida sobre el final que generó una llegada de peligro al área quemera no empaña nada su actuación) y muy prolijo, tranquilo y correcto para jugar con la pelota cuando la tuvo en las salidas. Ofensivamente aportó poco, pero esto era secundario en este partido teniendo a Cabral por delante. Sin embargo, y sobre todo en el segundo tiempo, estuvo más audaz y se mostró como alternativa en un par de ocasiones. Excelente regreso de Pérez, que jugó como si no se hubiera perdido ni un solo juego ni nada de ritmo.
Santiago Hezze 👍: Hay percepciones, y hay hechos. Esta columna, no vamos a dar ninguna noticia novedosa, se basa principalmente en percepciones, y por eso esto de quién anduvo mejor y quién no lo hizo tan bien, es apasionante materia de discusión en la que rara vez hay consenso. Ahora bien: hoy vamos a solventar con hechos la percepción que nos impele a señalar al joven volante quemero como el mejor de los nuestros. Los datos no son nuestros, los hemos tomado prestados de la gente de @sudanalytics_ quienes indican que Santiago Hezze fue el jugador de Huracán con más toques de balón (71), el que completó la mayor cantidad de pases (35), el que ganó más duelos individuales (9), más recuperaciones hizo (10) y más intercepciones realizó (6). Como si todo esto fuera poco, una mala decisión de Cordero sobre el final del partido lo privó de quedar mano a mano con el arquero y la chance del triunfo en sus pies. Según los hechos, se comió la cancha. ¿Nuestra percepción? Ejemplifica lo que fue el equipo en general: actitud, plantado como equipo grande que va a imponer su juego y buscar el partido, concentrado, metido y listo para atacar el área contraria apenas se recuperara la pelota. También tuvo tiempo para hacerse amonestar, quinta amarilla que lo obliga a mirar de afuera el duelo por venir contra Banfield, pero que lo deja listo para afrontar el clásico contra los innombrables en la fecha siguiente. Otro partido bestial de Santi Hezze que para nosotros -y para los números también- fue el mejor del Globo y también de la cancha.
Federico Fattori: El relojito del mediocampo quemero, anduvo impecable una vez más. El nivel de algunos de sus compañeros estuvo altísimo, y él estuvo como siempre. Conclusión lateral (y no tanto) el rendimiento de Huracán de la mitad del campo para atrás fue excelente, sin fallas, con muchos puntos altos, ninguno bajo, algunos mejores que otros, pero con nadie debajo de los 7 puntos. No lo fue tanto de la mitad para adelante. La digresión planteada a partir de este pensamiento es que esto no es -no ha sido- un hecho aislado, sino más bien un patrón, especialmente en los últimos cotejos. Desde la goleada contra Sarmiento de Junín, solo una vez Huracán logró anotar más de un gol (contra Central Córdoba, y ambos de penal), y cosechó mayoría de empatas, ya sea en un gol o directamente si anotar tantos ni sufrirlos. Por otro lado, lo mantiene en competencia el hecho de que solo recibió mas de un gol en 3 ocasiones en 20 partidos: en dos de ellas ganó (fecha 6 contra River, por 3 a 2, y mismo resultado en la fecha 7 contra Lanús) y en la restante, la fecha 1, cayó ante Racing en Avellaneda. En 17 fechas de 20 Huracán o bien no recibió goles, o como máximo recibió uno solo. Visto así, al menos desde los números, es evidente que lo defensivo ha sido clave para sostener la campaña y con un poco más de gol, Huracán podría estar más arriba en la tabla. Y plasmar todo esto hablando de Fattori no es casual sino causal: para nosotros, la principal virtud de Federico Fattori es que hace mucho mejores a los compañeros, especialmente en el aspecto defensivo.
Franco Cristaldo 👎: Antes mencionábamos que habitualmente las opiniones vertidas en esta columna son fruto de la percepción antes que de los hechos. También es válido agregar que no hay un criterio homogéneo acerca de cómo se considera la actuación de los jugadores, en tanto no se espera lo mismo de todos y cada uno, sino que muchas veces el rendimiento de cada quién se construye desde donde el mismo jugador pone la vara, desde las condiciones de posibilidad de cada quién, desde lo que unos pueden hacer -y otros no- y por lo tanto de ellos se espera eso. Dicho esto, ocurrirá a veces que quien señalemos como “el jugador pulgar abajo” no siempre será el peor jugador del equipo, sino quien más lejos haya estado de su mejor versión. Franco Cristaldo es y ha sido el jugador más determinante de Huracán en el torneo. Sin Franco Cristaldo, Huracán no estaría en el lugar expectante de la tabla en el que se encuentra. Esto también lo convierte en esclavo de éxito y, por lo tanto, es de quién depende el Globo para generar fútbol, ganar partidos, lucir su juego. En este sentido, contra Boca, el que para nosotros más lejos estuvo de su mejor versión fue Cristaldo. Nos enteramos luego de que arrastra una dolencia y se hacen todos los esfuerzos (empezando por el del propio jugador) para que como sea, esté (así de fundamental es), y eso es un atenuante, pero no podemos dejar de señalar el mágico 10 del Globo estuvo muy por debajo del nivel que le hemos visto en más de un partido. Sigue siendo nuestro crack y estamos a morir con él, y a cruzar los dedos porque lo necesitamos en su mejor forma para lo que nos queda por delante.
Benjamín Garré: Partido irregular de Benjamín, que como ya es habitual en él, alterna buenas de las muy buenas con lagunas futbolísticas en las que desaparece por completo. Tuvo un interesante primer tiempo, en el que Fabra no lo controló y que lamentablemente Huracán no supo aprovechar. Recordamos un enganche hacia adentro para su pierna hábil que terminó en un remate que se fue por encima del primer palo (que, de todos modos, Rossi parecía tener perfectamente controlado) y otra jugada en la que, en lugar de rematar, habilitó a Soto que venía como un tren, jugada que terminó el taco de Cóccaro que por poco no puso en ventaja al Globo. En el segundo tiempo, lo habitual en él, sus apariciones se fueron espaciando hasta prácticamente no participar del juego. Una positiva: cada vez con más asiduidad se lo ve laburando para el equipo, desdoblándose para colaborar en lo defensivo e incluso cubrir las espaldas de Soto o Quilez, cosas que al menos nosotros, no recordamos de sus primeros partidos.
Matías Cóccaro: En la nota anterior escribimos una muy extensa reseña destacando el trabajo de Cóccaro que, aun cuando no convierte, hace mucho por el equipo. No era una defensa de él en toda regla -no creemos que la necesite-, pero nos parecía que un análisis más pormenorizado de su juego y no tan centrado en el partido en sí ni en la obviedad de que “es delantero y está para hacer goles”. Pues aquí estamos, luego de aquello, para decir que lo que jugó Matías Cóccaro contra Boca reafirma todo lo que dijimos. Un show aparte el suyo, se fajó con Rojo y Roncaglia, los corrió en cada salida, obligó a toda la defensa a seguir con atención sus movimientos, sacó no pocas faltas y hasta casi convierte lo que hubiera sido un gol de antología, de taco, y que el providencial roce en el pie de Advíncula (no apreciado por el árbitro, que sancionó saque de arco cuando era claramente un córner para el Globo) desvió la pelota fuera de los tres palos. Sigue seco y sin poder gritar goles, pero este este es el camino y lo queremos en nuestro equipo.
Rodrigo Cabral: No éramos pocos los que pensábamos que para este partido iba a saltar Gauto al campo de juego en detrimento de Rodrigo, pero no ocurrió. Sigue teniendo chispazos en los que desnivela con su gambeta endiablada, pero estos están siendo cada vez más esporádicas estas acciones y Cabral no está tampoco en su mejor momento. Todo este cúmulo de jugadores de mitad de cancha hacia adelante que “no están en su mejor momento” explican que el Globo no esté primero en el torneo. Que quede claro, no obstante, que no estamos descontentos ni nada parecido, sino más bien todo lo contrario. Estamos muy contentos con el presente del Globo, de estar en el pelotón que la pelea arriba, de ver un equipo que en cualquier cancha sale a ganar y se le planta a todos. Y Rodrigo Cabral ha sido parte de este proceso. Solo decimos que no está encontrando las jugadas que tanto los destacaron cuando irrumpió en la primera del Globo, y que al equipo le vendría fantástico que recuperase esa forma en la recta final del campeonato.
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Enzo Luna: Ingresó por Cabral con media hora por jugarse. Se movió por diferentes sectores del ataque, y estuvo activo e involucrado. Tuvo el gol en una excelente jugada que el Globo armó por la derecha, y que encontró a Luna solo entrando por el segundo palo con el arco de frente. No se animó a rematar de primera y cuando quiso controlar la pelota, esta le quedó entre las piernas y no pudo armar el disparo hacia el arco. Esto, ante la relevancia del cotejo y el marco en el que se estaba jugando y que fue a todas luces una nota negativa, bien pudo afectarle la cabeza al jugador y borrarlo del partido. Ahora lo positivo: no se amilanó, la siguió pidiendo, siguió aportando lo suyo. De hecho, hizo gala de una velocidad muy interesante arrasando con Fabra sobre la derecha y provocando la amonestación del marcador colombiano que ni con velocidad ni con el cuerpo pudo frenarlo y solo manoteándolo lo detuvo. Esperamos más participaciones de Enzo Luna y los goles que ya vendrán.
Patricio Pizarro: Entró por Soto faltando 15 minutos. A estas alturas, lo del chico Pizarro ya no es sorpresa y se metió en el partido como siempre: atento, con mucha personalidad y buen pie para jugar cuando la instancia lo requiere.
Gabriel Gudiño: Ingresó por un agotado Cristaldo, entendemos que más como una forma de cuidar al 10 del Globo e ir cerrando el partido (cuando no se puede ganar, al menos hay que asegurarse de no perder).
Nicolás Cordero: Entró por Cóccaro para jugar los últimos diez minutos, y sobre el final tuvo en sus pies una contra de Huracán de 3 contra 2 con todas las chances a favor del Globo para ganar el partido, y optó por un remate directo desde más allá de la medialuna cuando Hezze esperaba completamente solo y con el arco de frente a su izquierda. ¿Su remate? Desviado, pero no es la ejecución en sí lo que hizo explotar la opinión del pueblo huracánense, sino su falta de criterio para elegir lo personal por sobre lo colectivo, por dilapidar con una muy mala decisión la que era la última chance del partido. Era gol y se terminaba. No lo fue, y no vemos muchos hinchas con ganas de seguir teniéndole paciencia.