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Escrito por
Diego Flaherty
Torneo Binance 2023 – Fecha 2 | Huracán 3 vs. Banfield 2 | El seguimiento de cada jugador del Globo.
Lucas Chaves: Un primer tiempo a tono con los dos partidos anteriores de Lucas Chaves, donde queda en evidencia que los equipos rivales han comprendido dos cosas: (a) que a Huracán conviene atacarlo por izquierda, y (b) que los centros altos al área son un problema para el arquero del Globo, que opta por quedarse atornillado debajo del arco y solo moverse horizontalmente a lo largo de la línea de gol. De hecho, así llegó el tanto de la visita, convertido por Andrés Chávez (típico de la “ley del ex”). Para destacar: el tercer gol es un porcentaje no desdeñable, suyo. El saque largo para incomodar una defensa -la de Banfield- que estaba desordenada y mal parada rindió frutos y Huracán que se fue al descanso dos goles arriba. En la segunda mitad, con la visita manejando el juego y las situaciones, levantó bastante, estuvo más activo, y tuvo alguna que otra intervención más que oportuna. De todos modos, Huracán está que se tropieza bajando de la cama y te hace un gol, y es esa facilidad anotadora la que lo tiene con 3 ganados de 3 jugados en el año, habida cuenta de que en todos los partidos nos han anotado goles.
Guillermo Soto: Sólida actuación de Guillermo Soto, que estuvo seguro por su lado y activo ofensivamente, tal y como estamos acostumbrados a verlo. Lógicamente, lo mejor de su trabajo lo vimos en el primer tiempo (fue de mayor a menor), ya que en la segunda parte el Globo perdió por completo la conexión entre sus líneas, el manejo de la pelota y debió lidiar con un rival que se fue arriba y creó no pocas situaciones (aunque gracias a la impericia de sus delanteros, no resultó suficiente para arrebatarle puntos a Huracán). Perla negativa: el primer gol de Soto en Huracán resultó ser un tanto en contra de la propia valla, aunque no podemos culparlo por ello: centro desde la izquierda, Sauro que peina le pelota desviándola, y esta que da en Soto en el segundo palo, con tanta mala fortuna que se metió junto al poste, venciendo el fútil intento de Chaves por atajarla.
Fernando Tobio: Con Merolla fuera del equipo, era evidente que el liderazgo de la última línea y las principales responsabilidades iban a recaer sobre los experimentados y serios hombros de Tobio. Y este no defraudó. Más allá de que el lado izquierdo de la defensa no es ni por asomo el que no hubiera querido e imaginado pocos meses atrás y esto se nota, al primer marcador central del Globo se lo vio tranquilo, cómodo, sabedor de lo que tenía y no tenía que hacer. Además, se dio el gusto de finalmente encontrar la red del arco rival mediante un preciso cabezazo cruzado a un córner estupendamente ejecutado por Acevedo. Estuvo asimismo cerca en un par de ocasiones más.
Patricio Pizarro 👎: En Huracán pareciera que “tener una semana tranquila” no es una opción. No importa si empieza ganando en el torneo con contundencia, no importa si mantiene el ritmo ganador por la Copa Argentina entre semana, ni que se estrenara el mejor sistema lumínico que ha tenido el Palacio en su historia… ¿Tranquilidad? ¿Qué es eso? La semana estuvo signada por la novela de Lucas Merolla y las interminables idas y vueltas en torno a su renovación (la cual no se logró firmar y a estas alturas, parece improbable que ocurra), con los medios haciendo campaña para que el jugador firme con Boca, con no pocos periodistas presionando sutilmente con sus editoriales para que el jugador acepte lo que Boca le proponía, etc. Con el asunto lejos de resolverse, pero con al menos una dirigencia aparentemente dispuesta a hacer valer las necesidades del club, el otrora capitán fue apartado del plantel. Un golpe durísimo para la gente de Huracán, una ausencia de importancia para el DT y una distracción que no termina y que el Globo, no necesita. En este escenario, Diego Dabove se jugó por Pizarro, y el chico tuvo aciertos y errores. Creemos que sus chances siguen intactas, pero deberá tranquilizarse un poco y afinar el juego para sostenerse en el once titular. Estuvo apurado y por momentos, atolondrado, intentando siempre anticipar a como diera lugar, exponiéndose. A poco de comenzado el partido, metió un patadón por el que fue correctamente amonestado, y de allí en más caminó por la cornisa el resto del primer tiempo. Acertadamente, el DT lo reemplazó para el segundo tiempo porque entre el desprolijo arbitraje de Echeverría (de muy mala noche) y su vehemencia, era una fija que iba a terminar expulsado. Dos hitos de su noche: en el primer gol de Banfield, Chávez aparece solo por el segundo palo para definir de zurda luego de que con mucho oficio, se sacara de encima la marca de Pizarro y ofensivamente, se comió un gol increíble prácticamente sobre la línea del arco apareciendo por el segundo palo, en una jugada que luego vimos fue insólitamente invalidad por el árbitro por una supuesta falta de Cordero, que nada hizo salvo soportar una embestida de Cambeses que había salido a la espantada y a cualquier parte, dejando una valla desguarnecida. No obstante, avizoramos buenos partidos por venir de Patricio Pizarro. ¿Cometerá errores? Claro que sí. ¿Significarán goles en el propio arco? Por supuesto. Pero se asentará y evolucionará, y hasta incluirá su nombre en la lista de goleadores porque en alguna pelota parada, va a estar donde tiene que estar para meterla.
Guillermo Benitez: Sin Pérez (fuera del plantel) ni Ibañez y ahora también sin Merolla, es lógico que los rivales -al menos por un tiempo- elijan volcar sus intenciones ofensivas sobre ese lado de la defensa del Globo. Consecuentemente, a Benitez se lo está buscando permanentemente y tiene las manos llenas de trabajo. Levantó su rendimiento respecto de la primera fecha, aunque lo suyo fue de mayor a menor, como casi todo el equipo. Sin embargo, a pesar de su evidente falta de velocidad para correr de atrás a jugadores rápidos, no fue tan desbordado y estuvo mayormente contenido, intentando no regalar nada. Suma y mucho su asistencia para el primer gol, tras una estupenda jugada armada de complicidad con Acevedo y en la que fue hasta el fondo y sirvió el centro justo para que Cordero, anticipando su marca, pusiera el Globo en ventaja cuando todavía todos nos estábamos acomodando.
Santiago Hezze (C): Sin Merolla en cancha y con el mejor once titula según Dabove, Copito Hezze volvió a llevar la cinta de capitán. Y la verdad que mal no le queda. Ciertamente, es muy joven, pero experiencia no le falta (ya superó los 80 partidos con Huracán), está totalmente identificado con el club y personalidad, le sobra. Otro gran día de trabajo de Hezze en el mediocampo que recorrió una distancia atroz, de ida y vuelta, aportando relevos, quite y marca, pero también siendo muy importante en la conducción y el juego vertical. Necesitamos que al menos hasta mitad de año, el pibe se quede en Huracán porque es imprescindible para este equipo. Sobre el final, con el resultado todavía en el aire (la diferencia era de un solo gol y Banfield apretaba), desperdició un par de contraataques rematando desde afuera del área, cuando quizás podría haber habilitado a alguno de sus compañeros mejores posicionados.
Federico Fattori: La otra mitad de la mejor dupla de volantes centrales del fútbol argentino. Si bien no está en el nivel superlativo al que jugó el año pasado, hay una continuidad aquí muy saludable para el equipo. Fundamental en la marca y en el primer pase, levanta a la gente con sus intervenciones y se agigante en sobre el final de los partidos cuando a nadie más le dan las piernas ni la cabeza, multiplicándose donde otros no están. La compra de Fattori sobre el final del 2022 fue una de las mejores noticias en años, y por lo visto en este inicio de campeonato, aun en un nivel algo inferior al del torneo anterior, nada ha cambiado respecto de su entrega y su inteligencia táctica.
Gabriel Gudiño: Inesperado, y por favor que nadie me diga que lo vio venir: dos partidos en el torneo, dos goles del volante cordobés. Gol clave, -el tercero sobre el final de la primera mitad-, aprovechó estupendamente una salida larga de Chaves al medio de la defensa banfileña que falló como casi en toda la noche, Cóccaro que se fabrica un penal -no cobrado- y la pelota que le queda a Gudinho (lo llamaremos así mientras siga inspirado) quien, entrando por la izquierda y perfectamente habilitado, le pinchó la pelota a la salida rápida de Cambeses para desatar la locura en las tribunas. Tuvo otro al inicio del segundo tiempo, también producto de un pelotazo largo. Cordero que fue por la pelota, para nosotros tremendo penal a Cambeses que salió a loco y se llevó puestos la pelota y al jugador y el rechazo que corto, quedó a merced de Gudiño quien remató fuerte de zurda y Cambeses despejó con un manotazo providencial.
Jonás Acevedo: Partido a partido, gana confianza y se afianza. Está claro que no es un conductor natural ni un enganche en toda regla, pero el rol de volante con más responsabilidades ofensivas que defensivas, mal no le está sentando. Es, indiscutiblemente y con sorprendente éxito para el Globo, el dueño de toda pelota parada. Sea de izquierda o de derecha, los tiros de esquina son siempre suyos y se han convertido en un arma letal al punto tal que cuando Huracán tiene uno a favor, se genera un murmullo expectante en el público, y hasta hay quienes se van poniendo de pie. Una locura. De las buenas, pero locura igual. Lo mismo con los tiros libres que uno ve que irán al área en forma de centro. Huracán se ha convertido en un equipo de cuidado en estas instancias -y ya no porque tenga a Merolla- y en buena medida esto nace del botín izquierdo de Acevedo.
Matías Cóccaro: Típico cotejo de Cóccaro: se fajó con toda la defensa, exigió permanentemente, se tiró a los costados, asistió a Cordero, se movió por todo el frente de ataque, intentó fabricar penales y el arco le resultó esquivo. En síntesis: todo lo que últimamente significa Cóccaro para este equipo. Es cierto que viene peleado con el gol y necesitamos que vuelva a encontrar el camino a la red, pero mientras tanto y con otros haciendo los goles, lo suyo resulta importantísimo para el equipo, para provocar situaciones, para mantener a las defensas concentradas, sometiendo a base de intensidad.
Nicolás Cordero 👍: En absoluto estado de gracia como nunca en su vida, no para de convertir y es, además, una amenaza constante. Gran anticipo para abrir el marcador (tercer gol en otros tantos partidos en el comienzo de esta temporada 2023), estuvo cerca unas 3 veces más en las que muy buenas intervenciones del arquero de la visita impidieron que su valla cayera. Resultó imposible de marcar para la zaga de Banfield y mientras estuvo en cancha (debió ser reemplazado porque sintió una molestia), el equipo lo buscaba para apoyarse y salir. Demoledora actuación de Cordero que sigue subiendo sus acciones y ya es casi una fija en el equipo titular de Diego Dabove.
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Gastón Sauro: En una movida adecuada e inteligente por parte del DT, Sauro comenzó el segundo tiempo en lugar de Pizarro, que estaba amonestado y caminaba peligrosamente por el borde de un acantilado. Pagaba dos pesos su expulsión si seguí en el partido (porque además Banfield y lo iba a buscar y el arbitraje venía siendo bastante malo). Estuvo bien Sauro, aunque exhibe cierta lentitud, lo que lo expone bastante cuando Huracán se adelanta y los defensores enfrentan la posibilidad de tener que retroceder treinta metros persiguiendo un rival que haya pasado en velocidad rompiendo la última línea. Tuvo el cuarto gol en un espléndido cabezazo que Cambeses mandó al corner.
Juan Gauto: Ingresó por Gudiño faltando 25 minutos, y todos sentimos que era un buen cambio porque piernas frescas para correr lo que Gudinho ya no podía hacer y salir rápido hacia al arco rival cuando se recuperara la pelota. Sin embargo, estuvo atolondrado y embarullado, varias veces pasados de revoluciones. Aplaudimos sus ganas y su entrega, pero tiene que serenarse para mostrar lo que todos ya sabemos que puede hacer. Porque en así excedido, no siempre decide bien y cuando lo hace, ejecuta mal, como anoche, que todo lo terminó al revés. Tiene que serenarse Juancito Gauto; en sus pies hay mucho fútbol y en su corazón muchas ganas de triunfar. Todo le llegará, pero con paciencia y algo más de equilibrio.
Juan Manuel García: Entró faltando 25 minutos por Cordero, lesionado (al parecer, es una simple recarga muscular que hay que monitorear, pero que no debería ser un problema en el futuro inmediato). Luego de su explosivo debut en Florencio Varela, el cambio se recibió con no poco entusiasmo en las tribunas del Ducó (lleno como nunca, con la gente feliz por la nueva iluminación que es un lujo que pocos tienen). No obstante, estuvo a contramano del juego. No le llegaba la pelota y cuando se tiraba atrás para involucrarse, lo pasaban por arriba. Hay que decir también que la segunda mitad del Globo fue francamente mala y en rigor, la perdió, quedándose con los tres puntos gracias a la contundencia del primer tiempo. Esta falta de juego y bajísima capacidad para tener la pelota de Huracán claramente perjudica a los delanteros. En esta saludable “lucha interna” existente entre los varios delanteros que tiene el Globo, el bueno de Juanchón no sumó para su causa en esta oportunidad, como sí lo hicieron Cordero y Cóccaro.
Juan Fernando Garro: Ingresó faltando diez minutos (quince, contando el alargue) por Matías Cóccaro. Lideró una contra en la que tenía opción de pase a Gauto (quien había luchado la pelota contra los centrales antes que esta derivara a Garro) o la opción de seguir y terminarla él. Optó por esto último, pero su manifiesta carencia de velocidad final casi que lo obligó a definir desde afuera del área, direccionando bien su remate cruzado, pero a ras del piso y falto de potencia, lo que desde la media distancia propicia la intervención del arquero, lo cual ocurrió con Cambeses que desvió al córner.
Walter Mazzantti: Entró sobre el final por un exhausto Acevedo, sin tiempo para evaluarlo ni intervenciones relevantes.